En una entrevista con el ingeniero forestal Aldo Grasso, consultor y director del Estudio Foresto-Industrial de la ciudad de Posadas, se refirió a la grave situación de mercado que atraviesan las pequeñas y medianas empresas del sector. Esto es consecuencia de la pérdida de la rentabilidad en la actividad maderera en la última década en el país, que en el contexto actual de crisis económica, merma de las ventas, incrementos de costos internos y un escenario de tipo de cambio que resta competitividad internacional, genera una profunda crisis de negocio. «Hay un escenario actual de “crisis terminal” para el subsector de PyMEs de la industria de la madera», asevera el profesional.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest
MISIONES (30/5/224).- “El atraso cambiario, ni siquiera reconocido por el gobierno, nos invalida a exportar y nos pone caros para el mundo. Realmente la situación es esta vez muy preocupante, más grave que otras crisis incluso. Y si los asociamos en el tiempo, realmente no sé cuantos meses más nuestros industriales podrán seguir sosteniendo esta situación deficitaria”, alertó el consultor foresto-industrial Aldo Grasso, en una entrevista con ArgentinaForestal.com.
Analizó el mercado forestal argentino y la actualidad de la industria de la madera del subsector PyMEs, donde no hay espacios de debates sobre temas estructurales que permitan avizorar soluciones de mediano y largo plazo, lo que incrementa la angustia y preocupación de los madereros. Los productores se alejaron de la actividad forestal, no se está forestando y cada vez es más difícil para el industrial la provisión de materia prima de calidad. Sumado a ello, las exportaciones vienen en caída, no son más de 10 las medianas y grandes empresas de Misiones que se mantienen en el mercado internacional con margenes de rentabilidad muy bajos, pero las estadísticas dicen otra cosa, de alguna manera «distorsionadas» por las cifras de exportaciones de Arauco en madera aserrada y paneles, que no permite ver la realidad de las PyMEs madereras, explica el ingeniero Grasso.
También se refiere al impacto directo e indirecto con la puesta en marcha del mega aserradero Acon Timber en Virasoro, Corrientes, sobre la provisión de materia prima y los precios del mercado, y vuelve el ingeniero Grasso a plantear la necesaria, y ahora urgente «reingeniería sectorial» con el acompañamiento de un plan provincial de sostenibilidad que permita evitar el proceso la extinción de los aserraderos pequeños y medianos misioneros.
Según datos del relevamiento del Censo de Aserraderos 2021-2022, operaban cerca de 568 industrias de la madera en Misiones, entre pequeñas, medianas y grandes, generando empleo y desarrollo local. Entre las industrias relevadas, ya había 168 aserraderos que integraron la forestación al negocio por más de 30 mil hectáreas, y sólo 10.839 hectáreas fueron bajo el régimen de la Ley 25.080. Se estima que al 2024 las solicitudes bajo el régimen son casi nulas.
AF: A mayo de 2024, según expresan desde ámbitos del sector privado, se tiene un escenario de merma absoluta del mercado interno de productos forestales, en un contexto de costos internos en aumento y la imposibilidad de exportar frente a los precios internacionales y un dólar poco competitivo. ¿Qué información tiene de la situación?
AG: Eso es concretamente así, como Ud. lo expresa. Nuestro sector como muchos otros, está enfrentando un periodo crítico, como nunca antes. Sin miedo a equivocarme digo, que se trata de una crisis mucho más profunda y drástica, incluso que la del año 2001, pero es distinta respecto a aquella en algunas cuestiones.
En aquel momento, nuestro sector debía tomar ciertos recaudos en su accionar comercial respecto a los plazos de pago y la incobrabilidad asociadas a cheques sin fondos, entre todas esas prácticas fraudulentas de la época, pero la comercialización de nuestros volúmenes totales de producción estaban de alguna manera garantizada por la demanda.
