Entre Ríos: La industria del aserrío requiere financiamiento para modernizarse en tecnologías, invertir en secaderos y prepararse para exportar

Con matices diferentes, pero coincidentes en la visión del problema de fondo respecto a la oferta de materia prima de calidad en la región y los problemas de competitividad de las PyMEs industriales – a partir de un debate que surgió de la preocupación por posible impacto en el mercado local por la exportación de rollos sin valor agregado a China-, el empresario Jorge Rigoni, propietario de CDR Maderas en la localidad de Federación y pro-secretario de FAIMA; y por otra parte, el ingeniero forestal Fernando Dalla Tea, sub-gerente de Masisa (Forestal Argentina), en Concordia, en contacto con ArgentinaForestal.com reflejaron sus opiniones y reorientaron la discusión hacia soluciones que permitan inversión, abastecimiento sustentable, logística eficiente y  sociedades estratégicas locales y externas.

Por Patricia Escobar

@argentinaforest

 

ENTRE RÍOS (24/8/2020).- El ex presidente del IMFER (cámara que nuclea a Industriales Madereros de Entre Ríos y Sur de Corrientes), pro-secretario de FAIMA (Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines), y empresario maderero, Jorge Rigoni, propietario de la planta industrial CDR Maderas instalada en el Parque Industrial de Federación, en Entre Ríos, aportó su visión del negocio forestal y se sumó al debate generado por la preocupación planteada por empresarios de Misiones y Corrientes sobre el impacto de las  exportaciones de rollos de calidad sin valor agregado a China, que derivó en un pedido de informe de un legislador al Ministerio de Producción de Corrientes.

“Coincido totalmente en la preocupación planteada, es real que en el contexto actual que se atraviesa en la cuarentena de reactivación entre junio y agosto, hay que pensar en alguna solución de equilibrio que beneficie a la industria y al productor en  el corto y mediano plazo, pero no comparto en plantear alguna limitación o cupo a la exportación, o en pensar en que no exportar rollos de madera a China sería la solución, cuando el problema de fondo es otro, si lo que queremos es crecer en el largo plazo. Hay que pensar en el desarrollo foresto-industrial mirando al mundo, ese es nuestro mercado, y el que todos debiéramos trabajar para insertarnos”, expresó Jorge Rigoni, en una entrevista con ArgentinaForestal.com

El negocio forestal es traccionado en toda la cadena por las grandes extensiones de plantaciones o volumen de producción a escala. “Ellos (las grandes empresas del sector) son parte de la cadena, son inversores que generan la fuerza para que las PyMEs se desarrollen, cada una en su nicho en toda la mesopotamia. Por otro lado, en Entre Ríos, podríamos decir que habría un 40% de las industrias que se abastecen de la materia prima de Corrientes, es una región forestal. Pero el problema que más afecta en la rentabilidad del negocio en esta coyuntura es la logística, por los costos de fletes y las distancias para movilizar los rollos aserrables hasta la planta industrial. Es decir, hay forestaciones, pero depende de las edades y manejos, la disponibilidad real”, explicó.

En esa línea, el empresario entrerriano consideró que “la realidad es que en la actualidad la situación es crítica para la rentabilidad de las dos partes, para el PyME industrial y para el productor forestal”.

Agregó que el precio de la madera, a valores históricos, está muy bajo, pero esto también en parte responde a la oferta y demanda del mercado.” Desde el segundo semestre de 2019 se venía arrastrando prácticamente una paralización de los aserraderos, no había ventas, estaba parada la obra pública y privada, no había mercado. Se redujeron turnos de producción, hace varios años que en el país no se puede invertir, ya que no hay tasas razonables o accesibilidad para los créditos para las PyMEs, todo esto derivó a la situación actual. Incluso, ante la baja o nula demanda de la industria por la madera, llevó a que empresas forestales de la zona a que analicen alternativas de mercado, y así fue como comenzaron a exportar rollos sin valor agregado a China ya en 2018”, contextualizó el empresario.

El problema se presentaría en la actualidad en que la materia prima de calidad de Entre Ríos y Corrientes se estaría destinando a la exportación china en escala, y la madera de menor calidad está siendo colocada en la industria local para el mercado nacional frente a la reactivación de la demanda de los últimos meses, dijo Rigoni. “En lo personal, como empresario maderero, creo que si le va bien al productor forestal, le irá bien al industrial. Esta es una sociedad estratégica. Lo que tenemos que debatir es cómo encontramos soluciones para que la industria mejore en la producción de sus productos, que los aserraderos incorporen secaderos, que se agregue valor en las líneas de producción, y que se crezca en exportación de productos forestales. Así se podrá trasladar mejor precio por la materia prima. Plantear que la exportación de rollos a China es el problema, no me parece el camino que nos beneficie como sector y cómo país, aunque es real que tenemos un problema que debemos atender”, explicó el industrial.

