Impulsan al quebracho colorado santiagueño como madera normada para la construcción civil asegurando sostenibilidad, calidad y mercados formales nacionales e internacionales.
SANTIAGO DEL ESTERO (25/11/2025).- Un equipo de profesionales del INTA y la Facultad de Ciencias Forestales de Santiago del Estero integrado por los ingenieros forestales, Julio Michela, Sebastián Kees, Rolando Schimpf y Guillermo Merletti llevan adelante el proceso de normalización de la madera de quebracho colorado santiagueño promoviendo su incorporación en el CIRSOC 601.
Esta es una norma argentina que establece criterios y requisitos para el diseño estructural en madera, definiendo propiedades mecánicas, de resistencia, métodos de cálculos y lineamientos de seguridad para su uso en estructuras.
Su objetivo es garantizar que las construcciones en madera se realicen con estándares técnicos confiables, uniformes y comparables a nivel nacional permitiendo su uso de manera formal y regulada.
La madera de quebracho colorado santiagueño representa un recurso estratégico para el sector forestal, especialmente en la Región del Parque Chaqueño Semiárido.
Su durabilidad, resistencia y amplitud de uso le confiere un valor económico en diversos mercados. La promoción de su inclusión en el CIRSOC 601 es una condición claramente necesaria para consolidarse en el ámbito de la construcción civil.
Actualmente tiene destinos precisos: el aserrío, principalmente para la elaboración de durmientes con destino al tendido de ferrocarriles, la fabricación del carbón pesado con destino a la siderurgia y la extracción de tanino.
Este último producto es destinado totalmente a la exportación y cuyo precio, que se gestiona internacionalmente, de alguna manera le confiere un rango de commodity.
La incorporación del quebracho colorado a la construcción civil normada se puede realizar sin afectar ni solapar con los usos tradicionales e incluso puede ayudar a desarrollar un proceso de consolidación como un producto cuyo precio se define en el mercado internacional toda vez que se establezca un sistema de selección adecuado de la madera:
– Primera selección: vigas y columnas para la construcción civil (CIRSOC 601);
– Segunda selección: durmientes ferroviarios;
– Arboles viejos y enfermos: extracto de tanino;
– Arboles viejos, enfermos y costaneros resultantes de la industria: leña y carbón.
Así, la propuesta implica diversificar mercados sin menoscabo del uso actual, incluso este enfoque puede aplicarse tanto a viviendas rurales como urbanas en el marco de programas o planes sociales de construcción de viviendas o soluciones habitacionales dado el respaldo normativo y jurídico que garantizaría su empleo.
No se puede dejar de precisar que, a partir del 31 de diciembre del corriente año, comenzará a regir el Reglamento de la Unión Europea sobre Productos Libres de Deforestación (EUDR) y el nuevo tratado de comercio bilateral en ciernes con Estados Unidos incluye una cláusula medioambiental que podría comprometer a nuestro país a adoptar medidas adicionales contra la tala ilegal lo que nos genera nuevos desafíos para adaptarnos a los mercados internacionales.
Superar estos obstáculos no parece imposible dado el marco normativo vigente en nuestro país (Ley de Presupuestos Mínimos de Protección ambiental de los Bosques Nativos_ Ley Nacional 26.331) y la focalización de la industria local actual, que con la tecnología disponible puede cumplir con requisitos internacionales sin necesidad de adaptaciones significativas.
Una propuesta de este tipo convoca a actores de la actividad privada, quienes serían los principales beneficiarios, y también al sector político, dado que proyectos de esta naturaleza tienen carácter de política pública por todo lo que representan.
La implementación es viable puesto que la mayoría de los industriales están agrupados en organizaciones, principalmente en Chaco y Santiago del Estero, y los gobiernos provinciales reconocen al sector forestal como un generador de empleo. Conviene recordar que hablamos de un recurso natural que exige una gestión acorde.
Es un bien estratégico que no solo genera madera sino también servicios ecosistémicos, su valor es de interés colectivo ya que pertenece al estado provincial y su usufructo genera renta pública y por sobre todas las cosas, tiene un carácter renovable y debe ser manejado de manera sostenible.

Son múltiples las organizaciones que deben ser convocadas para alcanzar este objetivo y para todos los posicionamientos el resultado es: GANAR-GANAR.
Esta acción está impulsada por la EEA INTA Santiago del Estero, el Campo Anexo Estación Forestal Plaza, dependiente de la EEA INTA Sáenz Peña, la Facultad de Ciencias Forestales de Santiago del Estero articulando con la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), lo que refuerza su respaldo institucional y la viabilidad de la propuesta.

Es clave la futura participación del Grupo de Estudios de Madera (GEMA) dependiente de la Universidad Tecnológica de Concepción del Uruguay. Este artículo es un complemento del publicado el pasado 7 de mayo (https://www.argentinaforestal.com/2025/05/07/quebracho-colorado-santiagueno-y-quebracho-blanco/).