Hoy atravesamos una crisis totalmente distinta, una “crisis de negocios” definiría en lo personal, no existen negocios materializables actualmente para nuestra actividad. Nuestras ventas están asociadas como se sabe, en gran medida a la construcción y a sus propios momentos de auge sectorial; y esta actividad se encuentra paralizada por completo desde hace un tiempo, no retomando impulso este año. Vale decir que, si a la casi inexistente demanda actual uno le suma otros factores extrínsecos, como el fuertísimo incremento de los costos internos y la imposibilidad de exportar, debido a que nos convertimos sorpresivamente en un país caro para el mundo; entonces no hay negocio alguno que se pueda afrontar.
Esto es lo que da un contexto de riesgo real del negocio maderero, la supervivencia empresarial de la mayoría de las industrias PyMEs de nuestro sector, e incluso la terminalidad de este sub-sector como vengo aseverando hace ya varios años en diferentes entrevistas con ArgentinaForestal.com
AF: ¿Ud. ya advierte de una “crisis terminal” para algunos aserraderos de Misiones y Corrientes ante el contexto actual y lo que se puede esperar para 2024?
AG: Si. Sin dudas a eso me refiero. Diría más que para algunos aserraderos, para todo el sub-sector PyMEs madereras.
En mi opinión, esta es una crisis de carácter terminal, la cual ya venía pronosticando desafortunadamente desde hace mucho tiempo y por ello, solicitando una reingeniería sectorial y cambios de carácter estructural, que nunca se propiciaron. Mas precisamente, esto empezó inmediatamente después de la crisis de las hipotecas subprime en 2008 en Estados Unidos, que nos volteó la demanda de un mercado americano, que nosotros habíamos aprendido a abastecer a través de un proceso exportador bien encarado por nuestros industriales madereros.
A partir de ello, debimos reacomodarnos como pudimos en un mercado interno y felizmente demandante por aquellos años. Además, lo hicimos apoyadas en el auge de la construcción, pero perdiendo sistemáticamente rentabilidad ya desde aquellos tiempos.
Esta perdida sistemática de rentabilidad, se fue agudizando a través de los años y fue el principal disparador de todas las situaciones de conflicto para nuestro funcionamiento eficiente y productivo como empresas. Y la visualización para mí de un camino sin retorno, fue mi principal preocupación como consultor del sector.
En tal sentido y respecto a las expectativas para el resto del 2024, no soy optimista bajo ningún concepto. ¿Qué puede cambiar? Lla construcción no se reactivará de un día para otro. Los costos internos no se reducirán (nunca paso en este país y tampoco pasará ahora), por el contrario, aumentarán.
Creo que aún falta un tramo de “ajustes” de tarifas, que así lo determinarán. El atraso cambiario, ni siquiera reconocido por el gobierno, nos invalida a exportar y nos pone caros para el mundo. Realmente la situación es esta vez, muy preocupante y si los asociamos en el tiempo, realmente no sé cuantos meses más nuestros industriales podrán seguir sosteniendo esta situación deficitaria.
La gran problemática sectorial está en las PyMEs
AF: ¿Se tiene información de cuántas son las empresas madereras que siguen exportando en Misiones y cómo fue la evolución de las exportaciones en este primer semestre del año, llegando ya a junio?
AG: No cuento con el dato fidedigno u oficial, pero producto de mi conocimiento sectorial y haciendo un rápido recontó, las podemos contar hoy con los dedos de las manos, ya que no contabilizo más de 10 empresas en Misiones y no más de 5 en la provincia de Corrientes.
Obviamente vinculado a las empresas más grandes de cada provincia, con excepción de algunas pocas PyMEs, que lo hacen con muy baja o nula rentabilidad, solo para mantener clientes o fidelizarlos en algún caso, o bien simplemente para poder darle algún destino a parte de su producción estoqueada.
La evolución de las exportaciones, en lo que va de este primer semestre de año, ha sido marcadamente decreciente para el sector maderero PyMEs, que es personalmente el que me interesa y me ocupa. Por baja de los precios internacionales al principio, por el gran aumento de los costos internos asociados a fletes y logística y por el atraso cambiario después.
