Fuente: con información de CEPAL, ONU, UNESCO
AMÉRICA LATINA (9/8/2022).-En su resolución 49/214, de 23 de diciembre de 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió que el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo se celebrara el 9 de agosto de cada año. La fecha marca el día de la primera reunión, en 1982, del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Poblaciones Indígenas de la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos. En 1990, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó 1993 Año Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo
Según la CEPAL, en América Latina existen en la actualidad más de 800 pueblos indígenas con una población cercana a los 45 millones.
Las mujeres son pilares esenciales en las comunidades y pueblos indígenas y juegan un papel crucial en la preservación y transmisión de los conocimientos y prácticas tradicionales.
Tienen un rol colectivo y comunitario integral como cuidadoras de los recursos naturales y guardianes del conocimiento científico y cada vez más toman las riendas de iniciativas como la defensa de las tierras o la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas en todo el mundo.
El conocimiento tradicional de las mujeres ayuda a preservar la larga historia de interacción de estos pueblos con el medio natural, pero también abarcan un complejo cultural que va desde el lenguaje, los sistemas de clasificación y nombres o las prácticas de uso de recursos, hasta los rituales, la espiritualidad y las visiones del mundo.
A pesar del papel crucial que las mujeres desempeñan en sus comunidades como sostén familiar, cuidadoras, guardianas del conocimiento, líderes y defensoras de los derechos humanos, a menudo sufren niveles interseccionales de discriminación por motivos de género, etnia y estatus socioeconómico.
Su derecho a la libre determinación, el autogobierno y el control de los recursos y tierras ancestrales ha sido violado durante siglos, señalaron en un documento de la UNESCO.
Las mujeres indígenas han logrado avances pequeños pero significativos en los procesos de toma de decisiones en algunas comunidades. Son líderes a nivel local y nacional, y están al frente de la defensa de sus tierras, sus culturas y sus comunidades.
Sin embargo, la realidad sigue siendo que las mujeres indígenas están muy poco representadas, se ven afectadas negativamente y de manera desproporcionada por las decisiones que se toman en su nombre y, con demasiada frecuencia, son víctimas de múltiples expresiones de discriminación y violencia.
La propuesta de las organizaciones internacional es dar visibilidad para que la sociedad conozca su rol y así reivindicar el papel de estas heroínas.