Lucila “Mami” Florentín Nowosad, una histórica empresaria misionera y destacada dirigente gremial; y el empresario Carlos Sato, propietario del aserradero Magral y ex presidente de la cámara maderera, compartieron con empresarios, colegas y familiares la entrega de reconocimientos por su aporte al sector.
Fuente: APICOFOM
MISIONES (17/12/2025).- La cena de fin de año que organizó APICOFOM, la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Norte de Corrientes, marcó el cierre de un 2025 muy difícil, pero sirvió para que una vez más se ratifique el espíritu unido de la familia foresto industrial. Se hicieron reconocimientos a asociados con historia y prestigio en el sector.
Lucila “Mami” Florentín Nowosad, una histórica empresaria misionera y destacada dirigente gremial, recibió el reconocimiento por su trayectoria de manos de su nieto, Santino Bonetti.
“Mami” colmó el evento con muchas emociones al recordar sus inicios, la experiencia familiar y marcó el ejemplo de luchar para salir adelante.
“Hemos pasado muchas situaciones difíciles, pero siempre salimos adelante, no hay que bajar los brazos, tenemos muchas familias que dependen de nosotros y no podemos rendirnos. Tenemos que apostar a que las cosas mejoren, a pesar de lo mal que lo pasamos ahora”.
También se entregó un reconocimiento a Carlos Sato, ex presidente de la entidad con amplio reconocimiento en el mundo maderero, asesoramiento y aporte permanente al sector. El reconocimiento fue entregado por su hija, Lara, con una placa conmemorativa.
Así, empresarios, colegas y amigos compartieron anécdotas, risas y un momento agradable para brindar en estas fiestas de fin de año por la unidad, paz y progreso.

Renovación de autoridades
La cámara empresaria realizó previamente la asamblea anual del directorio, de acuerdo al estatuto de la entidad, y se renovaron parte de las autoridades de comisión directiva.
Germán Rockenbach fue reelecto como vicepresidente de APICOFOM, por unanimidad de los presentes.
El tema central de la asamblea fue el balance del año frente a la compleja realidad que enfrenta la foresto-industria, cerrando el año con un capacidad ociosa entre el 40 al 60 por ciento de su capacidad frente a las bajas ventas y progresiva reducción del consumo interno, altos costos y pérdida de competitividad.
Por otra parte, la industria de la madera requiere de medidas del Estado nacional para reactivar la industria de la construcción, ya que es un sector dependiente de la obra pública y privada.