Lo que ocurre, es que cuando involucras entre los datos de Misiones las exportaciones del grupo Arauco en lo referido a Madera Aserrada y Paneles; y en Corrientes las de Forestal Las Marías y Zeni & Cía, sumando las más recientemente del inaugurado gran aserradero Acon Timber (produce hace ya varios meses) que exportó la totalidad de su producción inicial -y no tiene pensado vender en el mercado doméstico-, esas estadísticas se ven “distorsionadas” de alguna manera, ya que no reflejan la situación sectorial foresto-industrial real respecto exportaciones.
Sin embargo, sobre este tipo de casos es donde yo quiero insistir y sobre lo que vengo pregonado, respecto a que la gran problemática sectorial es “PyMEs”.
Estás grandes compañías mencionadas, tienen la capacidad por tamaño y escala, de licuar sus costos y producir madera la totalidad de su producción, sin clasificación por grados a valor cercanos a 160 U$D/m3, que es el precio internacional de referencia de ese tipo de madera y que las pequeñas y medianas ya no logran alcanzar, debido a sus altos costos operativos.
Otra “rareza”, que se produjo sobre fines del año 2023, tal vez producto de la inyección de mucho dinero a la plaza durante septiembre y octubre, fue la acumulación de stock, de un volumen que nunca antes se había dado en nuestro sector.
Esa producción “estoqueada” por sobre la demanda, se ha ido “liquidando” en el mercado interno o incluso exportando, a precios muy por debajo de los esperados. Muchas de las pocas operaciones actuales en el mercado doméstico, se retrotraen a precios de enero de 2024 e incluso diciembre de 2023, lo que hace manifiesta más aún esta gravísima crisis de mercado.
Al industrial misionero se le dificulta la provisión sostenida de rollos de Pino
AF: ¿Se tiene información si la actividad de plantación de los pequeños productores forestales ha retomado en algo?¿Los aserraderos deberían integrar a su negocio la forestación para asegurarse a futuro la materia prima en Misiones?
No, la actividad primaria de plantación está totalmente paralizada hace mucho tiempo. El productor forestal argentino pequeño o mediano, excepto raras excepciones, no plantan sin incentivos y es algo que planteé oportunamente como parte de una problemática de necesaria restructuración, porque eso no es razonable desde ningún punto de vista y en ninguna actividad agroindustrial.
Respecto a la suficiencia en el abastecimiento de materia prima hacia los aserraderos, debo decir, que bajo esta situación actual agravada, cada industria hace lo que puede para proveerse; algunos compran plantaciones en pie y contrata servicio de cosecha (cada vez más difíciles de conseguir), otros directamente compran rollos, si cuentan con una empresa proveedora zonal con disponibilidad y cercanía.
Lo que ya no se produce y que, por otra parte, no tiene lógica que así sea y menos en el caso de las empresas PyMEs, es la completa integración vertical de la operación, con bosques propios y servicios de cosecha por administración propia. La materia prima hoy tiene otra propiedad y ese proceso iniciado años atrás de valerse de bosques propios por parte de los aserraderos pequeños y medianos se paralizó por falta de capacidad de inversión.
Esto que me plantea y que seguramente, es producto de mis expresiones y advertencias vertidas en entrevistas anteriores, se está agudizando sobre todo en el Sur de Misiones y Norte de Corrientes, donde las grandes compañías proveedoras de rollos, se encuentra abocadas a través de convenios o no, a proveer exclusivamente al mega aserradero recientemente instalado, desatendiendo de esta manera a los pequeños y medianos aserraderos, de su radio de influencia. Hoy en esa región,se hace realmente difícil acceder a la provisión sostenida de rollos de Pino.
AF: ¿Y los aserraderos PyMEs misioneros han mejorado en cumplir con las entregas a sus clientes, han incorporado tecnologías (como aseveran algunos consultores) para procesar productos con agregado de valor, en cumplir en volumen, tiempo y forma, y en calidad de la materia prima?. Es decir, han mejorado en su gestión y formalidad….
AG: No recuerdo haber planteado como un problema lo que Ud. me consulta, me refiero al incumplimiento o la informalidad comercial por parte de las industrias de nuestra región, muy por el contrario, creo que el sector formal del cual hablamos, siempre honró sus compromisos comerciales, en tiempo y forma.
