Claudio Terrés, de la AFCP : “La crisis argentina podremos superarla, hay que prepararse como un equipo, mirando a futuro y generando las condiciones para las grandes inversiones”

En una entrevista exclusiva con Claudio Terrés, ejecutivo de Ledesma, presidente de la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel de la Argentina (AFCP) y representante por este sector en el Consejo Foresto-industrial Argentino (CONFIAR), se refirió a la actualidad de la economía del país, el gran trabajo que aún hay que realizar para generar las condiciones de previsibilidad para atraer grandes proyectos celulósicos papeleros. “La foresto-industria es un sector estratégico para el futuro, es sostenible y ha evolucionado en forma fabulosa en todos sus procesos gracias a la ciencia y las tecnologías”, asegura el dirigente empresario.

 

Por Patricia Escobar

@argentinaforest

 

BUENOS AIRES Y MENDOZA (17/5/2023).- El presidente de la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel de la Argentina no pierde oportunidad para plantear el enorme potencial de crecimiento que tiene la actividad. En una entrevista de agenda abierta con ArgentinaForestal.com, que fue realizada tras su participación en el VIII Congreso Forestal Latinoamericano (CONFLAT) y V Congreso Forestal Argentino en Mendoza -donde asistió al evento paralelo organizado por el Gobierno de Corrientes y cerrar con su participación en un panel del Consejo Foresto-industrial Argentino (CONFIAR)-, Claudio Terrés se refirió a la actualidad compleja de la economía del país, pero también insistió en pensar a futuro para estar preparados como sector para que “cuando se logre salir de la misma, tengamos un equipo fuerte y preparado para competir a nivel mundial. Tenemos todas las condiciones para ello”, dijo.

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AF: Estamos en un contexto de un evento que promueve las inversiones foresto-industriales en Corrientes, pero al cerrar las exposiciones quedó el planteo de que aún falta que el país acompañe con una macroeconomía previsible o con medidas que generen condiciones para las grandes inversiones extranjeras. ¿Qué respuestas faltan aún de la Argentina para concretar inversiones?

CT: Hoy, la condición principal para que se abra el camino para atraer las grandes  inversiones en modernas plantas de celulosa va de la mano de la macroeconomía del país. Y hasta que Argentina no esté en condiciones de asegurar una inversión de esta magnitud, como es una industria celulósico papelera que ronda en más de 2.000 a 4.000 millones de dólares, creo que esa será la principal traba que tenemos para recibir o pensar en la llegada de inversiones extranjeras y a escala, para ser competitiva.

No digo que no haya un socio local que pueda dar el puntapié inicial, que los hay en el país, como es el Grupo Arcor, Arauco, y hay otras empresas nacionales que empiezan a sumarse como Central Puerto que ya entro en el negocio forestal, y hay muchos más que podrían serlo.

No digo tampoco que tengan la capacidad de una inversión de esta magnitud, pero sí podrían ser un socio local importante para poder avanzar.

El otro tema que frena estas inversiones es la Ley de Tierras que limita a estos proyectos. En este sentido, la provincia de Corrientes ha hecho mucho para superar estas barreras y generar un escenario lo más propicio posible para la inversión foresto-industrial.

En el evento paralelo que se realizó en Mendoza, en el marco del Congreso Forestal Latinoamericano y Argentino, expresé nuestro reconocimiento en este sentido al gobierno de Corrientes porque es la provincia que más ha avanzando en el marco normativo de las Mejores Tecnologías Disponibles (MTD) en línea con lo que ocurre a nivel internacional para que se puedan dar todas las posibilidades a la instalación de nuevas industrias forestales.

De hecho, la provincia ya está recibiendo grandes inversiones en el sector, como el aserradero de los socios inversores austriaco belga con el proyecto ACON Timber que se podrán en marcha a fin de año en Gobernador Virasoro. Obviamente, no es de la magnitud de una planta de celulosa o biorrefinerías, pero es un “mega aserradero” de los más modernos, y que movilizará la economía de la región.

