Opinión |
Escribe el licenciado Roberto López (*) sobre las verdaderas causas de por qué capitales externos se apropian de gran parte de la industria nacional; y al mismo tiempo, provocan la expansión en países vecinos como Brasil y Uruguay, que hoy -paradójicamente- absorben una expansión en su actividad que en su momento estuvo totalmente al alcance de nuestro país.
Fuente: Revista ArgentinaForestal.com (Número 11)
Leyendo los números 8 y 9 de la Revista Argentina Forestal.com, se observa -en el primero de ellos- un excelente artículo sobre la provincia de Corrientes vinculado al desarrollo forestal, resultado de una entrevista al Sr. Gobernador Ricardo Colombi. Me satisface el ego que hoy Corrientes sea una realidad en materia forestal. Precisamente sobre ese punto había hecho hincapié durante algunos años de mi vida, ya que a principios de la década del 70 lo habíamos vislumbrado con los hermanos Navajas Artaza, a los que habrá que recordar como los pioneros de la actividad foresto-industrial en nuestro país. Por su parte, en el número 9 del mes de junio de 2004 se publica un excelente artículo del Ing. Gustavo Cetrángolo que concluye con una correcta enumeración de prioridades acerca de los cursos de acción a desarrollar para la definitiva consecución de la actividad foresto-industrial en nuestro país. Para llegar al fin propuesto, Cetrángolo historia la evolución de la industria del papel y destaca al respecto la importante participación que le cupo a Celulosa Argentina SA en ese sector. En mérito a una mejor comprensión de los hechos históricos vinculados a la industria del papel y su relación directa con la actividad forestal, cabe aclarar algunos conceptos vertidos por el autor del artículo: Celulosa Argentina no se inicia a principios del siglo XX sino al final de la década del 20 y su evolución la lleva a ser considerada hacia los años 50 como la más importante del sector celulósico-papelero, pero mucho antes de su nacimiento ya existían en el país grandes establecimientos papeleros. Sin embargo, no es precisamente por la acción de esa empresa que se produce el fuerte desarrollo del sector a partir de la década del 60 y que se consolida a partir de la del 70. Es en ésta década que nace Papel Misionero, Papel Prensa, Papel del Tucumán, Alto Paraná, Papelera Massuh, Ledesma -por citar algunas- y son ellas las que se incorporan al mercado restándole hegemonía a Celulosa Argentina. Y todas estas empresas no nacen de la acción de Celulosa ni tampoco ésta fue la que contribuyó a crear políticas orientadas al sector. Dice el Ing. Cetrángolo que tanto la promoción de la actividad forestal como las leyes de promoción industrial para la creación de la fallida Celulosa Puerto Piray SA y la de Alto Paraná SA fueron fruto de la intensa gestión de los directivos de Celulosa Argentina. En realidad, la promoción forestal fue producto de la acción de verdaderos profesionales independientes en la materia, como los ingenieros Tortorelli, D’Adamo, Valente, Cozzo, Leonardis, Bispe, Lariguet, Mosquera, Abínzano, Brustia, Elena, Boggiano, Mariscotti, Tinto, Carmelich y tantos otros a cuya acción constante por su profesionalidad debemos el conocimiento forestal. Por su parte, las leyes de promoción industrial para la creación de Celulosa Puerto Piray SA y Alto Paraná SA, en lo más mínimo fueron fruto de la gestión de los directivos de Celulosa Argentina. Las leyes de promoción industrial fueron políticas gubernamentales dictadas para inducir al capital privado a invertir en sectores declarados prioritarios para la economía nacional. Uno de esos sectores fue precisamente el de celulosa y papel; y por ello se crearon a partir de la década del 70 nuevas empresas como las citadas anteriormente. Fue por la aparición de esas nuevas empresas que Celulosa Argentina se vio obligada a replantear su posición industrial. Incorporó a su activo los de Papelera Argentina SA (que sí existía desde principios de siglo) y planeó la remodelación de la planta de celulosa al sulfito que hacia fines de 1954 había instalado en Puerto Piray. Esta remodelación, Celulosa la presentó en los regímenes de promoción vigentes en la época, como una ampliación de su planta. Este planteo no fue aceptado por las autoridades del momento encargadas de aplicar la promoción industrial, por cuanto ésta promocionaba proyectos nuevos, y lo que planteaba Celulosa era una ampliación de sus actividades, englobadas en forma múltiple en seis establecimientos localizados en diferentes puntos del país. Como ya para esa época la hegemonía de Celulosa Argentina se había perdido por la existencia de empresas competidoras más modernas, ante la sugerencia del Estado constituye Celulosa Puerto Piray SA, concebida como una planta integrada de papel con su propia producción de pastas kraft. Esta planta conducía inexorablemente a la desaparición y desmantelamiento de la existente en Puerto Piray, establecimiento que hoy en día está cuestionado por su condición contaminante después de 50 años de su instalación. Simultáneamente con la instalación de Celulosa Puerto Piray SA, se genera por la acción de la promoción industrial, Alto Paraná SA como planta productora de pastas kraft. Tampoco esta planta surge por la acción de los empresarios, sino como consecuencia de la política promocional dictada por