En cuanto a la incorporación de tecnología, sin lugar a dudas no hubo nada sustancial en los últimos tiempos, los aserraderos cuentan con una obsolescencia ya manifiesta, algo razonable teniendo en cuenta, que no se ha contado desde hace ya un buen tiempo con líneas crediticias blandas por parte de entidades bancarias que así lo propicien, ni mucho menos programas gubernamentales destinados a este fin.
En lo concerniente al agregado de valor, si aquí tenemos un gran tema, el cual está asociado justamente a la calidad de la materia prima disponible y por ello es bueno tratarlo en este punto:
1) No existe hoy en nuestra región (generalizando claro), calidad de materia prima que permita elaborar líneas de productos con valor agregado, como si existía en los primeros años de los 2000 y que nos permitió encarar una corriente exportadora asociada a la madera clear o con baja densidad de nudos.
2) Producto de toda la problemática planteada, en mi “archi” debatida propuesta, se registra una gran desmotivación por parte del productor y consecuente desatención de las prácticas silvícolas, pérdida de rentabilidad, bajos precios históricos, entre otras cosas.
3) Se ha generado una existencia actual de madera en bosques, en general de baja calidad estética y estructural, lo cual permite solo la producción destinada a la construcción básica (encofrados) y la fabricación de embalajes y palets.
Si analizamos la dinámica que esto produce, nos encontramos con que esta calidad de materia prima ya no les sirve a los aserraderos PyMEs en la búsqueda de sus productos con valor agregado (necesarios para ellos), pero sí a los grandes aserraderos, abocados a la producción de madera “mill run” para el mercado asiático del Packaging. Como mencioné anteriormente, son capaces de producir a precios internacionales competitivos (160 U$D/m3).
4) Y una vez más y desgraciadamente, se repite la historia, nuevamente nuestros planes de incentivos forestales solo propiciaron como en otros momentos, la generación de materia prima barata para grandes compañías, para la industria de celulosa y papel oportunamente y ahora con diámetros mayores para las grandes industrias de transformación primaria.
AF: Ud. siempre se refiere a desafíos sectoriales de cuestiones estructurales, no coyunturales. En este contexto, cuáles serían hoy las cuestiones que se deben abordar indefectiblemente para sobrevivir a la crisis de mercado que enfrenta la industria de la madera argentina.
AG: En lo personal, temo que hayamos perdido el tren de esta posibilidad. La apremiante situación nos urge de una solución inmediata y en nuestro sector, los cambios no se producen de un día para otro, por los propios tiempos que nuestra actividad demanda y por deberse justamente a cambios de fondo y de índole estructural.
A partir de haber estudiado y analizado los procesos de reconversión en sectores madereros de diferentes partes del mundo, como los de Centro Europa, países Nórdicos, la canadiense Columbia Británica e incluso más regionalmente de Chile, en cuales todos, la baja escala del subsector dominante fue el núcleo del problema. Es por ello que considero que esa reestructuración sectorial que en todos los casos se aceleró por la aparición en competencia de mega industrias de aserríos, puede ser afrontada a través de una sola situación, que es:
“La reconversión de los pequeños y medianos aserraderos hacia remanufacturemos puros, que encaren una segunda transformación mecánica a partir de madera aserrada producida en primera transformación por las grandes compañías”.
Esa convivencia o relacionamiento simbiótico entre las grandes compañías capaces de producir madera barata y la posibilidad de agregarle valor por parte de los más pequeños, es lo que permitió la supervivencia de estas últimas en el mundo.
Yo siempre digo que es posible producir tecnológica y logísticamente hablando 1.000.000 de m3 de metros cúbicos de madera aserrada por año, como probablemente lo hará en poco tiempo Acon Timber, es prácticamente imposible si intentan remanufacturar todo ese volumen. Es ahí donde veo una oportunidad de negocios para las industrias más pequeñas a partir de su reconversión tecnológica hacia remanufactureros (cepilladores, moldureros, etc.).