“Hay que buscar alternativas que nos permitan un desarrollo en el mercado sin dejar de exportar, pero que la PyME industrial pueda crecer y trabajar, invertir y generar empleo local. Cuáles serían estas alternativas no lo sé, tendremos que debatir entre nosotros el tema en la comisión foresto-industrial de FAIMA”, agregó el empresario entrerriano.

Para Rigoni, no se debe perder de vista que no se puede competir como PyME con un gran cliente comprador como puede ser China, que tiene un poder económico y financiero para las operaciones con escala y en forma sostenida que las empresas nacionales no tienen. “Un aserradero compra lotes pequeños, mientras que un gran cliente compra rollos por grandes extensiones y en forma sostenida en el tiempo. Si le cierra el precio internacional de exportación, el productor lo venderá al que mejor pague por la materia. Es así la oferta y demanda. Además, hay otras dificultades que se presentan con la materia prima. No todas las plantaciones de calidad están disponibles, ya que algunas tienen problemas para la extracción según la zona de la forestación. El productor decide en qué momento le es conveniente extraer. Muchas veces la ubicación está lejos de los accesos o rutas, y este año hubieron muchas lluvias en la zona de Federación, todo influye en los costos”, relató Rigoni.

“Hay una reactivación en las ventas, pero aún no podemos decir que hay recuperación de la industria maderera”

Al igual que las empresas madereros de Misiones y Corrientes, en Entre Ríos las ventas de productos de madera se han incrementado entre los meses de junio y agosto. Para Rigoni, se trata de una reactivación, “es muy pronto para hablar de una recuperación de la industria de la madera. Por lo menos en nuestra provincia, los aserraderos no hay agregado los turnos suspendidos, sino que han reactivado la producción ociosa que se tenía y están ahora al total de la capacidad de producción. Es decir, de la caída de un 50% en la producción mensual, se está logrando recuperar. Y en este último tiempo, no estaban dadas las condiciones para invertir en el aserradero. ¿Quién iba a invertir en los últimos años a las tasas interés que rigen en la Argentina para los créditos? Es mucho el riesgo y el escenario de bajas ventas y costos laborales imposibilitaba a la toma de decisiones sobre pedir o no un crédito. Era mucha la incertidumbre, y aún lo es. Felizmente los ATP (Asistencia de Emergencia Trabajo y Producción del Gobierno Argentino) están acompañando el proceso de la cuarentena a las industrias, creo que en el caso de las socias del IMFER a casi todas se les ha otorgado este régimen. Pero comparado al año pasado, a valores nominales, no es vender más, es recuperar las ventas. Ahora ¿estamos en una producción al 100%? Sí, porque si antes no vendíamos ahora estamos vendiendo. Hay más demanda y respondemos con la capacidad disponible. Progresivamente se irá respondiendo más, pero se necesita apoyo e inversión en tecnologías para estar mejor. Habría que comparar con otros años, para decir que estamos vendiendo más”, analizó el empresario.

En general, se escuchan las quejas de los clientes por las demoras en la entrega de los productos de 60 días o más. Al respecto, Rigoni dijo que “desde las industrias madereras no pueden responder a la demanda que se presenta porque recién nos estamos organizando en poner en funcionamiento la capacidad ociosa, no de la cuarentena solamente, sino de años atrás. Igualmente, en mi caso voy dando pasos tranquilo y sobre seguro, por lo menos para mi empresa. No podemos tomar más empleo si no sabemos si será sostenido en el tiempo esta demanda. Hay costos que nos impiden algunas decisiones como empresarios. Es una buena noticia las ventas que se reactivaron en estos últimos meses, pero es apresurado decir que estamos recuperados en forma general, o que todos los aserraderos estén en condiciones de agregar más turnos de producción y nuevo personal. Soy más prudente en ese sentido. Veremos cuál es la situación en el sector cuando retiren el apoyo de la ATP a las industrias”, consideró el empresario.

Muchas veces, sucede que un mismo cliente llama a consultar a varios industriales, y otras veces que hay muchas consultas, pero no todas se concretan en ventas, agregó.

La experiencia indica que el repunte sostenido se podrá dar cuando regrese en los grandes centros urbanos la reactivación de la obra pública y privada (Buenos Aires, Rosario, Córdoba), actividad que tracciona a toda la cadena de la industria maderera. “Es para esa reactivación para la que tenemos que prepararnos a nivel interno, y para crecer en exportaciones. El escenario del mercado nacional cambió, hoy las empresas medianas y grandes de Misiones –por ejemplo- que son las que antes abastecían el mercado nacional de madera cepillada, machimbre o tableros, demandan ser suplantadas. Para ello, se necesitan en promedio 20 aserraderos en movimiento por el volumen que significa esta producción que está saliendo al exterior. Todo está en un proceso de reacomodamiento”, graficó Rigoni.

