Tras semanas de lucha contra incendios rurales simultáneos, llegaron las lluvias y aplacaron las llamas en zonas de Misiones y Corrientes

Como para reponer fuerzas y calmar los ánimos, los brigadistas, bomberos y voluntarios agotados, los recursos ya escasos, los móviles deteriorados y las dantescas llamas que no daban tregua con el calor de más de 40 grados y la falta de agua en las distintas localidades -de ambas provincias-, llegaron las tan esperadas lluvias, única esperanza que se tenía para poder aplacar las llamas extendidas por kilómetros en toda la región. Bosques, pastizales, plantaciones forestales, entre otros cultivos se perdieron en las llamas. Daños a la biodiversidad de un valor incalculable.

 

Por Patricia Escobar

@argentinaforest

 

CORRIENTES Y MISIONES (3/2/2022).- Las redes sociales se volcaron a compartir imágenes de alivio y festejo de pobladores, brigadistas, bomberos y voluntarios ambientales que colaboraron durante semanas para asistir en los combates de incendios rurales en áreas naturales protegidas y campos rurales.

En Misiones, este jueves el mayor alerta fue la situación fuera de control de los incendios que seguían avanzando dentro del Parque Provincial Salto Encantado, despues de luchar varios dias para contener el fuego y evitar su ingreso al área protegida, finalmente los brigadistas y guardaparques debieron replegarse ante el peligro de las llamas. Horas de mucha tristeza e impotencia al no poder hacer nada ante el incendio que fue devorando selva nativa, la fauna huyendo de las quemas y la imágenes tomadas de un dron sobre el Valle del Cuña Pirú cubierto de humo recorrieron el país.

Si bien las lluvias que llegaron a la zona aplacaron las llamas, aun hay un trabajo de control de extinción del incendio con guardias de cenizas que llevará varios días.

En Corrientes, desde fin de diciembre a la fecha, desde el INTA estiman se quemaron más de 120 mil hectáreas de humedales y pastizales, y más de 10 mil hectáreas de plantaciones forestales de pino y eucalipto.
Las pérdidas económicas son millonarias, sumado a la sequía prolongada que derivó en la declaración de la emergencia agropecuaria por parte del Gobierno de Corrientes.
En el Parque Nacional Iberá se propagaba un incendio desde el 16 de enero, con kilometros de frente que eran imposible de controlar, afectando zonas de alto valor de conservación.
Una lucha cuerpo a cuerpo con el fuego para evitar que arrasara con viviendas, cabañas y poblaciones rurales vecinas.

 

Leé más: Corrientes en llamas: el desastre ambiental y económico por incendios continúa, la provincia enfrenta más de 100 mil hectáreas quemadas por el fuego en enero

 

«Todos esperamos que las lluvias por venir ayuden en el control de esta emergencia que ya lleva dos meses. De esta forma, podremos empezar la reconstrucción de todo el daño causado por los incendios, sin olvidarnos de repensar como prepararnos mejor ante una futura temporada como ésta», expresó el gerente de Masisa Forestal Argentina, Fernando Dalla Tea, al compartir la imagen de los focos que se registraban la mañana del jueves 3 de febrero.

 

 

«El mapa refleja los pequeños y grandes focos activos de incendio que afectan la provincia de Corrientes en los últimos 7 días. Miles de hectáreas de humedales, pastizales, bosques, plantaciones forestales  y cultivos siniestrados con pérdidas económicas, ambientales y sociales difíciles de estimar», expresó el directivo a través de sus redes sociales.

 

 

 

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