A este modelo de negocios que advertí solo analizando lo acontecido en otros lugar del mundo, agregué a mi sugerencia, un aspecto local basándome en las características particulares del sector “colono” foresto industrial PyMEs de Misiones (Corrientes tiene otras características), respecto a la posibilidad de involucrar en ese proceso otras especies de las que denomino no tradicionales (Grevillea, Toona, Kiri,Paraíso), más una segunda y merecida oportunidad a nuestra madera nativa de Araucaria, de gran actitud forestal, como especies a industrializar por los PyMEs madereros. Este es el proceso de cambio. Pero claro está, esto lleva tiempo y hoy el sector PyMEs foresto-industrial ya esta “con la soga al cuello”.
El InFoPro podría ejecutar la necesaria reingeniería forestal
AF: Si volvemos a la entrevista de hace un año atrás (febrero 2023), ya planteaba Ud. la necesidad de un programa provincial de reconversión estructural para las PyMEs foresto-industriales donde el negocio tendría que ser rentable para el dueño de la materia prima y el industrial. ¿Hoy cómo ve ese escenario para debatir la “reingeniería” forestal? ¿Qué pasará con los productores forestales de la región de Misiones y Corrientes? ¿Cómo se ha concentrado la disponibilidad de la materia y las distancias de las plantaciones con las industrias?
AG: Bueno…tomando en consideración que nuestro sector político sectorial, entiéndase nuestra Dirección de Desarrollo Foresto-Industrial y nuestro sector gremial empresario, entiéndase AFOA y CONFIAR, se encuentra dedicados casi exclusivamente a tratar de maximizar las superficies implantadas a través de la Ley 25.080 y buscando además sus formas de financiamiento, pensé teniendo en cuenta que Misiones es la principal provincia forestal, que esta problemática se convierte de alguna manera en un problema de carácter provincial y en tal sentido, podría ser atendido por ella.
Me parece que implementar un programa forestal provincial “misionerista”, término que gusta usar al gobierno misionero, podría ser una muy buena acción de gobierno y en más, sería una actividad genuina que podría afrontarse en el INFOPRO (Instituto Forestal Provincial) de acuerdo a las atribuciones que les otorga su propia ley fundacional (Ley XVI N°120).
Respecto a que sea rentable para ambas partes del negocio (el proveedor de materia prima y el industrial) eso es casi una obviedad, eso debería ser así en toda actividad comercial; pero el mismo INFOPRO, “práctico” en calcular costos para conformar precios de referencia de materia prima, debería ampliar su tarea y avanzar sobre el análisis de costos industriales, para determinar hasta donde pueden “aguantar” determinados precios de rollos y cuando deja de ser rentable para el aserradero.
Pero bueno, también soy pesimista ya en que ese escenario de reingeniería de procesos para el sector pueda ser abordado por entes provinciales… pero insisto, deberían hacerlo.
AF: Ud. ya hablaba de orientar a los pequeños y medianos reforestadores hacia nuevos nichos de mercado con especies alternativas, ya no más pino o eucaliptos…
Si. En mi propuesta, insisto que el sector forestal industrial clásico y tal como lo conocemos con especies de Pinus y Eucaliptus, destinados a la trituración y al aserrado para la construcción, el empaque y el mueble, sea gestionado y autofinanciado por las grandes empresa del sector (celulosas papeleras, grandes proveedores de materia prima y mega aserraderos, instalados y por instalarse) quienes de alguna manera deberán valerse de la autogeneración y gestión de su propia materia prima, para lo cual, el Estado Nacional solo deberá intervenir propiciando legislación apropiada, para el mejor andamiaje de esas operaciones y no preocuparse en gestionarla ni financiar su disponibilidad.
Y para todo esto considero que los aserraderos PyMEs se divorcien de alguna manera de esa actividad y se dediquen a trabajar otras especies (no tradicionales), como ya se lo manifesté cuando hablamos sobre las posibles medidas a implementar.
Eso sería alejarse de una línea de negocios en donde la competencia va a pasar a ser feroz, teniendo en cuenta la reducción del mercado doméstico y la incorporación de grandes actores (Acon Timber no será el único) y donde la escala de las PyMEs no las ayuda a tener un rol activo.