la Ley N° 20.560 y su decreto reglamentario sectorial N° 1.177 del 16 de abril de 1974. La política promocional impulsaba la instalación de una planta productora de pastas kraft de fibra larga para sustituir las importaciones de ese producto que por valores de unos 100 millones de dólares anuales, gravitaba notoriamente en el balance de pagos de la Nación y también para satisfacer las necesidades de celulosa de fibra larga que iba a provocar el advenimiento de otro gran proyecto papelero, surgido también de las políticas de promoción industrial, como lo es Papel Prensa SA. Como los fabricantes de papel existentes en el país -consumidores de la mayor cantidad de pastas importadas- no proyectaban por sí la fabricación de éstas localmente, fue la propia Papel Prensa SA quien elaboró un proyecto para presentarse en la licitación pública, inducida por el Estado, para autoabastecerse de pastas de fibra larga. Quien dominara en el país la producción masiva de pastas de fibra larga, evidentemente iba a prevalecer en la industria papelera. Fue esta convicción la que llevó a los fabricantes locales a pensar seriamente en presentarse también a la licitación promocionada por el Estado. Es así como surge Alto Paraná SA, originalmente compuesta por ocho socios fabricantes locales de papel. Estos fueron junto con su participación accionaria los siguientes: Celulosa Argentina SA 480.000 acciones 32,0 % Massuh SAIC 300.000 acciones 20,0 % Adamás SAICI 262.500 acciones 17,5 % Witcel SACIFIA 195.000 acciones 13,0 % Zucamor SACIF e IA 105.000 acciones 7,0 % Papelera Teitelman SAI y C45.000 acciones 3,0 % Denti Ltda. EPSA 37.400 acciones 2,5 % La Papelera del Plata SA 75.000 acciones 5,0 % De este grupo de empresas las vinculadas a Celulosa Argentina fueron Witcel y Papelera del Plata; sumadas sus participaciones llegan al 50 por ciento del capital originario que era de $a 15.000.000. El resto completa el otro 50 por ciento y demuestra que a partir de allí Celulosa no era hegemónica en el sector. A raíz de este nacimiento empresario, Papel Prensa SA decidió no participar en la licitación propuesta. Toda la situación descripta impulsa notoriamente al sector celulósico-papelero y por ende el desarrollo forestal. A partir de la década del 80, con la puesta en marcha de Papel del Tucumán, Papel Prensa, Alto Paraná, la consolidación de Ledesma, Massuh y la iniciación de las obras de Celulosa Puerto Piray, comienza en el país una feroz etapa competitiva con una industria en expansión y un mercado deprimido. Se inicia así un serio conflicto que tiene dos actores principales, por un lado Papel del Tucumán, y por otro Massuh y Ledesma, a los que se unen el resto de los fabricantes locales agrupados en la Asociación Fabricantes de Papel y Celulosa. Papel del Tucumán, trabajando como materia prima el bagazo de la caña de azúcar, comienza a elaborar un papel para diarios que por sus características compite con los papeles que elaboran Ledesma y Massuh, y se complementa con el que produce Papel Prensa. Es este conflicto el que genera la declinación del sector y no la apertura económica indiscriminada, como lo señala el Ing. Cetrángolo. Así, en el sector que en la década del 70 tenía una importancia prioritaria para el país, comienzan acusaciones recíprocas sobre incumplimientos al régimen de promoción industrial vinculados a hechos delictuales, de gravedad inusitada. Entonces, por irresponsabilidad de los empresarios actuantes, sin escrúpulos de ninguna naturaleza, de una situación floreciente en materia de expansión industrial, se pasa a otra totalmente inversa que provoca la total retracción de inversiones y con ello la quiebra del sector. Es ésta la verdadera causa por la que capitales externos se apropian de gran parte de la industria nacional y al mismo tiempo provocan la expansión en países vecinos como Brasil y Uruguay, que hoy absorben una expansión en su actividad que en su momento estuvo totalmente al alcance de nuestro país. negrita/(*) Licenciado en administración/negrita negrita/Reseña del autor:/negrita Roberto López es Licenciado en Administración. Trabajo en el Banco Central de la Republica Argentina, desempeñándose en diversas funciones el Departamento del Tesoro y la Gerencia de Investigaciones Económicas (1945-1958). En el sector privado ocupó cargos ejecutivos en Artela SRL; Papelera Pedotti SA; Papelcint SA; Papelera Río Paraná, Boit SA; Papel Prensa SA (director en representación del Estado desde 1975 a 1977).Ejerció cargos públicos. Fue asesor técnico-económico de la Secretaría del Consejo Nacional de Desarrollo de la presidencia de la Nación (1967-1970), donde realizó el diagnóstico sectorial de la rama de celulosa y papel del Plan Nacional de Desarrollo. Funcionario del ex Ministerio de industria y Minería, con el cargo de coordinador de la Dirección Nacional de Estudios Industriales. Durante ese período se desempeñó además como: Asesor del Gabinete del Ministro de Comercio, Alfredo Girelli; director en Papel Prensa SA; Miembro del Consejo de Vigilancia en Papel Prensa SA; Asesor de la Dirección Ejecutiva de Papel del Tucumán SA.Desde 1993 en adelante es consultor económico financiero, realizando varios trabajos sectoriales de la industrial de la celulosa y papel. Dirección: Los Helechos y 17 de Agosto (3376) Colonia Wanda – Misiones