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Misiones | “En San Vicente, habría un 90% de informalidad y explotación laboral en los pequeños y medianos aserraderos”, denuncian desde el SOIME

El secretario general del Sindicato de Obreros de la Industria de la Madera de la zona Norte (Eldorado, Montecarlo, San Pedro y San Vicente), Domingo Paiva, aclaró que si bien se mantiene un diálogo abierto y permanente con la AMAYADAP, «no se puede generalizar, hay algunas empresas que se cierran a la comunicación con el gremio y no cumplen con el trabajador», dijo. Denunció que persisten casos desde malos tratos, incumplimiento de beneficios y trabajo informal.. Pero diferenció a las industrias de la Ruta 12, de la situación «extrema» en cuanto a informalidad y explotación laboral sobre la Ruta 14. «En San Vicente hay casos de despidos sin causa y con resistencia a pagar la indemnización que corresponde», explicó en la entrevista con ArgentinaForestal.com

 

Por Patricia Escobar 

@argentinaforest 

 

MISIONES (22/4/2023).- “No podemos generalizar que las empresas o cámaras madereras se resisten al diálogo, en la Zona Norte no tenemos la misma situación que la enfrentan nuestros compañeros de sindicato en la Zona Sur. Tenemos empresas que incluso otorgan más beneficios que otras, y en forma voluntaria, mostrando reconocimientos por sus trabajadores. Y el diálogo  con la cámara AMAYADAP está abierto y es permanente», dijo Domingo Paiva, secretario general del Sindicato de Obreros de la Industria de la Madera de Eldorado, que tiene jurisdicción hasta Montecarlo, San Pedro y, desde hace un año, en la zona de San Vicente.

La entrevista fue motiva tras las declaraciones de Adrián Báez, que reclamó falta de diálogo con las empresas de la zona sur y la cámara APICOFOM, para analizar mejores condiciones laborales para sus trabajadores. «Esperamos que el impacto positivo del «dolar agro» se traslade también a los trabajadores», dijo.

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En este sentido, Domingo Paiva quiso diferenciar claramente el escenario de las PyMEs de la Zona Norte, ya que «las madereras de la Ruta 12 operan en un 90% en la formalidad y cumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo, siempre hay algun caso como tenemos ahora con El Nogal SA que son totalmente anti-diálogo y en forma recurrente incumplen con los beneficios de los trabajadores, pero la situación realmente alarmante está sobre la Ruta 14 donde prácticamente todo el segmento de las micro, pequeñas y medianas industrias tienen un alto grado de informalidad y explotación laboral», denunció el gremialista en diálogo con ArgentinaForestal.com.

Para dimensionar, estimó que habría «en un 90% de informalidad o irregularidades de todo tipo entre las industrias que están en actividad. Lo más grave es que en la zona de San Vicente se naturaliza que se trabaja de esa forma en los aserraderos, cuando no es así. Tenemos un centenar de empresas que el gremio intenta dialogar para revertir esto. Seguramente más de un 60% de estas empresas están con empleados sin registrar, en la total informalidad, sin responder a los beneficios que les corresponden por horas extras, feriados, vacaciones, aguinaldos. Hay empleados que hace años trabajan en un aserradero y no saben lo que es percibir un beneficio”, describió el sindicalista. Y esta situación es histórica sobre la Ruta 14, similar situación se replica en San Pedro, donde además muchas de las industrias operan con madera del monte nativo.

Hace más de un año, el SOIME decidió extender la jurisdicción para tener presencia en la zona del Alto Uruguay. «Tenemos como gremio también que hacer nuestra autocrítica, porque es real que nunca antes estuvimos con presencia en el territorio. Ahora estamos en proceso de conversaciones y reuniones con los trabajadores que recurren al sindicato para asesorarse, pero se entiende que desconfíen o tengan miedo de reclamar a sus empleadores, porque pierden su trabajo», aseveró.

«Este tipo de situaciones en pleno 2023 ya no puede seguir sucediendo. Realmente aún hay mucho por hacer por los trabajadores de la industria de la madera. El atropello a los derechos laborales, sus beneficios sociales y las prácticas de explotación laboral deben erradicarse, si desde el sector quieren hablar de una actividad sostenible, esto no puede seguir pasando”, recalcó el dirigente.

En la cuenca forestal de San Vicente, habría más de 200 aserraderos entre micro, pequeños y medianos, que están en actividad y requieren mayores controles de los organismos competentes en fiscalización laboral.

En la zona, la mayor fábrica de terciados Placa Rivadavia, asentada en 2 de Mayo, al límite de San Vicente, y “es una industria que trabaja muy bien”, diferenció Paiva respecto al resto de las empresas o emprendimientos chicos de la zona donde predominaría la informalidad.