Acon Timber y su impacto en el negocio forestal de la región
AF: ¿Cómo considera impacta en el mercado de la región la puesta en marcha del gran aserradero Acon Timber? ¿Y cómo frente a estos nuevos actores e inversores grandes que se promueve atraer a la región las PyMEs deberán transformarse para no quedar fuera del mercado?
AG: Bueno, viene muy bien a colación su pregunta con todo lo que venimos hablando. Este proceso de necesaria reconversión sectorial que vengo pregonando y que ya comenté, se debe a que analicé el escenario de otros lugares del mundo y desde hace ya varios años, se originan en todos los casos a través de la aparición de mega aserraderos, que absorben una gran porción de la materia prima disponible y a su vez copan una gran parte de los mercados domésticos, aunque esto último, no es lo que sucederá con AconTimber, al menos en un primer momento.
En conversaciones con sus directivos, explicaron que ellos no tienen previsto vender en nuestro mercado interno, cosa que si se quiere lo veo hasta loable. El impacto que generará será en la competencia zonal por la materia prima de Pino y en la captación por parte de la empresa extranjera del mejor personal disponible, el más calificado y competente (oficiales y mandos medios formados) de la región, que hasta el momento son perteneciente a otras empresas de la zona.
En la actualidad, es notorio y evidente la dificultad de conseguir rollos de pinos en la zona de incumbencia de Acon Timber y su radio de acción pone en riesgo de abastecimiento a alrededor de 70 a 75 aserraderos PyMEs.
Cuando hablo de políticas y acciones de cambio, novedosas y necesarias para atravesar este proceso de reconversión sectorial, considero que si fuera un directivo de la empresa austriaca, me sentaría con los aserraderos de la región y les diría: “Paren sus líneas de aserrío, nosotros le proveeremos / venderemos la madera aserrada bajo especificaciones técnicas necesarias para sus operaciones industriales y para que Ustedes puedan llevar adelante sus producciones y fabricar machimbres, palets o paneles, pero no se inmolen tratando de competir con nosotros en la compra de la materia prima”.
Esto propiciaría esa convivencia entre grandes compañías y PyMES madereras que observe se aplica en el mundo y sería un bien inicio de la compleja reconversión que venimos hablando a lo largo de esta entrevista y que es parte de mi propuesta de cambio.
Plan de sostenibilidad de PyMEs madereras para frenar el proceso de extinción
AF: No hay debate sectorial en Misiones sobre el desarrollo futuro del sector ¿O sí?. Más allá de la agenda de la coyuntura que APICOFOM, AMAYADAP – a través de la CEM- piden medidas al gobierno provincial (política fiscal, tarifas eléctricas, financiamiento, infraestructura vial, logística), ¿hay alguna mesa o foro en que se puedan hablar de estos temas?
AG: No… no lo hay. Solo reuniones intestinas en las cámaras empresariales, donde muchas veces priman intereses o necesidades particulares que no responden totalmente a los requerimientos del bien común sectorial y que apelan, por otra parte, a resolver cuestiones de inmediates.
Si Ud. analiza las cinco medidas solicitadas por el sector forestal-industrial en su conjunto (APICOFOM y AMAYADAP) al gobierno provincial, estas son: la simplificación y agilización de los trámites fiscales relacionados con el Impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIBB), la reducción de la alícuota de dicho impuesto, la facilitación de operaciones de venta y reemplazo de maquinaria, rodados e inmuebles rurales, la utilización del impuesto de sellos como pago a cuenta del Impuesto sobre los Ingresos Brutos,la auditoría de las tarifas eléctricas en los municipios para garantizar la adecuada aplicación de los valores establecidos por las autoridades nacionales y provinciales y la mejora de infraestructura vial, particularmente de los caminos rurales y rutas provinciales.
Se puede advertir, que si bien son solicitudes importantes o esenciales como dice el documento, de todas maneras son todas de carácter coyuntural, y de prosperar, no cambiarán en mayor medida la situación acuciantes del sector forestal PyMEs, y tampoco la sostendrá para nada en el largo plazo.