 

AF: En la región de la Mesopotamia, se ha identificado con un Plan Estratégico que la localización para una nueva planta de celulosa competitiva sería entre  Corrientes y Entre Ríos. ¿Es así?

CT:  Si, pero considero que Corrientes ha hecho todos los deberes para concretar estos proyectos, mucho más que Entre Ríos, que es una provincia que no está siguiendo esa línea.

Hasta ahora, con este escenario, tengo el convencimiento personal que la primera inversión extranjera de Celulosa y Papel se instalará en Corrientes. Igualmente, si bien esta claro este reconocimiento de que en la provincia se ha logrado avanzar mucho, no es suficiente, porque en la Argentina aún queda todavía mucho por hacer. Y esto condiciona.

Dependerá del marco normativo a nivel nacional y cómo el gobierno se rearma para impulsar o no determinado sector. De hecho, la foresto-industria está muy bien posicionada a nivel nacional en la actualidad, y esto más allá del color político, lo que es muy positivo.

Si bien el Estado Nacional no ha tomado el sector foresto-industrial como a Vaca Muerta, a la industria del litio o la minería, en las últimas décadas se logró que se identifique la relevancia del sector forestal. Hoy tiene otro lugar en la política y avanzó mucho en la agenda pública.

Por eso, creo que estamos más cerca de generar las condiciones, no hay que bajar los brazos.

En la Argentina todos tenemos que atravesar esta crisis financiera económica enorme, pero tenemos que hacerlo como equipo. Esto no da para más. Habrá que tocar fondo y entre todos hacer un gran esfuerzo para salir de esta crisis. En eso, vamos a tener que estar todos unidos. Y en paralelo, vamos a tener que prepararnos como país y como sector.

Ese momento va a llegar, esto va a pasar, y para ese momento tenemos que estar todos unidos, tener los deberes hechos para arrancar. Hay que prepararse para eso.

Claudio Terrés, presidente de la AFCP

Una industria sostenible y clave para el futuro

AF: Si desde la AFCP tendrían que explicarle a “Doña Rosa” porqué es necesario que el país genere las condiciones para la instalación de una mega planta de celulosa extranjera y no otro proyecto industrial de base forestal como una planta de tableros o madera estructural CLT , OBS, pellets, etcétera. ¿Cómo le explican a la sociedad que se requiere de estas industrias, que son sostenibles y no contaminantes como décadas atrás, que han evolucionado en MTD y en procesos, que son el reemplazo para los combustibles fósiles?

CT: En general el mundo está cambiando, posiblemente en la sociedad no se perciba aún, sin embargo los cambios que se están dando en esta industria a nivel internacional son realmente desde lo ambiental importantes. De hecho, en el mundo ya existe un rechazo a los materiales plásticos, por ejemplo. Y serán reemplazados por productos de base forestal.

Los materiales fibrosos (madera y celulosa) tienen un futuro enorme, ya sea por el rol para la humanidad, que reemplazará en algún momento a todos los bienes de consumo en plástico y petróleo, dando respuesta a la demanda de un consumo responsable.

El reemplazo de todo lo que es más contaminante, desde la ciencia, se ha logrado dar respuesta de una manera fabulosa. Y avanza de la mano de todo lo que viene del vegetal, de la naturaleza, hacia la nanotecnologías, biorrefinería, bioeconomía y economía circular.

Hoy el uso de las fibras vegetales como la madera y la pasta celulosa en general (o cualquier vegetal) tiene la posibilidad a través de este material, de incorporar transformando en un producto terminado de uso habitual con un fin biodegradable, reciclable, reutilizable, lo que se denomina en línea con la economía circular.

Las grandes plantas de Celulosa y Papel en el mundo y la región, son modernas, innovadoras, tecnológicas y sostenibles desde lo ambiental, gracias a la Ciencia y Técnica.

Entonces, el futuro de la celulosa en el mundo está dando un giro muy importante a los usos y costumbres que veníamos practicando, del consumo de los fósiles derivados del petróleo. Esto realmente está llegando a su fin, posiblemente falten 10 o 15 años más, pero es un camino que no tiene retroceso.

