Autoridades del Ministerio de Ecología de Misiones y organizaciones ambientalistas trabajaron en la recuperación del ecosistema de cerrado en San Ignacio. Jerónimo Torresin, coordinador del Programa Selva y Pastizales de Fundación Temaikèn, explicó que los pastizales del Teyú Cuaré conforman un ecosistema de cerrado, único en el país, donde habitan ocho especies endémicas.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest
MISIONES (11/6/2025).- En una acción ambiental prioritaria para la conservación de la biodiversidad, se llevó a cabo una jornada de restauración en el área natural del Teyú Cuaré, ubicada en San Ignacio, en una propiedad del Gendarmería Nacional que conserva del ecosistema del cerrado, un ambiente único en el mundo.
Este ecosistema conserva una riqueza singular de flora, donde se llevan adelante en los últimos años investigaciones botánicas que demuestran el valor ambiental del área natural. Hay 19 especies endémicas en el departamento, y unas 17 de ellas se encuentran en el municipio de San Ignacio (38%). De ellas, hay 8 que están exclusivamente en la localidad, indican los investigadores.
El cerrado se caracteriza por sus suelos de areniscas, particulares en la provincia; su valor escénico en un entorno de áreas protegidas, con comunidades guaraníes y con un patrimonio cultural muy rico por personajes históricos que hay dado identidad a San Ignacio
“Tenemos realmente un relicto en Misiones que no se da en ningún otro sitio del país, que es una pequeña representación del bioma Cerrado que se extiende más al norte de la región, en Brasil, Paraguay y Bolivia, por ello debemos cuidar este ecosistema. Hay especies endémicas muy importantes”, remarcó oportunamente el ingeniero forestal Héctor Keller, Doctor en Recursos Naturales, en una entrevista con ArgentinaForestal.com.
Durante la actividad, este miércoles se plantaron 70 ejemplares de especies endémicas producidas en el vivero de la Reserva Natural Osununú, en el terrenos de Gendarmería Nacional, con el objetivo de reforzar poblaciones de flora autóctona y preservar uno de los ecosistemas más singulares de Misiones: los pastizales del cerrado, último reducto en la provincia.
De la actividad participaron el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de Misiones, junto a Fundación Temaikèn y diversas organizaciones ambientales, además de Gendarmería Nacional.
Contó con la participación del ministro Martín Recamán y el subsecretario Facundo Ringa.
Ambos funcionarios recorrieron la zona del Teyú Cuaré y destacaron la importancia de este tipo de actividades en favor de la biodiversidad y la cooperación interinstitucional.
La restauración de áreas como apuesta a futuro
“Esta actividad es muy importante porque estamos trabajando con especies endémicas y recuperando un espacio natural. Pero más allá del valor ecológico, lo más relevante es el trabajo conjunto que construye un mensaje de consenso ambiental”, destacó el ministro Recamán, quien subrayó que estas experiencias fortalecen la agenda de conservación a largo plazo.
Por su parte, Jerónimo Torresin, coordinador del Programa Selva y Pastizales de Fundación Temaikèn, explicó que los pastizales del Teyú Cuaré conforman un ecosistema de cerrado, único en el país, donde habitan ocho especies endémicas.
“Hoy estamos plantando 70 ejemplares de seis de esas especies para reforzar sus poblaciones, muchas de las cuales están muy amenazadas. Misiones es la provincia con mayor biodiversidad de la Argentina gracias a la conservación de su selva, sus pastizales y ecosistemas como este”, señaló.
Además del Ministerio de Ecología y la Fundación Temaikèn, participaron en la plantación representantes de la Fundación Hábitat y Desarrollo, el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio), la Administración de Parques Nacionales, Gendarmería Nacional, la Reserva Club de Río y la Municipalidad de San Ignacio. La articulación entre organismos públicos y privados refleja el compromiso de la provincia con la restauración y protección de sus ambientes más valiosos.
La jornada en Teyú Cuaré no solo dejó nuevas plantas en el suelo, sino también un mensaje claro: la conservación de la biodiversidad requiere cooperación, conocimiento y acción concreta en el territorio.
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