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Arauco Argentina reactivó con normalidad la producción de celulosa en Misiones desde el fin de semana, tras el mes de parada técnica por mantenimiento

Desde la compañía explicaron la compleja organización que demandó una planificación previa de 4 meses y movilizó a más de 2.300 personas, entre ellas, más de cien expertos extranjeros, para la denominada parada técnica anual. La diferencia este año fue el contexto de emergencia sanitaria por coronavirus en la que llevaron adelante, con un riguroso protocolo que fue aprobado por el gobierno provincial. ante la cuarentena obligatoria al ingresar a la provincia o frente a síntomas de COVID-19. Funcionarios, sindicalistas y médicos destacaron la infraestructura dispuesta para la protección de sus colaboradores. En tanto, con la comunidad, las quejas se presentaron por un «fuerte olor desagradable» en el área de influencia de la planta, con una intensidad mayor a la que habitualmente deben «convivir».

Por Patricia Escobar

@argentinaforest

MISIONES (8/6/2021).- En un informe especial realizado respecto al protocolo de Salud, Seguridad Laboral y Ambiente propuesto por Arauco Argentina y aprobado por el gobierno de Misiones para llevar adelante la parada anual técnica  de manera segura en la planta de Celulosa en Puerto Esperanza, Misiones, reflejamos las distintas opiniones del proceso en un marco de emergencia sanitaria por COVID-19 en la provincia, el país y el mundo.

Desde ArgentinaForestal.com consultamos al ministro de Industria de la provincia, Nicolás Trevisán; a Sebastián Ascat, gerente de Personas, Salud y Seguridad de Arauco Argentina SA; a trabajadores y gremialistas del Sindicato de Obreros y Empleados Papeleros de Misiones (SOEP) como Héctor Careaga y Gustavo Guzmán; y también con el doctor Jorge Frowein, director de Zona Norte de Salud Pública y concejal de Wanda por el Frente Renovador.

La Planta Industrial de Celulosa en Puerto Esperanza mantiene su capacidad de producción de 350.000 toneladas por año de pasta de celulosa Kraft y Fluff, y un consumo aproximado de madera de 1.900.000 (Tn/año). Es una de las fábricas más antiguas del país, y desde la adquisición de Arauco en 1975, realizan inversiones para avanzar hacia las mejores tecnologías disponibles y procesos de blanqueo y descarga de tratamientos de efluentes líquidos y gaseosos, de manera de mitigar la contaminación ambiental y alcanzar mayor productividad.

En forma anual, planifican la parada de planta habitual para el mantenimiento técnico que se requiere por las características de esta industria forestal de procesos complejos. Se estima que la fábrica en marcha moviliza a más de 3000 colaboradores en la zona norte.

La parada anual de Arauco es programada habitualmente por 10 o 15 días, pero este año en particular la planificación por el mantenimiento necesario demandó prácticamente un mes de trabajo. En un contexto de pandemia por coronavirus, desde el 5 de mayo hasta los primeros días de junio, se llevaron adelante los ajustes técnicos, y para ello desplegaron desde la empresa un «protocolo único en la región y la provincia» en lo que respecta tanto a la inversión destinada a la prevención para todos los trabajadores de la fábrica, empresas de servicios locales, nacionales, y más de 100 expertos internacionales de primer nivel que llegaron de Brasil, Chile, Colombia, EEUU, Francia y Suecia.

Desde la empresa, informaron que «se culminó con el proceso con una parada segura y dentro de lo programado, se pasaron las etapas de las 48 horas críticas este fin de semana, volviendo a operar la planta de Esperanza con normalidad desde este lunes», sostuvo Sebastián Ascat.

En las semanas transcurridas, a la preocupación por el COVID-19 se sumaron cuestionamientos de la comunidad que se expusieron a través de las redes sociales ante un audio que fue viralizado de origen anónimo sobre el supuesto «incumplimiento del protocolo con personas con positivo de COVID-19 detectados por parte de la compañía». Pero resultó una «fake news» ya que a la fecha no se concretó ninguna denuncia oficial y fue descartado por funcionarios de la provincia y la propia empresa, iniciando una investigación interna respecto al origen o motivaciones de intención de daño con la viralización de un audio anónimo frente a la sensibilidad social por coronavirus.

