Durante un operativo de control ambiental, guardaparques del Parque Provincial Teyú Cuaré y de la Coordinación Zona Sur del Ministerio de Ecología desarmaron dos trampas en el arroyo Yabebirí. Además, notificaron a los propietarios de los terrenos cercanos sobre la prohibición de estas estructuras, que afectan la fauna y favorecen la pesca furtiva. Otro operativo se realizó en el Arroyo Cuña Pirú, y desde la comunidad Mbya Tupã Mba’e rechazan la criminalización de su sistema de pesca cultural y de significado espiritual, explicaron.
Fuente: Ministerio de Ecología de Misiones
Misiones (6/3/2025).- En un operativo de patrullaje y control ambiental, guardaparques del Parque Provincial Teyú Cuaré y de la Coordinación Zona Sur del Ministerio de Ecología detectaron y desmantelaron dos trampas tipo París en el arroyo Yabebirí.
«Estas estructuras ilegales obstruyen el cauce del agua, impiden el paso de los peces y facilitan la pesca furtiva, representando un grave daño para la fauna íctica», explicaron las autoridades ambientales en un comunicado de prensa difundido este jueves.
La primera trampa fue descubierta a la altura de Mártires, en el Departamento Candelaria. Se trataba de una barrera de palos que bloqueaba casi por completo el cauce del arroyo, por lo que su remoción requirió varias horas de trabajo.
En el lugar, los guardaparques identificaron al cuidador de un lote cercano y le labraron un acta de infracción por incumplimiento de la normativa ambiental.
Más adelante, durante el recorrido del Yabebirí, la patrulla halló otra trampa similar. Los agentes ambientales localizaron al propietario del terreno donde se encontraba la estructura y le advirtieron sobre el impacto negativo que estas construcciones generan en el ecosistema acuático. Al igual que en el primer caso, la trampa fue desmantelada de inmediato.
Para finalizar la jornada, los guardaparques visitaron la aldea aborigen Ara Porá, reforzando su labor de control y concienciación sobre la importancia de la preservación del entorno natural.
Rechazo de la comunidad Mbya Tupã Mba’e a la criminalización de su sistema de pesca tradicional
Ante la información difundida sobre el resultado de otro operativo de control sobre el Arroyo Cuña Pirú, en la zona centro de la provincia, desde la comunidad Mbya Guaraní de Tekoa Tupã Mba’e cuestionó la destrucción de su sistema de pesca tradicional, el Parí, por parte de fuerzas de seguridad y guardaparques. «Esta práctica, que tiene un profundo significado cultural y espiritual, es un derecho indígena reconocido por la Constitución Nacional y tratados internacionales», explicaron .
Durante el operativo, avanzaron en este caso en la destrucción de su sistema de pesca tradicional Parí en el arroyo Cuña Pirú, dentro de su territorio ancestral.
El Parí es una trampa de pesca utilizada por generaciones de los Mbya, construida con materiales naturales como madera, lianas y tacuaras. Más allá de su función para la subsistencia, representa un elemento fundamental de su cosmovisión y modo de vida (Teko). “Es una trampa sagrada para nosotros, un conocimiento transmitido por nuestros ancestros y que seguiremos practicando mientras nuestra cultura siga viva”, explicó Andrina González, Kuña Karai de la comunidad.
Nacho Martínez, otro integrante de la comunidad, destacó que la técnica de pesca es selectiva, permitiendo capturar solo peces grandes y preservando los pequeños. Además, aclaró que los alimentos obtenidos se comparten dentro de la comunidad y no tienen fines comerciales.
En defensa de su cultura y su derecho a la alimentación, la comunidad envió una nota al ministro de Ecología, Martín Recamán, solicitando una resolución que garantice la continuidad de sus prácticas de pesca y caza tradicionales. “Esperamos una respuesta positiva a la brevedad y que se instruya a los guardaparques para que no interfieran con nuestros sistemas de pesca”, expresaron en el documento.
Tupã Mba’e y el pueblo Mbya Guaraní reivindican su derecho a vivir según sus costumbres, amparados por la Constitución Nacional y los tratados internacionales. Exigen al Estado que garantice el respeto a su cultura y el acceso a los recursos que han sustentado su existencia durante siglos.