Un nuevo ejemplar de yaguareté fue registrado en el Parque Nacional Río Pilcomayo, convirtiéndose en el décimo identificado en la Región Chaqueña. El hallazgo destaca la importancia del trabajo colaborativo para la conservación de esta especie en peligro crítico de extinción en Argentina.
Fuente: con información del Proyecto Yaguareté, Parques Nacionales y Fundación Vida Silvestre Argentina
FORMOSA (13 de mayo de 2025) – En un nuevo avance para la conservación del yaguareté, fue registrado un nuevo ejemplar de esta especie en el Parque Nacional Río Pilcomayo. Se trata de un macho identificado como M10, que se convierte en el segundo individuo detectado dentro de esta área protegida y el décimo en toda la Región Chaqueña.
El registro fue posible gracias al trabajo articulado entre guardaparques, técnicos, científicos y organizaciones dedicadas a la protección del gran felino sudamericano. Participaron en el monitoreo equipos del Proyecto Yaguareté (CeIBA-CONICET), del propio Parque Nacional Río Pilcomayo, la Dirección Regional NEA de la Administración de Parques Nacionales (APN) y la Fundación Vida Silvestre Argentina.
A través del uso de cámaras trampa, los especialistas lograron confirmar su presencia y obtener información crucial sobre su sexo, estado físico y movimientos. Este tipo de monitoreo no solo permite conocer mejor a los ejemplares, sino que aporta datos esenciales para diseñar estrategias de conservación más efectivas.
El yaguareté (Panthera onca), símbolo de la fauna sudamericana, se encuentra en peligro crítico de extinción en Argentina. La Región Chaqueña alberga una de las últimas poblaciones de esta especie, por lo que cada nuevo avistamiento representa un motivo de celebración y una señal de que los esfuerzos de conservación están dando resultados.
En marzo de 2024 se lograron detectar nuevamente rastros de yaguareté en el interior del Parque Nacional Río Pilcomayo. «Como respuesta inmediata a este hallazgo, desde la Intendencia del área protegida, con el apoyo del Proyecto Yaguareté (CeIBA-CONICET) y de la Dirección Regional NEA de la APN, se diseñó e implementó un monitoreo conjunto mediante cámaras trampa», informaron los investigadores.
El objetivo principal de esta iniciativa fue obtener imágenes del ejemplar, determinar su sexo y estado de salud, y verificar si se trataba de un individuo diferente a los registrados previamente en el Parque o en la región a través del análisis de su patrón de manchas, rasgo único de cada ejemplar que permite su identificación.
Desde Parques Nacionales, por su parte, indicaron como antecedente que las primeras imágenes de un yaguareté en la región chaqueña argentina habían sido registradas en 2018 por personal del área protegida e investigadores del Laboratorio de Biología de la Conservación del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL-CONICET), también por medio de cámaras trampa.
En esa oportunidad, el registro correspondió a un macho adulto, que fue fotografiado nuevamente en 2019 durante un monitoreo realizado en colaboración con investigadores del Proyecto Yaguareté y del Instituto de Diversidad y Ecología Animal (IDEA-CONICET).
Desde entonces no se obtuvieron nuevos registros confirmados de este individuo ni de otros de su especie, lo que convierte a este reciente hallazgo ocurrido entre los meses de marzo y abril de 2025 en el tercero de esta naturaleza y en una esperanzadora noticia para la conservación del yaguareté en la región chaqueña.
“Este nuevo registro refuerza la importancia de las áreas protegidas como refugios clave para la biodiversidad”, destacaron desde el equipo del Proyecto Yaguareté. “También demuestra que las alianzas institucionales y el trabajo sostenido a largo plazo son fundamentales para revertir el riesgo de extinción”, agregaron en el informe de prensa.
Desde las organizaciones participantes agradecieron a todas las personas que hacen posible esta tarea silenciosa pero vital, y reafirmaron su compromiso por un futuro donde el yaguareté vuelva a ocupar su rol como depredador tope en los ecosistemas de la Región Chaqueña.
La especie se encuentra en peligro crítico de extinción en Argentina debido a la pérdida y fragmentación de su hábitat, el atropellamiento en rutas y la caza ilegal del felino y sus presas.
Como el mayor depredador del ecosistema, el yaguareté cumple un rol ecológico fundamental regulando las poblaciones de otros vertebrados, especialmente de los grandes herbívoros, por lo tanto, su presencia es un buen indicador de la salud de los ecosistemas.
Se estima que en nuestro país quedan menos de 250 individuos y menos de 20 se encuentran en la región chaqueña, distribuidas en las provincias de Chaco, Formosa, Salta y Santiago del Estero.
El yaguareté es un Monumento Natural Provincial (Ley 1.673), un Monumento Natural Nacional (Ley 25.463) y su cacería está estrictamente prohibida. La especie se encuentra en peligro crítico de extinción en el país según la categorización de la Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM) en el Libro Rojo de Mamíferos Amenazados de la Argentina.
El valor ambiental del Parque Nacional Río Pilcomayo
Ubicado en la provincia de Formosa, el Parque Nacional Río Pilcomayo protege más de 51.000 hectáreas de ecosistemas fundamentales para la conservación de la fauna y flora de los humedales chaqueños. Reconocido como Sitio Ramsar, alberga una gran diversidad de especies y ambientes únicos en la región.
En el corazón de la Ecorregión del Chaco Húmedo, el Parque Nacional Río Pilcomayo se consolida como un área clave para la conservación ambiental en la Argentina. Con una superficie de 51.889 hectáreas, este parque fue creado en 1951 mediante la Ley Nacional N.º 14.073, y desde entonces resguarda una asombrosa variedad de ecosistemas terrestres, acuáticos e inundables.
Su relevancia ecológica ha sido reconocida internacionalmente al ser declarado Sitio Ramsar, es decir, un Humedal de Importancia Internacional, por la riqueza de su biodiversidad y el rol vital que cumple en la regulación hídrica y en la provisión de hábitats para innumerables especies.
El área protegida abarca una mosaico de ambientes naturales: lagunas, esteros, pastizales con palmeras, islas de bosques y selvas en galería que se desarrollan a lo largo de los cursos de agua. Esta complejidad ecológica permite la existencia de especies emblemáticas y amenazadas, convirtiendo al parque en un verdadero santuario natural.
Entre los bosques más densos del parque, se destacan árboles de madera dura como el lapacho, el quebracho colorado chaqueño, el algarrobo y el guayacán, acompañados por una rica diversidad de arbustos, enredaderas, plantas epífitas y un suelo cubierto de caraguataes.
La fauna del parque es igualmente extraordinaria. Alberga a las dos especies de yacarés (el negro y el overo), la boa curiyú, el mono carayá, murciélagos pescadores, carpinchos, aguará popé, coatíes, pumas, zorros de monte, tapir, lobito de río, ocelote, aguará guazú y oso hormiguero grande, entre muchos otros. Además, se han registrado más de 320 especies de aves, muchas de ellas vinculadas a los humedales.
La conservación de este parque resulta crucial para proteger el equilibrio ecológico de una de las ecorregiones más amenazadas del país. En un contexto de creciente presión sobre los ambientes naturales, el Parque Nacional Río Pilcomayo se mantiene como un bastión de esperanza para la fauna, la flora y los servicios ambientales que benefician a toda la región.