Otro aspecto que sí se denunció a las líneas de comunicación directa que habilitó Arauco con la comunidad, estuvo relacionado a las quejas de los vecinos de las localidades cercanas a la planta de Celulosa por la propagación en el aire de «fuertes olores» que desprendía la fábrica.

Sobre este punto, desde Arauco se respondió e informó a la comunidad respecto a los trabajos que se realizaban y los motivos que provocaron que se intensifiquen los olores durante algunos días de la parada de planta de Esperanza, asegurando que se originaban en el proceso de recuperación y tratamiento que «libera un olor altamente sensible al olfato humano, libre de toxicidad».

De igual forma, la situación volvía irascible a más de un vecino de la zona de Wanda y Puerto Esperanza, que volcaban sus quejas en forma recurrente a través de las redes sociales.

Nicolás Trevisan  durante su visita a la Planta de Celulosa, en Puerto Esperanza.

Protocolo riguroso

Sobre el protocolo implementado por Arauco, el ministro de Industria de la Provincia, Nicolás Trevisán, expresó que  “la información que tenemos hasta ahora es que se llevó adelante una parada industrial segura, Arauco nos informó en abril del protocolo de salud y seguridad que establecieron y realmente es muy riguroso desde el inicio de la pandemia, pero se reforzaba en la parada anual. Es único no solo en Misiones, sino en toda la región”, destacó el funcionario en contacto con ArgentinaForestal.com.

Agregó que no había hasta el momento alguna denuncia realizada ante organismos del Estado respecto a un posible incumplimiento del protocolo por parte de la compañía. Y si bien desconocía el contenido del audio anónimo que fue viralizado y difundido a  través de algunos medios, lamentó  «la circulación de información falsa ante una situación tan grave como la que se atraviesa por coronavirus, generando inquietud o mayor preocupación en un momento de extrema sensibilidad social”, dijo el ministro.

Por su parte, en comunicación con el doctor Frowein, coincidió respecto a la opinión de las medidas rigurosas que fueron adoptadas en la empresa forestal por prevención  al ingreso de la planta industria. Pero alertó respecto a la necesidad de reforzar el comportamiento de los vecinos y las responsabilidades individuales en la ciudad para evitar contagios por COVID-19.

“La realidad es que se necesita de un cambio en los hábitos en la comunidad que aún no dimensiona los riesgos. No me preocupa tanto la empresa como sí el comportamiento social. No vemos que los vecinos se ajusten a los protocolos vigentes mínimos y eso aumenta en forma directa en el nivel de los contagios porque el virus circula en toda la provincia”, remarcó el médico.

Desde el Sindicato de Obreros y Empleados Papeleros de Misiones (SOEPM) también valoraron el trabajo de control que se lleva adelante en la compañía en resguardo del personal de la planta industrial.

«El Sindicato fue parte activa de la elaboración del protocolo, tuvimos capacitaciones, nos hacen testeos permanentes para ingresar a la planta, nos entregaron kit personales de barbijo, alcohol en gel, hasta nuestro propio equipo de mate para que evitemos compartir. Estoy seguro que hay más control y acompañamiento en la empresa a los trabajadores que en la ciudad de Wanda a los vecinos, donde se puede observar con una simple recorrida que no se ajustan a las medidas dispuestas obligatorias de prevención», dijo Héctor Careaga, vocal primero del gremio, operario de la empresa de varias décadas y ex secretario gremial del SOEP.

Desde el inicio de la pandemia, Arauco destinó una inversión millonaria en testeos diarios e infraestructura especialmente diseñada al cumplimiento del protocolo relacionado al espacio físico, las distancias y los equipos de protección.

“La parada técnica anual de la planta de Celulosa no se pudo hacer el año pasado, y los equipos y calderas necesitaban mantenimiento, por lo que era impostergable parar este año. Nos llevó un trabajo de 4 meses planificar toda la logística, disponer de todos los permisos y protocolos, adecuarnos a los requerimientos de altas y bajas para los especialistas que llegaron del extranjero o de otras provincias, porque cada destino tiene sus requerimientos administrativos y sanitarios, con el objetivo de llevar adelante durante todo mayo una parada segura, aunque más compleja que otros años”, explicó Sebastián Ascat.