“Son muchos los aserraderos donde no registran a sus empleados, le pagan cuando quieren y como quieren. Incluso intentamos de hacerles ver a los industriales que podrían lograr beneficios del Estado con subsidios, créditos a tasas subsidiadas, entre otros incentivos, si tuvieran a su personal registrado, pero es difícil todo”, admitió el secretario general del SOIME.

De esta forma, Paiva se refirió a “casos puntuales y muy injustos de operarios que reclaman beneficios adquiridos y por ello reciben malos tratos o son despedidos sin causa”.

En este sentido, dijo que cada vez son más los que se acercan al sindicato a pedir asesoramiento, asistencia en salud o ayuda de bolsas de alimentos. «Todas estas situaciones terminan con la intervención del Ministerio de Trabajo de la provincia para establecer acuerdos de indemnización o en juicios laborales», concluyó.

El testimonio de Juan Márquez : «Estamos desamparados laboralmente»

Tiene 42 años, una esposa y tres hijos. Vive en la colonia, «en una chacra que me dejó mi padre. Yo nací en San Vicente», cuenta Juan Bernardino Márquez, quien accedió a una entrevista con ArgentinaForestal.com para dar testimonio de su «desamparo laboral», como lo describe.

Por intermedio del Ministerio de Trabajo, esta en negociación por haber sido despedido «sin causa» de la empresa Terciados Guaraní SRL hace casi un mes, y aún no percibió ni el pago del último mes trabajado ni tiene información de cuánto le corresponde de indemnización por los 15 años «fichado» en la empresa, aunque sostiene que trabaja para los propietarios desde el año 2006.

«Ingresé como peón de un campo que la familia tiene con forestaciones, realizaba poda de pinos y eucaliptos. Las forestaciones se encuentran en un lote a la altura del Kilómetro 78, donde mantendrían unas 2.800 hectáreas reforestadas y ganadería. Después, en 2008 me blanquearon, pero siempre me pagaron un porcentaje en negro. Nunca figuraba en nuestro recibo de sueldo todas las horas realizadas. Recién en 2017 pasé a trabajar al aserradero, en la laminadora de San Vicente, porque hubo varios empleados que se jubilaron y decidieron asignarme tareas en la industria”, relató.

LJuan Bernardino Marquez trabajó 15 años en la laminadora Terciados Guaraní SRL

AF: ¿Recibiste algún tipo de capacitación para el cambio de actividad, del campo al aserradero?

No, nada. Siempre vamos aprendiendo a lo bruto nomás. Empecé a cortar en la guillotina, después pase a mantenimiento de soldadura, ahora aprendí también algo de electricidad, y así vas aprendiendo con la práctica.

 

AF: ¿Alguna vez tuviste algún accidente?

Sí, pero siempre tuve accidentes leves, cortes en el brazo o algún dedo, nada grave.

Los dolores son más lo que llegan con el tiempo, por las horas de trabajo, a veces más de 16 horas de corrido, o cargando y descargando madera. Mucho peso, y ahora tengo problemas en una de las rodillas, y ese fue un tema que cuando le dije a mi jefe no le gustó. Era muy bajo lo que figura en mi recibo de sueldo, entonces no me dan turno para operarme.

Yo necesitaba por este tema de salud, y por otros, que me reconozca en el recibo de sueldo la cantidad de horas que trabajaba, para que figure un poco más alto mi salario. Si me pasaba algo, mi esposa y mis hijos se iban a quedar sin nada. Eso me preocupaba.Mi señora también tiene problemas de salud.

 

AF: ¿Y cuántas horas figuraba en tu recibo de sueldo y cuánto realmente trabajabas?

Solo el 40% de las horas trabajadas figura, a veces figuraba 120 horas y hacíamos 220 horas mensuales. Me pagaban en negro el resto, pero se enojaron cuando les pedí que incrementen las horas en el recibo. Ahí comenzó mi problema con mi jefe.

A veces en el día se trabajaba 16 o 17 horas corridos. Otras veces, tenía que hacer algún trabajo de mantenimiento de noche, pero nada de eso te reconocían como tareas extras.

También me pasó que durante 6 meses reemplacé a un calderista que tuvo un problema de salud, pero nunca te reconocían este cambio de actividad.

 

AF: Son trabajos de riesgo laboral ¿Tuviste alguna capacitación para realizar ese reemplazo?

No, nada de capacitación. Uno aprende a los tumbos, te hacés cargo y listo, aprendes de oficio, de mirar como tus compañeros lo hacen, y Dios nos ilumina para que nada suceda.

