Del análisis del monitoreo mensual de la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (FAIMA), se advierte que las ventas internas se mantienen deprimidas y que la competencia de precios impacta fuertemente en la rentabilidad del sector. La exportación de madera aserrada de pino creció más de 30% en lo que va del año, mientras que la construcción continúa sin repuntar.
Fuente: FAIMA
BUENOS AIRES (5/10/2025).- El ingeniero Gustavo Cetrángolo, asesor de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) presentó un reciente resumen ejecutivo sobre la evolución del mercado en agosto 2025 que confirma que a nivel interno el mercado de la madera se mantiene en niveles bajos, sin perspectivas de mejoras a corto plazo.
El relevamiento advierte que las ventas se redujeron en un contexto de altas tasas de interés, bajo consumo e incertidumbre macroeconómica, lo que obliga a las empresas a competir con fuertes descuentos, plazos extendidos e incluso ofertas informales. “Esto lleva a la rentabilidad a mínimos históricos e incluso a trabajar a pérdida”, remarca en el resumen el profesional.
El único segmento que resiste mejor es el de pallets, aunque también en un marco de caída de precios y presión competitiva.
Empresas con más resiliencia
Según el relevamiento, las industrias que cuentan con forestación propia, puntos de venta en grandes centros de consumo o diversificación hacia paneles y maderas laminadas son las que muestran mayor capacidad de resistencia frente a la crisis.
El informe de la Unión Industrial Argentina (UIA) coincide en que los principales desafíos son la caída de la demanda interna, las dificultades para competir con importados y el aumento de costos, especialmente en mano de obra e insumos nacionales.
Construcción en meseta baja
Uno de los sectores más golpeados sigue siendo la construcción, donde indicadores como los despachos de cemento y hierro redondo continúan en retroceso. El ISAC refleja que la actividad se mantiene en una “meseta baja”, pese a un leve repunte en el uso de madera.
FAIMA advierte que la mejora observada en algunos indicadores es apenas un rebote de la fuerte caída de 2024 y que no logra recuperar los niveles de años anteriores.
Exportaciones en alza
En contraste con el mercado interno, las exportaciones muestran un desempeño positivo. En los primeros ocho meses del año se registró un crecimiento del 34,5% en los envíos de madera aserrada de pino respecto al mismo período de 2024, impulsados por la puesta en marcha del mega-aserradero Acon Timber y el esfuerzo de PYMES que buscan compensar la baja demanda local.
En agosto, las exportaciones totales del sector crecieron 19,8% mensual y 64% interanual, aunque los precios internacionales de la madera rústica siguen bajos.
En molduras, la situación es distinta: los envíos al mercado estadounidense cayeron 5,9% en el acumulado interanual y 0,9% en agosto, golpeados por los aranceles impuestos durante la gestión Trump. Aun así, se espera un repunte en el cuarto trimestre con pedidos para 2026.
Producción y consumo energético
El índice de producción de madera publicado por INDEC mostró en agosto un incremento del 20% intermensual y 9,3% interanual, cifras que en FAIMA consideran “excesivas” respecto a lo que reflejan las encuestas en las industrias.
En paralelo, el consumo de energía eléctrica cayó en todos los sectores: 5,2% en el residencial, 2,3% en el comercial y 2,5% en el industrial, según la Fundación para el Desarrollo Eléctrico (FUNDALEC).
Perspectivas y confianza
Los permisos de construcción en 247 municipios disminuyeron 0,5% en junio frente a mayo, aunque con una suba interanual del 32,7%, aún en uno de los niveles más bajos de la serie histórica.
Por su parte, el índice de confianza del consumidor de la Universidad Torcuato Di Tella se desplomó 13,8% en agosto respecto a julio, con mayor impacto en los sectores de menores ingresos y en el interior del país.