Las actividades de mantenimiento en Esperanza comenzaron el 5 de mayo y retomaron con normalidad este fin de semana, superando las 48 horas claves y progresivas de puesta en funcionamiento de las líneas de producción. “Se finalizaron los ajustes técnicos y podemos decir que ya estamos operando con normalidad la planta de Celulosa en Esperanza”, confirmó el directivo de Arauco.

Respecto al audio anónimo, el directivo indicó que desde la empresa «hemos respondido llamados y consultas a nuestras líneas directas con la comunidad. La circulación y el ruido que se generó de inquietud a los vecinos frente a una información falsa, fue externo a la empresa. Dentro de Arauco (y quienes saben como se trabaja en forma interna), no fue algo que nos preocupara ya que estuvimos siempre muy tranquilos con todo lo que veníamos realizando con el protocolo establecido. También se debe entender que son acciones preventivas, no podemos evitar contagios porque el virus esta en toda la provincia y no depende solo de la empresa. Hay casos positivos de COVID-19 entre nuestros trabajadores o prestadores de servicios, como hay en toda la provincia, el país y el mundo. Y cuando se detecta, se activa el protocolo establecido por las autoridades correspondientes de Salud Pública”, planteó Ascat.

Infraestructura adecuada para el personal y disposición de «burbujas» para los testeos diarios.   

En Arauco implementaron la metodología de “búsqueda activa” donde realizaban testeos aleatorios, además del control de ingreso a la fábrica, para detectar posibles enfermos «asintomáticos».

En forma diaria, los resultados obtenidos de casos positivos eran informados con las autoridades de Salud Pública de la zona. “Hay un protocolo vigente y se trabaja en conjunto, esta situación epidemiológica demanda de una red de prevención que empieza en nuestra empresa, pero también debe seguir en el municipio, en la provincia y la Nación. En caso de detectar positivos y asintomáticos es una manera de cuidarnos entre todos en Misiones. En Arauco preservamos el ingreso seguro a la planta industrial por la salud de los nuestros colaboradores y la continuidad de nuestras operaciones, pero además ese control nos permite ser fuente de información para el sistema sanitario de la zona norte, ya que reportamos los resultados a las autoridades correspondientes”, dijo Ascat.

La parada técnica de planta demandó un cronograma de trabajo con la circulación en todo el mes de más de 2.300 personas. «Entre ellas, llegaron 100 expertos extranjeros, otras 300 prestadoras de servicios extra provinciales (Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Tucumán), hubo más de 1.100 operarios involucrados; donde 800 son de Misiones, esencialmente de Puerto Esperanza, Wanda y Puerto Libertad”, detalló Ascat.

    Empresas de servicios fueron capacitadas  para aplicar los protocolos diarios en la planta.

Jorge Frowein, director de Zona Norte de Salud Pública: «La comunidad aún debe cambiar los hábitos y ajustarse a los protocolos»

Para el director de Zona Norte de Salud Pública, la complejidad para el control durante la parada de planta se pudo haber presentado debido a que había personas que fueron alojadas en diversas localidades vecinas a Esperanza. “Por más que los resultados de PCR le dieron negativo para ingresar a Misiones y el control antes de ingresar a la industria, después de la jornada laboral todos volvían a sus casas o alojamientos, e interactúan con la comunidad. Mi mayor preocupación aún es la gente de la comunidad, no la empresa. Hay que trabajar más desde los municipios para generar conciencia en la población de Wanda, Libertad, Puerto Esperanza y Puerto Iguazú respecto a lo complejo que la situación de contagios de COVID-19 donde la curva va en ascenso y los vecinos aún así no cumplen las medidas de seguridad básicas y obligatorias”, recalcó Frowein.

“La realidad es que la mayoría de los vecinos en Wanda no acatan las mínimas recomendaciones. Con recorrer las localidades, los barrios, los supermercados, se puede observar que no usan el barbijo o no lo usan en forma adecuada, no cumplen el distanciamiento social, organizan reuniones familiares, es decir, aún no pasan de la queja a los cambios reales de hábitos. Todos somos responsables de cuidarnos del COVID-19, tanto la empresa, los trabajadores, la sociedad y el gobierno, pero aún hay mucho que no lo entienden en la localidad”, expresó el director de Salud Pública de la Zona Norte.

