Desde el Grupo Ambiental Cuña Pirú, Rulo Bregagnolo (*) reflexiona sobre la necesidad de incorporar la gestión ambiental para la protección de los árboles nativos en la planificación de la electrificación urbana y rural en Misiones.
MISIONES (Agosto 2022).- Desde el Grupo Ambiental Cuña Pirú, con sede en Aristóbulo del Valle, señalan que “tristemente, sobran ejemplos en cada municipio de la provincia donde tienen injerencia la empresa de energía eléctrica de Misiones, donde no se considera el daño a los árboles nativos”.
“Muchas actitudes lastiman las sensibilidades en estos tiempos, pero la actuación de la empresa de electricidad de Misiones, desde hace poco tiempo EM (Electricidad de Misiones SA), en defensa de las líneas de trasmisión de energía, realmente es una afrenta a la Naturaleza, puntualmente a los árboles”, señala el ambientalista y fundador del Grupo Ambiental Cuña Pirú, Rulo Bregagnolo.
Desde la estación transformadora de Puerto Mineral parte la línea de 132kw que pasa por Aristóbulo del Valle y llega a San Vicente, “una línea que por 1996/97 generó inolvidables conflictos en Aristóbulo del Valle, debido a que la caprichosa traza deforestaba cientos de hectáreas de parte del último remanente continuo de Selva Paranaense, contenido en el Parque Provincial Salto Encantado del Valle del Cuña Pirú y el territorio Indígena Mbyá Guaraní allí en el Valle homónimo. Igual la hicieron. Lo único que se logró fue que se pinten de verde las columnas y en uno que otro lugar la “limpieza” sea poco más acotada”, cuestiona Bregagnolo.
Si bien se entiende la necesidad de energía en zonas urbanas y rurales, más en estos tiempos donde la dependencia es grande, el ambientalista reflexiona que “no está en la idea de nadie dejar de percibir el servicio, ni tampoco está en discusión esto, pero remarcó que diariamente se es testigo “de la agresión constante que sufre la Naturaleza circundante a toda línea de transmisión sea cual fuere la potencia y puntualmente los árboles”.
En este sentido, considerando que ante la crisis ambiental global de estos tiempos exige medidas amigables con la naturaleza y que cada árbol vale, que cada vegetal es indispensable para absorber el carbono que tanto daño se está generando en la atmósfera y propiciando un calentamiento planetario nunca imaginado con consecuencias negativas para la humanidad, pidió revisar la forma que se realiza este trabajo en una provincia verde.
“Esto que planteamos no nos hace extremistas, queremos invitar a reflexionar a la empresa del servicio público de energía, y a cada una de las Cooperativas de Electricidad de la Provincia, acerca de esta situación que constituye daños ambientales y sociales graves”, indicó.
Más allá de la Ley No 19.552, que data de 1972, Régimen de Servidumbre Administrativa de Electroducto, que determina “anchos de franjas de servidumbres y de seguridad” y toda la reglamentación planteada, más sus modificaciones en la Ley 24.065, Art. 83, y otras normas que regulan todo esto, la excepciones son posibles. “Es más, la Especificación Técnica No T-80, de la Reglamentación sobre servidumbre de electroducto, es muy clara y las distancias son muy inferiores a las que se están considerando en la Selva misionera”, precisó el ambientalista.
En el Valle del Cuña Pirú, la traza de la 132kv, pasa en partes al costado de la ruta provincial no 7, donde el acceso a la misma es fácil para la atención, sin embargo el despeje entre ruta y banquinas supera los 200 m en algunos lugares.
“En territorio indígena Mbya Guaraní, la aberrante destrucción está a la vista entre nativas y frutales, así como en el Parque Ecológico Municipal local. El Convenio 169 OIT, fue ratificado por Argentina en 1992. La traza se comenzó a construir allá por fines de los ́90. Jamás han consultado ni informado libremente como indica el mismo y han incumplido Leyes que protegen el Derecho Indígena. Hoy siguen haciendo lo mismo”, cuestionó Bregagnolo.
Sugerencia para mitigar
La realidad ambiental es acuciante y no podemos permitir que se sigan cometiendo estos atropellos. La Línea de 132kv sobre la Avenida Tomás Guido en la capital misionera, Posadas, tiene muy cerca edificios, viviendas,árboles, circulación por debajo. “¿Por qué aquí en parte de la Selva Paranaense el trato es irracional y negativo?. Pedimos mediante esta vía de comunicación que se tenga consideración y trato diferencial. Que se evalúe cada metro y la existencia de real riesgo de caída de los árboles que crezcan en las áreas correspondientes”, reclamó Bregagnolo.
Finalmente, agregó que es necesario revisar estas prácticas y que “prime la sensatez y la amigabilidad ambiental ante la irracionalidad del mal entendido progreso. La necesidad de respuestas adecuadas urge y el respeto a los bienes comunes obliga”, concluyó en su artículo.
(*) Rulo Bregagnolo
Grupo Ecologista Cuña Pirú (GECP) –
Contacto: 3764-657192