Inversión en más tecnología, una prioridad para crecer al 2021

En este contexto, el empresario entrerriano consideró que la preocupación planteada por la exportación de rollos sin valor agregado a China es un debate sectorial que debe darse por el impacto que realmente se siente en el mercado, pero en busca de soluciones que promuevan las exportaciones, y en paralelo se acompañen con medidas que permitan las inversiones a las PyMEs industriales. “En mi opinión, es hacia este sentido que debe encauzarse el debate. No se cuales serían las alternativas de solución, ese será el desafío para el sector. Plantearse en cómo lograr en el sector industrial que se aproveche mejor la materia prima que ingresa al aserradero. La rentabilidad que logra el productor con el árbol es variada, desde el tronco hasta los desechos (raleos y chip). El negocio forestal es integral, y el productor debiera ser visto como un socio del maderero, que al igual que el industrial, busca una mejor rentabilidad por la inversión realizada”, dijo.

A su vez, admitió que es una realidad que el subsidio de la Ley 25.080 de promoción forestal que se recibe para plantar, de alguna manera, debiera volver a la sociedad argentina. “Por ello, siempre se planteó que hay que avanzar en apoyar en paralelo la industrialización ante la base forestal lograda. Exportar moviliza a toda la cadena de valor o gran parte de ella. Incentivar la industrialización es una continuidad en el proceso de desarrollo de la foresto-industria argentina. Pero en los últimos años, muchos productores dejaron de forestar en Entre Ríos, destinando sus tierras a la ganadería u otra actividad, porque no era negocio forestar, porque la macroeconomía de la Argentina, no era solo por el retraso del reintegro del incentivo forestal. Después del gran momento de exportación que se atravesó en la actividad maderera, desde el 2008 a la fecha no se logrado un buen escenario para invertir en los equipos, hay muchos aserraderos con máquinas que ya son obsoletas, no hubo un clima propicio para reinvertir en tecnología y esto, al 2020, si queremos salir a competir al mundo con visión de largo plazo, es una materia pendiente, es una prioridad”, planteó Rigoni en la entrevista.

“Realmente son muchos temas para analizar, intereses y realidades diferentes, pero que nos llevan a pensar en que es necesario buscar un equilibrio donde todos en la cadena salgan beneficiados, ya que la Argentina nos está brindando oportunidades para crecer. Sería un error castigar a quien está produciendo, invirtiendo en nuestro sector y abriendo nuevos mercados en la exportación. Cada uno tiene su lugar en la cadena foresto-industrial y hay que buscar ser eficiente en su nicho y competitivo. Lo ideal es pensarnos como un cluster en la región, pero seguimos manejándonos en forma individual. Todo ya está inventado en el mercado, solo debemos adecuarlo a nuestra realidad de mercado y profesionalizarnos cada vez más para que a todos nos vaya mejor”, reflexionó el empresario maderero  y miembro del IMFER.

 

Chip y raleo, el debate en Misiones

Finalmente, consultado sobre el avance en Misiones de estudiar los costos de la materia prima para establecer un precio mínimo de base por los subproductos de chip y raleo, lo que marcaría –de concretarse esta intervención en el mercado a través de un ente regulador- un antecedente en el país al ser la primera provincia forestal en establecer precios fijos de referencia, Jorge Rigoni aclaró que no es partidario de las regulaciones, pero “a veces” es necesario.

“Creo en que el comportamiento del mercado forestal responde a la oferta y demanda. Si no compran la oferta existente, es porque sustituyen esta necesidad de otra manera en el mercado los compradores. Si hay sobreoferta, quienes demandan el producto marcan los precios del mercado que están dispuestos a pagar por el producto. Pero en este caso de Misiones, si el Estado cumple un rol de estudiar y definir qué es lo mejor para el segmento de pequeños productores frente a la sobreoferta del subproducto, me parece correcto. A veces se necesita intervenir para corregir situaciones entre grandes y pequeños”, concluyó.

 

Entrevista

Fernando Dalla Tea, directivo de Masisa en Entre Ríos: “Los principales proveedores para la exportación de rollos de pino a China son tres empresas forestales, y ninguna dejó de proveer a sus clientes locales”

Para el profesional de  la Ingeniería Forestal, con una carrera de 20 años en el manejo de plantaciones forestales en la cuenca del Río Uruguay, entre Corrientes y Entre Ríos, es importante que los legisladores se involucren en la problemática del sector para buscar entre todos el crecimiento del mismo. “En Corrientes, el gobernador de la provincia, Gustavo Valdés, destacó en reiteradas oportunidades la importancia que le asigna a la cadena foresto-industrial”, indicó el subgerente de Operaciones de Masisa (Forestal Argentina), Fernando Dalla Tea.