En esta línea, el médico opinó que “urge en la zona la necesidad de una fuerte campaña de prevención ante los casos de COVID-19 positivos que se están dando con una curva que va creciendo en cuanto a casos positivos testeados”, expresó Frowein. Desde el uso de barbijo correcto, el evitar compartir el mate, las reuniones familiares, el distanciamiento social, entre otras recomendaciones que por razones culturales no se logra que la practiquen en la vida cotidiana.

Y el virus de COVID-19 es de circulación comunitaria, nadie está exento de contagiarse.

“La gente no toma real conciencia de la gravedad de la circulación del virus en todo el territorio provincial. No se puede naturalizar la circulación de virus, es una nueva forma de vivir, porque el cuidarse es tratar de evitar más muertes. Más allá de ese audio anónimo que circuló, el no cumplimiento del protocolo hay que denunciar ante los organismos que corresponden. Por otro lado, los contagios no se deben a una sola empresa, es responsabilidad de todos los empresarios de servicios y sus trabajadores, de los operarios de la planta, de sus familias, de todos los vecinos. Lamentablemente en nuestro municipio la toma real de conciencia para mucha gente llegó con la muerte del intendente Felipe Jeleñ», reflexionó en la entrevista.

Frowein expresó que “la muerte del intendente Jeleñ derivada del COVID-19 fue un quiebre en la comunidad. Desde el dolor muchas personas tomaron más conciencia. No digo que hay que tener miedo, eso no es sano tampoco. Pero si respeto por el virus y las enfermedades en la que puede derivar. Hay que evitar por ello el contagio, porque es la manera de proteger a las familias, a sus compañeros de trabajo o con los que diariamente se convive. Es cuidarnos entre todos, pero realmente cuidarnos. De eso hablo, y puedo decir que en estas últimas semanas recién se empezó a notar más cuidado en la comunidad, pero aún hay mucho por cambiar para entender la gravedad de esta pandemia”, expresó el médico.

Tras el reciente fallecimiento del intendente lo reemplazó en forma interina el concejal Andrés Kupper, quien reactivó el Comité de Crisis -del que participa el director del Hospital y las fuerzas de seguridad-  y restablecieron desde el viernes 21 las medidas de restricciones, con una resolución ad referéndum del Concejo Deliberante de la Colonia Wanda.

Sobre la parada técnica realizada, Frowein sostuvo que en el Concejo Deliberante de Wanda estaban informados de las actividades que se llevarían adelante en el transcurso de mayo y respecto a los protocolos que lleva adelante la compañía foresto-industrial aseguró que “son muy rigurosos para todo quien ingrese a trabajar a la industria y sus propios operarios. Tienen controles respecto al uso de barbijo, el distanciamiento dentro de la industria tanto para el personal directo como para sus contratistas, proveedores y empresas de transporte. Hay test diarios para disminuir riesgos, pero de todas formas, nadie está exento de contagios porque hay una interacción después desde la empresa con la comunidad, y en Wanda el incumplimiento del protocolo es una realidad”, dijo el concejal.

“Los operarios, profesionales y especialistas deben ajustarse a un riguroso control para trabajar en Arauco, pero si en los hoteles, en el supermercado, el restaurante o donde quiera circulen la gente no toma los recaudos, el contagio de COVID-19 es una posibilidad real, porque el virus es de circulación comunitaria”, remarcó.

Agregó que todos tienen un grado de responsabilidad en la sociedad de cuidarse, y también hay un límite en el que se depende del cuidado del otro. “En el caso de Salud Pública, no es nuestro rol controlar que la gente cumpla con el protocolo sanitario. Nosotros lo que hacemos son los testeos, llevamos adelante el programa de vacunación, atendemos a quienes requieren aislamiento interno, recomendamos a los pacientes positivos el tratamiento con Ivecmetrina. En el caso de aquellos pacientes de mayor riesgo por edad, obesidad, diabetes y demás, aplicamos tratamiento con niveles de plasma”, detalló Frowein.

