Por Agustina Malizia y Cecilia Blundo, del Instituto de Ecología Regional (IER, UNT-CONICET).
ARGENTINA (19/7/2022).- En esta opinión internacional ( https://www.nature.com/articles/s41559-022-01738-7) sobre cómo es la situación de quienes generan los datos forestales en sitios tropicales y subtropicales participan Agustina Malizia y Cecilia Blundo del Instituto de Ecología Regional (IER, UNT-CONICET), y comentan sobre el tema.
La demanda de conocimiento sobre los bosques tropicales y subtropicales está en aumento en todo el mundo. La información sobre cuánto carbono acumula o sobre su biodiversidad es muy valiosa y diferentes actores como científicos, gobiernos, ONGs, etc., desean utilizarlos.
Existe una opinión generalizada que para conseguir mejores resultados es necesario que los datos forestales sean abiertos, es decir que estén disponibles para toda la comunidad y se puedan compartir sin restricciones; y justos, es decir que sean localizables, accesibles, interoperables y reutilizables (del inglés FAIR: Findable, Accessible, Interoperable, Reusable).
Sin duda, los datos abiertos pueden fomentar la transparencia e impulsar la innovación.
Sin embargo, generar datos forestales a largo plazo, implica medir e identificar en el terreno millones de árboles. Esto significa establecer, mantener y volver a visitar las parcelas permanentes una y otra vez, y curar los registros indefinidamente.
Los árboles son organismos longevos, por lo que los bosques requieren décadas de seguimiento para inferir sus cambios.
Por lo tanto, mantener los registros locales durante décadas implica un compromiso profundo y a largo plazo con las combinaciones adecuadas pero cambiantes de personas, instituciones, normativas e intereses que caracterizan a cada sitio forestal. Sin embargo, muchos trabajadores forestales incluyendo asistentes de campo, técnicos, becarios, estudiantes e incluso investigadores carecen de seguridad laboral y de una trayectoria profesional a pesar de la dedicación en el tiempo que requiere el monitoreo de los bosques. Incluso, en ciertas regiones están expuestos a grandes riesgos personales como secuestro y violencia.
Estos costos que conllevan la adquisición y el mantenimiento de los datos son frecuentemente
subvalorados. Esto resulta problemático teniendo en cuenta que los países que albergan bosques tropicales y subtropicales generalmente se encuentran entre los que menos pueden invertir en ciencia y desarrollo. No resulta sorprendente, entonces, que quienes más abogan para que los datos de los bosques tropicales y subtropicales sean abiertos, no sean quienes los
monitorean en el terreno.
En este artículo se plantean recomendaciones basadas en las necesidades y perspectivas de quienes generan los datos forestales, para garantizar que los usuarios y los financiadores contribuyan adecuadamente. Esto incluye la financiación de los costos directos e indirectos de:
(i) el trabajo de campo y el trabajo en laboratorio, incluyendo el apoyo a los herbarios;
(ii) las prácticas de trabajo en el terreno, las condiciones de empleo seguras y formación para todos los trabajadores de los que depende la generación de los datos;
(iii) los gastos generales (overheads) de las instituciones responsables de la entrega de datos. En conjunto, abordar estos costos reales pondrá a los financiadores en condiciones de garantizar que su apoyo conduzca a una ciencia más abierta a través de la publicación de datos.
Adicionalmente, los autores y las editoriales de las revistas también pueden apoyar:
(iv) revisando definiciones de autoría para incluir a quienes participan en la recopilación y gestión de datos, y (v) garantizando que los resultados se comuniquen en los idiomas de dichos autores, (vi) se necesitan acuerdos internacionales, que incluyan financiación, para apoyar la obtención de datos, la creación de capacidades y de carreras estables a largo plazo para potenciar las instituciones subtropicales y tropicales.
Es esencial (vii) desarrollar colaboraciones a largo plazo y equitativas, que incluyan financiadores, generadores de datos y usuarios por igual. En este sentido, ya han surgido redes de investigación a nivel mundial y nacional que apuntan a generar, reunir y compartir datos forestales, al tiempo que ponen a quienes generan los datos en control de la gestión y el acceso a los mismos.
Sin embargo, estas iniciativas aún heredan las asimetrías de la investigación científica, pero pueden tender puentes y desarrollar la próxima generación de líderes subtropicales y tropicales apoyándolos con datos, herramientas, conectividad y oportunidades para liderar resultados académicos y aplicados.
En resumen, para que los datos de los bosques tropicales y subtropicales sean abiertos, primero deben recibir un apoyo justo quienes generan los datos. No sólo es justo invertir en los trabajadores forestales y en su desarrollo, sino que también es mejor para los objetivos
globales que todos queremos alcanzar.
Comentarios finales
Para estudiar las selvas subtropicales de montaña del noroeste argentino el Instituto de Ecología Regional (IER, UNT-CONICET) junto a la Fundación ProYungas y el grupo de investigación CETAS-UNJu se ocupa de mantener la Red Subtropical de Parcelas Permanentes (RedSPP, https://ier.conicet.gov.ar/red-subtropical-de-parcelas-permanentes-redspp/ ) que cuenta con 79 parcelas (71.24 hectáreas) distribuidas por las Yungas en las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy que se remiden periódicamente, por ejemplo cada 5 años.
La base de datos de la RedSPP cuenta con 30 años de datos y más de 40.000 árboles identificados y medidos. Contribuye así al estudio de los factores y procesos que condicionan la
estructura y dinámica de estos bosques, así como su respuesta futura a los cambios globales incluyendo cambio climático, cambios en el uso de la tierra, invasión de especies exóticas.
Este artículo forma parte del espacio mensual de la REDFOR.ar, en ArgentinaForestal.com, que busca divulgar y generar debate sobre la problemática forestal del país. Las opiniones pertenecen a los autores.