Pero es cierto que todos son trabajos de riesgo, sea en la caldera, con la motosierra, la guillotina, las máquinas de corte.

Hace más de 15 años que trabajaba en esta empresa, incluso había acordado dormir varios días de la semana en la fábrica, porque no me convenía ir y volver a casa. No había colectivo para llegar a los horarios laborales. Entonces dos o tres días me quedaba en una pieza pequeña que tiene la fábrica, cuidada el lugar, o terminaba algunos trabajos de mantenimiento por las noches. Y no llegaba tarde al otro día.

 

AF: ¿Cuándo comenzaron los problemas con el propietario del aserradero para terminar en un despido sin causa?

Fue para fin de año, como le comenté anteriormente, le pedí que me reconozcan más horas trabajadas en el recibo de sueldo, y eso generó malestar en mi Jefe (Carlos Payeska).

Después de eso, ya me miraba diferente, y un día me pidió que no me quedará más en la fábrica después de mi horario laboral, cuando habíamos acordado que yo dormía en el establecimiento. para mí eso era un problema, si no me ayudaba para el pasaje, no podía, no me alcanzaba la plata para ir y venir todos los días.

Vivo a unos 60 km de la laminadora, entrando a la Colonia hasta el km 23 y la Ruta 13. No existen combinaciones de colectivo en San Vicente, y por eso habíamos acordado que me quedaba en la semana en la fábrica.

Pero estaba molesto el jefe, y un día vino medio violento, y delante de todos mis compañeros me echó, me insultó y me dijo que me retirara.

No sabía muy bien cómo enfrentar esta situación laboral. Sabía que su enojo era porque le pedí que registre mis horas reales de trabajo, y entonces me recomendaron que fuera a pedir ayuda al SOIME para que me asesoren sobre mis derechos laborales.

En la empresa, por ejemplo, nunca pagaban feriados. Le dije a mi Jefe que era algo que nos correspondía cobrar. Mis otros compañeros empezaron también a entender que no estaba bien lo que estaba pasando en el aserradero.

Y fue que el jueves 23 de marzo nos convocó para decirnos que no iba a pagar feriados (viernes 24), y que si alguno no quería venir que no lo hiciera. Dijo que el presentismo lo iba a reconocer igual, pero no iba a pagar por feriados.

Y mis compañeros dijeron que no vendrían el feriado, y yo tampoco.

Ese día se molestó y fue cuando me pidió que me fuera, que juntara todas mis cosas, que no teníamos más ninguna relación laboral, que estaba despedido. Todo eso me dijo delante de mis compañeros, lo que me avergonzó mucho.

Igual fui el lunes siguiente, porque no había recibido ningún telegrama de despido. Pero no me dejó entrar a la laminadora. Me dijo que firmaríamos unos papeles. Finalmente recién el jueves me citó a un estudio de abogados en San Vicente para que firmara un convenio.

“¿Puedo leer antes de firmar?”, pregunté. Y el abogado me dijo que sí. En el papel decía que cobraba dos millones de pesos de indemnización, y después el recibo decía solo un millón de pesos. Me negué a firmar eso.

Desde entonces, por medio de la intermediación del Ministerio de Trabajo, estoy esperando cobrar. Yo solo quiero lo que me corresponde por los 15 años de trabajo. Hasta ahora no cobre nada, ni lo que trabajé en marzo. Nada. La verdad que necesito que alguien me ayude, me respalde, me diga como sigue esto. El Sindicato me asiste con alimentos y otras ayudas económicas para hacer frente a estas semanas criticas, pero necesito saber que va a pasar.

 

AF: ¿Nunca antes habían denunciado estas irregularidades ante el Ministerio de Trabajo?

Una vez un compañero denunció a la empresa porque pagaba 60% en bonos y el resto en cheques al día. Vino el ministerio y hubo un arreglo. Espero que ahora me convoquen a alguna nueva audiencia, ya pasó casi un mes.

Realmente me preocupa mi situación, y también la de mis compañeros. Con todo lo que me pasó, puedo aguantar porque tengo a mi familia que me asiste, pero cuántos trabajadores hay que viven estas mismas circunstancias y no tienen respaldo, no cuentan con un gremio ni con apoyo de algún organismo. Estamos desamparados laboralmente.

Esta es la realidad de la industria maderera de San Vicente, donde los empresarios se aprovechan de la gente, y nadie toma medidas para que estas cosas cambien. Mi despido me parece injusto porque solo reclamé lo que me corresponde por ley.

No puede ser que ser que por reclamar tus derechos te echen de esta manera de una empresa a la que dedicaste 15 años de tu vida, y solo por reclamar lo que te corresponde.

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