En esa línea, a más de un año de la pandemia y con la curva en ascenso por contagios de COVID-19 -frente a nuevas restricciones en el país ante la segunda ola- el médico dijo que “excede a Salud Pública controlar a los vecinos en el cumplimiento de lo mínimo que se les pide: quedarse en casa en lo posible, usar en forma correcta el barbijo, no organizar ni asistir a reuniones sociales, no compartir el mate, lavarse las manos en forma frecuente, y estar muy atentos a la temperatura corporal. Estas recomendaciones son parte del cambio cultural que en Wanda cuesta mucho lograr que las personas incorporen, y eso es un riesgo de posible contagio”.

Para Frowein, no hay margen para relajarse en la comunidad “porque mueren personas por ello”.

Para graficar con un ejemplo sencillo, dijo que “si uno entra al supermercado y no todos los que ingresan tienen barbijo, y el dueño del negocio tampoco se lo exige a esa persona para ingresar porque piensa que si lo hace pierde un cliente o una compra, en realidad lo que debería pensar es que está salvando una vida. La suya propia, la de sus empleados y sus clientes. Esto es lo que aún no se logra comprender en Wanda y localidades vecinas”, insistió Frowein.

El médico indicó que la curva de contagios incrementó en los últimos meses en la localidad y en la actualidad “está en una meseta alta. Hay que lograr bajar la misma. La vacunación ayudará en ello, pero manteniendo las mismas restricciones actuales de confinamiento y los protocolos de prevención. La vacuna no evita los contagios. Por otra parte, se ha incrementado el número de jóvenes con test positivo y son esos los datos a los que hay que prestar atención para que las autoridades locales refuercen los controles y las campañas de prevención”, expresó.

SOEP: «Los trabajadores están capacitados y cuidados»

El gremialista Héctor Careaga participó con sus compañeros del proceso de elaboración del protocolo de Seguridad Laboral por COVID-19 implementado en Arauco y de las capacitaciones de Higiene y Seguridad para los operarios que permitieron ajustarse a los cambios en la manera de trabajar por la emergencia sanitaria que rige en el país y la provincia. Lleva casi 20 años trabajando en la empresa y en la actualidad se encuentra de licencia, “pero todo el año pasado participé del proceso de capacitación que se dictó para todo el personal, y estoy en diálogo permanente en el gremio con mis compañeros”, aclaró. “Por eso, puedo decir que hay seguridad laboral para los compañeros, están capacitados porque el Sindicato fue parte de la elaboración del protocolo para su cuidado ante la pandemia”, aseveró.

Explicó que también las recomendaciones de prevención y seguridad de la empresa forestal la llevan a sus hogares, en el marco del Programa “Familia Segura” que se promueven desde la compañía.

Careaga indicó que este año la parada de mantenimiento técnico de la Planta de Celulosa era “impostergable” porque los servicios técnicos que necesitaban las calderas -al ser una fábrica con sectores muy antiguos- no podían extenderse más tiempo. “De no hacerlo era un riesgo para el funcionamiento de la planta industrial en general y para los propios trabajadores. Por la pandemia se hizo una parada especial de un mes, había que hacer instalaciones complejas, se necesitaba personal especializado en soldadura de alta presión y otros trabajos, que sumado al protocolo y las  restricciones por coronavirus, todo el proceso fue diferente a otros años”, describió Careaga.

“Las paradas de emergencias en la planta de Celulosa eran constantes en los últimos meses porque se filtraban los caños de la caldera y debían realizar reparaciones temporales. Con esta parada se espera lograr los ajustes en Calderas, Digestor, Generadores, Chipeadoras, entre mejoras de procesos en general”, detalló.

El trabajo en las Calderas de la fábrica de Esperanza demandaba de personal calificado y especializado. “Desde el SOEP siempre planteamos a la empresa y al Gobierno, que en el marco de la Responsabilidad Social debieran crear un Instituto Técnico de Formación Industrial para dictar especializaciones en trabajo de riesgo en las fábricas de celulosas, papel o bioenergía. Se necesita personal con conocimiento para Soldadores de Alta Presión, Cañerías, Instrumentistas. En la zona norte es poco o nulo lo que hay disponible, y por eso siempre se requiere personal calificado de afuera de Misiones. Es una falencia que tenemos para la industria en la provincia. De formarse personal, después se puede hacer un registro para ser contratados por otras industrias que demanden mantenimiento de calderas o cuenten con plantas de generación de energía de biomasa forestal, como Pindó, Don Guillermo, Papel Misionero, o ahora en Cerro Azul. Es algo que se necesita”, planteó Careaga.