AF: El escenario actual es mucho más complejo que hace un año atrás. Entonces, ¿cuáles son las medidas considera deben atender o priorizarse para acompañar este cambio a futuro en la planificación foresto-industrial en la provincia? Estamos hablando de la economía más importante de Misiones.
El escenario actual es sumamente más complejo y acuciante, que hace un año atrás. Estoy hablando de terminalidad y de dificultosa supervivencia empresarial de las empresas PyMEs del sector.
Por mi actividad laboral y comercial, mantengo conversaciones diarias con empresarios madereros de la Mesopotamia, y todos me manifiestan la gravedad de esta situación.
La preocupación del empresario es hoy muy profunda y angustiante, porque está viendo en riesgo su estabilidad como empresa, por no contar con los fondos, ya no para nuevas inversiones, si no para poder afrontar gastos corrientes como salarios o una factura de energía.
Pero es por ello que consideran que su problemática es solucionable con medidas como revisar las facturas energéticas o reducir alícuotas impositiva, y en realidad eso no le soluciona el problema de fondo, porque “solucionado” esto, aparecerán otras cuestiones de coyuntura, que lo volverán a poner en situación semejante en este escenario que estamos afrontando.
Y sacando de la mesa de análisis la situación actual del mercado, los altos costos y el atraso cambiario, que ya lo hablamos y que obviamente tiene una marcada incidencia en este momento, el empresario PyME no advierte aún que sus problemas de fondo son básicamente de escala industrial, de baja rentabilidad, producto de su baja productividad, de su escaso rendimiento industrial y de la ineficiencia mecánica ofrecida por sus obsoletas instalaciones.
Advierten sí, que ya no cuentan con disponibilidad de materia prima barata, como la que utilizaron para operar los últimos 25 años.
Ante este expeditivo análisis, consideran que solicitando algunas medidas paliativas (eso son las solicitadas), podrán reencausar su actividad industrio empresariales y eso desgraciadamente no será así nunca más y es lo que vengo pregonando desde hace muchos años, producto de mi estudio de casos.
Por ello y teniendo en cuenta, que no podemos abandonar y mucho menos permitir la desaparición empresarial del subsector maderero Pymes, es que pretendo que se entienda la importancia en estos momentos de instrumentar un “Plan de Sostenibilidad”; hace unos años, lo titulaba de “necesaria reconversión” dado que desgraciadamente auguraba la situación actual.
Respecto a las medidas que me planteas, que deberían haberse priorizado, las he presentado en los distintos foros en los que me tocó actúar y fueron claramente especificadas en las entrevistas con este medio y otras publicaciones del sector; pero se podría sintetizar en el siguiente concepto general:
- · Liberar a las empresas PyMEs madereras actualmente productoras de Pino y Eucaliptus de la primera transformación mecánica (aserrado), para neutralizar la feroz competencia que se avecina entre ellas y grandes instalaciones industriales.
- · Apoyar su reconversión hacia industrias remanufactureras puras a partir de compras de tablas aserradas y secas a esas grandes compañíaso bien propiciando el camino de estas empresas hacia el aserrado de especies no tradicionales, con nichos más particulares de mercado.
Como conclusión, le puedo expresar que este proceso de reconversión sectorial, que venía presagiando e indicando que se produciría de todas maneras por temas estructurales y que podría ser crítico, e incluso terminal,y para el cual solicitaba un plan de reingeniería total del negocio que lo encauce y les permita a las Pymes su supervivencia, ya se ha iniciado y a una velocidad dramática.
Lo que lo desencadenó y aceleró esta crisis, fueron las deficitarias condiciones de mercado, el brutal aumento de nuestros costos internos asociados a actividades industriales (Energía y combustibles), pero también y fundamentalmente por el importante aumento de la materia prima producto de la competencia con los nuevos actores. Actores que por otra parte serán más. El proceso está sin dudas iniciado, tratemos que nuestro sector lo pueda sobre llevar de la mejor manera.