Habrá una transición energética, sin dudas no cambiara esto de un día para el otro, pero la biomasa forestal también tiene un rol importante a futuro en este aspecto.

Habrá una evolución hacia la madera, y en esa evolución la celulosa ya juega un rol muy importante a nivel global. La Argentina puede ser protagonista en esta evolución, tenemos todo para serlo.

Por eso digo, e insisto, estamos a tiempo para prepararnos para cuando en la Argentina se supere esta crisis, y la situación cambie, el escenario tiene que estar dado para salir a competir en primera línea. Empecemos a pensar como equipo, tenemos todas las condiciones en la foresto-industria para ser grandes productores de madera, celulosa y papel. No bajemos los brazos.

 

AF: ¿El Consejo Foresto-industrial Argentino es un espacio creado con esta visión?

Si. CONFIAR fue creado para que tratemos las instituciones del sector que la formamos como AFoA, FAIMA, ASORA y AFCP, en hacer que cada problema de cada entidad se unan en aquellos que son comunes y busquemos juntos soluciones. Trabajar entre todos para salir adelante.

Es imposible solos, pensar en una industria de tablero, madera, o materiales constructivos, sin pensar en la posibilidad de tener un consumo aprovechable de parte del árbol para hacer celulosa y papel, es no optimizar la cadena forestal.

Y contestando a la pregunta de “Doña Rosa”, el mensaje para la gente es que tiene que entender que hay que buscar sustentabilidad. Si vemos solo el pasado de la industria de Celulosa y Papel, y se quedan con eso, por supuesto que nos vamos a encontrar con muchos problemas ambientales.

Pero el mundo cambió, y la ciencia logró que la industria también mejore, con innovación, las tecnologías. La industria de celulosa y papel ha cambiado muchísimo en ese aspecto.

Por eso, por ejemplo, en la actualidad ya no se la llama más “pasteras”, son plantas de biorrefinerías. ¿Por qué?. Porque en una solución totalmente amigable con el ambiente, para generar energía, generar productos de consumo de materiales reciclabes y biodegradables, es sostenible.

Los químicos que se usaban en otras épocas, en las nuevas plantas no se usan más. En algunos casos incluso, según lo que se fabrica, ya no se usan más químicos. El papel kraft no tiene blanqueador, todo lo que es linea de papeles marrones de envases y embalajes no tienen químicos.

El ejemplo claro que siempre doy, es que hay que entender que como producto que se consume diariamente, una hoja de papel es igual a una hoja de un árbol, cuando naturalmente se cae en otoño y esta hoja se integra a la naturaleza, transformándose en un ciclo productivo eficiente para la vegetación. La  hoja de papel en el ambiente se descompone de la misma manera.

Por otra parte, el árbol que se cosecha para producir madera, se utiliza para fabricar celulosa y papel, y otros muchos productos. Se optimiza el aprovechamiento integral del árbol.. Forestar significa que a esa plantación se le da utilización para producción de muchas cosas de la cadena de valor. Por eso, hay plantas integradas que hacen celulosa, energía, tableros MDF, aserraderos.

Por ello, a la foresto-industria hay que mirarla como producción sostenible en todo su ciclo de vida.

En la actualidad, la gran importancia que tiene este sector es el reconocimiento mundial en la captura de carbono. Para mitigar el Cambio Climático se encontró una importante herramienta en la forestación para reducir estos efectos.

Las plantas que se instalaron en Uruguay, y también la que se construye en Paraguay, son energía limpia, y el excedente la entregan a la red local, aportan al territorio donde se instalan. Esto quiere decir que vuelve a la comunidad. La sociedad se beneficia de muchas maneras con el sector foresto-industrial.

Realmente, como sector tenemos mucho por comunicar, este es uno de nuestros desafíos. La innovación está a la orden del día y la industria ha cambiado al 4.0 y va por mucho más. Es una competencia global, ya supera a nivel provincial o nacional, las empresas compiten con el mundo por sus compromisos asumidos para corregir, mitigar, mejorar las mediciones en reducción de emisiones.

 

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