Respecto a las reformas de infraestructura para el personal de planta por seguridad, en la fábrica se montaron “burbujas” para los testeos a los operarios antes de ingresar a la fábrica, se controla la distancia y el uso del barbijo en forma correcta, hay una empresa de servicio de desinfección y sanitización de las áreas en forma permanente, se ampliaron los comedores con un sistema centralizado para todo el personal que trabaja en la fábrica, desde los directivos, administrativos y colaboradores directos y contratados.

“A todo el personal  se le entregó un kit con sus elementos de protección individual correspondiente, incluso el equipo de mate ya que es otro elemento de protección en la jornada laboral, y una manera de evitar la costumbre de compartir el mate. El operario esta cuidado, y si algo falta, recurren al SOEP desde donde se gestiona con la empresa lo que sea necesario de conseguir”, aseguró Careaga.

Finalmente, reflexionó sobre el audio que se filtró y lamentó que se acuse a quienes trabajan en la planta de ser los responsables de contagios de COVID-19. “La realidad es que el riesgo de contagio está en todos lados desde hace casi un año, no es solo en el ámbito laboral de Arauco. Cuando los operarios vuelven a sus casas también conviven con la comunidad, y de nada sirve que estemos en una burbuja de protección si después salimos a la calle y los vecinos no usan el barbijo en forma correcta o no respetan el distanciamiento social. Se naturaliza una situación cuando todos son responsables de cuidarse para evitar contagios. No hay culpables de COVID-19, hay que cuidarse. Esta es mi opinión como ciudadano de Wanda, porque veo que no se toma conciencia lamentablemente. Estamos a un año de pandemia y con la situación grave que se enfrenta, incluso con la muerte del intendente (Felipe Jeleñ) de Wanda, la gente en general no cambia su conducta y no se ajusta a los protocolos”, concluyó.

Por su parte, Gustavo Guzmán -personal de riesgo por comorbilidades frente al riesgo de contagio de COVID-19- y sindicalista del SOEP, opinó que “hay más protocolo dentro de Arauco que en toda la zona norte. Sabemos de más gente con positivo de COVID-19 que lo que se reporta en la localidad de Wanda, por ejemplo. Los vecinos aún no toman real conciencia de la importancia de cumplir con el protocolo”.

La preocupación por los contagios en la zona norte tiene más de 3 meses, indicó Guzmán. «No se reportaban los hisopados positivos diarios. El frío complicará aún más la situación, y la sociedad aún no toma conciencia, no respetan el protocolo de distancias, el uso del barbijo. Es un falso verde en el que supuestamente nos encontramos en el municipio. Los jóvenes salen, se reúnen, se besan y abrazan. La parte humana y cultural no cambia. En Wanda no se tomo con la seriedad necesaria la pandemia. El protocolo de Arauco podría aplicarse en la comunidad, pero implica un control riguroso. Es responsabilidad de todos cuidarse, no solo en la empresa puede haber contagios como muchas personas cuestionan. De nada sirve cuidarse en la planta industrial si llegas a tu casa  y nadie tomó los recaudos. Escondiendo información tampoco se ayuda a los vecinos, porque sienten una falsa seguridad. Es complejo, porque esto es algo cotidiano, hay que cuidarse todos los días pero vemos que en el pueblo que esto no sucede. Nos ayudaría que los medios de comunicación recorran un poco la zona norte y muestren esta realidad”, concluyó.

 

Nicolás Trevisán, ministro de Industria de Misiones: “El protocolo de seguridad laboral en Arauco es único en la región”

En contacto con ArgentinaForestal.com el funcionario indicó que no se había registrado ninguna denuncia por incumplimiento de protocolos por coronavirus en la planta de celulosa de Arauco Argentina en Puerto Esperanza, y las zonas de influencia en la que operan como Wanda, Libertad e Iguazú.