Sin embargo, sobre el pedido de informe presentado por el diputado provincial Eduardo Vischi, para que el Ministerio de la Producción informe sobre el volumen exportable de rollizos de madera sin procesar, respondió ante la consulta de ArgentinaForestal.com una descripción coincidente con el empresario Jorge Rigoni, sobre cuales serían las debilidades de los aserraderos locales necesarias a superar para aportar al crecimiento actual y futuro: “La industria del aserrío requiere financiamiento para modernizarse, invertir en secaderos, prepararse para exportar (si bien hay varias que ya lo están haciendo) y necesita crecer para aprovechar la gran oferta de madera que existe”, explicó.

AF: La coyuntura de reactivación de la demanda de madera generó el planteo de preocupación de industriales de Misiones, Corrientes y Entre Ríos de que podría haber una restricción de materia prima de calidad para la industria local. En la zona centro de Corrientes sostiene el empresario Juan Ramón Sotelo que está comprometida la producción para la exportación a China. ¿Esto es así?

Lo que está ocurriendo con esta reactivación del mercado interno es que aparecen algunos cuellos de botella en cuanto a las capacidades de producción y de transporte, complicando el abastecimiento no sólo del aserradero, también de las otras industrias y de la exportación.

En cuanto a la disponibilidad de madera para el corto y mediano plazo, debemos confiar en el trabajo reciente de los inventarios forestales disponibles, a partir de los cuales se puede estimar un stock de 100 millones de toneladas y un crecimiento anual de 10 millones. De estos 10 millones de toneladas, solo se cosecha la mitad por falta de demanda.

 

AF: Como productores forestales, que opinan del planteo de los industriales? Por un lado, el planteo de los bajos precios que se paga por la materia prima en el mercado que afecta su rentabilidad y que señalan es histórico. Pero, por otro lado, hay una reactivación en el mercado entre junio y agosto. ¿Esto no se traslada a un mejor precio de compra de la materia prima?.

En los últimos 2 o 3 años se produjo una fuerte contracción del mercado interno (freno en planes de vivienda y obra pública y privada) que generó una de las mayores caídas en los precios de los trozos forestales de los últimos 20 años. Con la reactivación de ventas, hubo una leve recuperación de precios que esperamos pueda ir consolidándose en toda la cadena.

 

AF: En las reuniones de intercambio o del Consorcio Forestal Río Uruguay, donde se reúnen empresas y productores en un diálogo forestal ¿no se plantearon estas preocupaciones por la materia prima y logística, relacionando a las exportaciones de rollos sin procesar a China?

Para los problemas de transporte hay que buscar soluciones de fondo. Por ejemplo, seguir recuperando el tren de cargas Urquiza y desarrollar el proyecto de ambas hidrovías para reemplazar los fletes largos.

Para el corto plazo, generar las condiciones para inversión en nuevas flotas, ojalá sean bitrenes, y quizás desarrollar en el sector la manera de optimizar la escasa oferta de fletes que restringe la oferta actual.

 

AF: ¿Cuánto es el volumen que se exporta a China en pino y eucalipto? Es más rentable hoy el precio internacional de vender a china que colocar la producción en el mercado local?

No hay grandes diferencias en los precios que recibe el productor. En el año 2019, se exportaron aproximadamente 500.000 m3 de pino (eucalipto se hizo una prueba), en un volumen conformado por varios proveedores.

Pero ninguna de estos proveedores dejó de atender el mercado interno. Masisa vendió a industrias locales unos 500.000 metros cúbicos (m3) de pino y eucalipto, con lo que seguimos atendiendo nuestros 80 clientes (entre los cuales, hay 12 aserraderos de pino en Corrientes y Entre Ríos).

Por otra parte, los principales proveedores para la exportación de rollos de pino son tres empresas forestales, que además reforestan todo lo que se cosecha y por lo tanto, proyectan flujos de madera sostenidos en el tiempo y no dejarán de atender a sus clientes de mercado interno.

Masisa está por iniciar la cosecha de un bosque en la zona de La Cruz, que tiene hoy un stock de 3 millones de metros cúbicos, por lo que invita a industrias del sector a instalarse en esa zona de influencia.

 

 

Semanas atrás, ArgentinaForestal.com publicó un artículo con la  posición del directivo respecto al mercado forestal y los cuestionamientos que cada vez que zarpa un barco hacia China con rollos de coníferas sin procesar se reavivan.

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