“Desconozco el audio anónimo que circuló, pero no hay ninguna denuncia realizada contra la empresa que tenga conocimiento a la fecha en nuestro ministerio. Lo que puedo aseverar es que Arauco Argentina presentó en detalle a las autoridades de gobierno nacional y provincial el protocolo sanitario, el plan de trabajo a realizar y el listado de personas destinadas al mantenimiento técnico para lograr una parada de planta segura, con una inversión millonaria destinada a rigurosos testeos y controles durante el tiempo que durará la misma. Las medidas de seguridad que implementó Arauco son únicas en la región, no hay en ninguna otra industria con un protocolo tan riguroso”, dijo el ministro de Industria, Nicolás Trevisan.

Agregó que es realmente “impresionante” el operativo desplegado en la planta de Celulosa para el trabajo de una parada de planta segura, que por el mantenimiento técnico se realizó desde el 5 de mayo a los primeros días de junio.

“El protocolo de la compañía supera a todo lo que hay en protocolo de Salud y Seguridad Laboral en las empresas de Misiones y la región, han destinado miles de dólares para los testeos diarios, hay alquilado chárter privados para la llegada de algunos de los expertos internacionales, han informado a las autoridades de la provincia (Salud Pública, Trabajo, Ecología, Industria) la nómina de personas abocadas a las actividades de la parada de planta para hacer un trabajo complejo en toda la logística, pero seguro. El virus está presente en Misiones, y todos debemos ser responsables, desde la empresa, los empleados, los especialistas extranjeros, las contratistas, las empresas de servicios extraprovinciales y sus trabajadores, la compañía forestal y la comunidad en general”, indicó Trevisan.

“Los ingenieros y expertos que ingresaron a Misiones debieron pasar por varios controles al llegar y nuevamente al regresar a su destino, por los protocolos sanitarios vigentes en el país y la provincia. Los extranjeros tienen testeos desde antes de salir de su país de origen, al llegar a Buenos Aires, para ingresar a Misiones y, además, cuando llegan a la zona norte deben hacer cuarentena en sus respectivos hoteles. Recién pasada este período  van a la planta, donde nuevamente se les hace un PCR para comenzar a trabajar dentro de la industria. Son medidas estrictas establecidas por la compañía por prevención y entiendo que ante casos positivos están informando en forma directa a Salud Pública de Misiones”, explicó el ministro.

Finalmente, confirmó que Arauco invirtió más de 40 millones de dólares este año para la parada técnica anual y realiza más de 400 testeos diarios. “De todas formas, contagios pueden haber, pero no porque hayan llegado personas de afuera por la parada de planta, sino porque el virus es de circulación comunitaria en Misiones, y puede suceder que se contagien en algún descuido en la provincia. Por ello, tantos controles de parte de la empresa forestal”, indicó el funcionario.

 

Parada segura por Salud, pero malestar de la comunidad por fuertes olores en el ambiente

Sebastián Ascat, gerente de Personas y Seguridad Ocupacional de Arauco, precisó el contexto complejo de trabajo que se llevó en la Planta de Esperanza para lograr una parada segura. Pero esto no implica que no se hayan detectado casos positivos. «Tenemos más de un año de experiencia, llegamos entrenados a la parada anual y reforzamos el protocolo interno, como también estuvimos muy atentos a lo que sucede en la comunidad», indicó.

Arauco mantuvo sus actividades industriales durante toda la pandemia en 2020, moviliza habitualmente más de 3 mil colaboradores en la provincia entre las fábricas del Complejo de Puerto Piray, Puerto Esperanza y Libertad. “Era necesaria la parada técnica, además teníamos que avanzar en la ejecución de la inversión prevista de 100 millones de dólares para realizar ajustes y plan de mejoras tecnológicas de los procesos de producción de la fábrica de celulosa. En Salud, se destinaron más de 40 millones de dólares para hacer frente a todo el protocolo en un contexto de pandemia que en las últimas semanas nos encontró con un escenario de mayor riesgo que al inicio. Había más restricciones a nivel nacional, con una nueva ola de contagios”, expresó.

En Arauco se han registrado personal con COVID-19 positivo. Al respecto, dijo que «la pandemia es una realidad con la que convivimos y el protocolo es una herramienta más de prevención. Durante la parada de planta incluso tuvimos un colaborar internado en Iguazú con asistencia mecánica y riesgo de vida. Es decir que a pesar de las medidas vigentes, los contagios por coronavirus  suceden», agregó.

Se contempló una infraestructura adecuada para cumplir con el distanciamiento social del personal tanto en horarios claves como ingresos y refrigerios. Se montaron «burbujas» para los testeos y se contrató profesionales para llevar adelante estos controles que realizan con la colaboración del Laboratorio CEBAC.

«Se trabajó en conjunto con el Sindicato de Operarios de la Industria Papelera, Celulosa y Cartón de Misiones, las empresas de servicios y contratistas locales también recibieron capacitación permanente, indumentaria especial, kit personal, además de implementar la campaña de prevención “Familia Segura” para que los propios trabajadores generen conciencia respecto al COVID-19 en sus hogares», comentó Ascat.

“Los primeros días de junio comenzó la puesta en marcha en forma progresiva, y este fin de semana pasó todas las pruebas y se puede decir que ya está operativa nuevamente la planta de Celulosa con normalidad”, afirmó el directivo.

El protocolo implementado en la parada de planta contemplaba controles cruzados ante las medidas y restricciones vigentes para ingresar o salir de Misiones y de la Argentina. “Se realizaban triples controles para quienes llegaron del exterior: el gobierno nacional exige el PRC Negativo antes de subir al avión, sea el destino que fuera. Una vez en Buenos Aires, en Aeropuerto también realizan un nuevo test y con el resultado negativo viajan a Misiones, donde al llegar se realizan un nuevo control, en la localidad se instalan en su alojamiento para realizar una cuarentena preventiva de 7 días, y antes de ingresar a la planta de Esperanza se los volvía a testear. Recién allí ingresaban a la planta a trabajar», describió Ascat.

«Además, en Arauco realizamos testeos aleatorios, donde al azar controlamos al personal en cualquier momento del día para detectar aunque no registre síntomas, por ser posible que sea asistomático. Una persona que está incubando el virus y aun no sabía que tenía la enfermedad puede ser detectada y evitar contagios estrechos. Si daba el test positivo, se retiraba de la planta a realizar el aislamiento en su casa o el hotel, con un seguimiento desde la empresa”, detalló el directivo.

En paralelo, la empresa habilitó una línea de comunicación directa con la comunidad para que los vecinos consulten cualquier inquietud, y la mayor queja registrada fue respecto a los olores que durante estas semanas debieron “soportar” entre Wanda y Esperanza, que fueron más intensos a lo que habitualmente perciben.

“Efectivamente, el trabajo mantenimiento de parada de planta generó este inconveniente durante algunos días”, dijo Ascat. Ante la situación de «malos olores» percibidos en las localidades cercanas a la Planta Celulosa, desde Arauco Argentina comunicaron que se ocuparon “para dar una rápida respuesta y minimizar las molestias ocasionadas”, señaló.

Dentro de las actividades que se realizaron durante algunas semanas en la Parada anual para poner la Planta en las mejores condiciones de operación, el proceso de recuperación y tratamiento liberó un olor altamente sensible al olfato humano, libre de toxicidad, pero muy molesto para la comunidad.

“Entendiendo que las condiciones climáticas de viento y niebla pueden dispersarlo a las localidades vecinas, se puso en marcha un plan de contingencia que contempló la adaptación de los horarios de trabajo y un monitoreo constante para evitar molestias a los vecinos”, indicaron.

Con estas medidas esperan que comience a reducir sustancialmente esta situación desde el domingo, una vez que comiencen los procesos de arranque de la planta y funcionamiento normal.

Los olores “no tuvieron ningún tipo de riesgo para la comunidad y el procedimiento no afecta de ninguna manera al tratamiento seguro de los efluentes”, informaron des Arauco, según el monitoreo de las mediciones de aire realizadas por la compañía, tanto dentro como fuera de Planta.

Acción con la comunidad

“Con el municipio de Wanda llevamos adelante trabajos de comunicación en conjunto con Salud Pública y Sindicatos, para llegar a la comunidad con un mensaje respecto a la importancia del cuidado sanitario ante el COVID-19 y la responsabilidad individual”, concluyó Ascat.

Los protocolos se realizan en forma rigurosa dentro del ámbito de trabajo de la empresa, y con la comunidad de llevaron adelante campañas de prevención, charlas y entregas de kit de protección personal, como barbijos, alcohol en gel, etcétera.

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