Últimas noticias

Opinión

Agricultores dentro del xilema: la relación entre escarabajos y hongos que pone en riesgo nuestros árboles

Esteban Ceriani Nakamurakare y Carolina Analía Robles, del Instituto de Micología y Botánica (INMIBO-CONICET) y del Laboratorio de Micología y Fitopatología, Departamento de Biodiversidad y Biología Experimental, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires (DBBE,FCEyN,UBA), comparten una investigación sobre insectos y hongos que afectan la madera de los árboles.

BUENOS AIRES (Diciembre 2024).- El término «escarabajos de ambrosía» se refiere a un grupo de insectos que, aunque no están unidos por una categoría taxonómica específica, comparten rasgos y comportamientos comunes que los definen en su rol ecológico. Estos insectos destacan por su habilidad para «cultivar» hongos dentro de los túneles que excavan en el xilema de la madera, un fenómeno conocido como «agricultura de hongos».

Los hongos de ambrosía cultivados en estos túneles constituyen la fuente principal de alimento para los escarabajos y, además, producen subproductos que ayudan a los insectos a aprovechar nutrientes específicos de la madera.

Si bien la mayoría de los escarabajos de ambrosía prefieren colonizar árboles muertos, algunas especies pueden infestar madera viva, y ciertas cepas de hongos simbiontes son altamente fitopatógenas.

Esto implica que pueden comprometer la salud fisiológica del árbol, lo que representa una amenaza significativa para la silvicultura y el manejo de plantaciones comerciales, tanto de especies exóticas como nativas.

Además, la actividad de estos escarabajos está afectando el arbolado y los bosques urbanos, y contribuye al deterioro de la biodiversidad y la alteración de los ecosistemas nativos. Estos factores subrayan la importancia de monitorear y controlar las poblaciones de escarabajos de ambrosía para proteger los recursos forestales y la biodiversidad.

Figura 1. Vista dorsal de adultos de Megaplatypus mutatus(Col.: Platypodinae): macho y hembra, respectivamente (A). Hembra dentro del túnel, mostrando la coloración característica de la galería (B).Ceriani-Nakamurakare (E).

No es lo que ves, sino lo que no ves

En Sudamérica, uno de los escarabajos de ambrosía más problemáticos es la especie Megaplatypus mutatus, conocido comúnmente como el «taladrillo grande de los forestales» (Fig. 1).

Este insecto afecta una gran variedad de árboles, incluyendo álamos, eucaliptos, robles, casuarinas y árboles frutales. A diferencia de otras plagas que atacan árboles enfermos o en descomposición, M. mutatus perfora árboles vivos y aparentemente saludables, excavando largostúneles que conforman una galería en el tronco (Fig. 2).

Figura 2. Fuste dañado por Megaplatypus mutatus – cada círculo rojo indica una perforación – (A). Rollizos cosechados con presencia de túneles: vista general (B) y detalle de los túneles (C).Identificación de galerías mediante algoritmos de procesamiento de imágenes (D), con representación final de la topología en verde(E). Ceriani-Nakamurakare (E)

La presencia de estos túneles, junto con el oscurecimiento que los hongos causan en la madera, reduce el valor comercial y compromete la integridad del árbol como asítambién de los productos generados.

Esta especie se ha extendido a otros países, como Italia, donde ha encontrado nuevas especies de árboles vulnerables en plantaciones comerciales y bosques locales. Argentina ha realizado avances significativos en la investigación y el manejo de esta especie, liderando estudios sobre su biología, comportamiento y la relación simbiótica que mantiene con ciertos hongos en su entorno.

Figura 3.Vista general de los hongos simbiontes asociados a Megaplatypus mutatus (A). Corte longitudinal de una porción del túnel, donde se observan hifas desarrollándose en el tejido de la madera (B).Ceriani-Nakamurakare E.

De pequeños aliados surgen grandes poderes

Estudios liderados por la línea de investigación sobre interacciones fúngico-entomológicas –perteneciente al Instituto de Micología y Botánica del CONICET y UBA- han revelado que M. mutatus depende de una comunidad diversa de hongos que cultiva dentro delos túneles que el propio escarabajo excava (Fig. 3).

 

Nuestras investigaciones han encontrado hongos de los géneros Fusarium, Graphium, Candida, y Raffaelea. Estos hongos juegan un papel crucial en el desarrollo del escarabajo, ya que intervendrían en la producción de nutrientes y colonización de la madera, en última instancia permitiendo la supervivencia del insecto en la planta hospedante.

 

Además, se ha encontrado que la comunidad fúngica asociada a M. mutatus varía según el sexo del escarabajo: tanto machos como hembras transportan hongos en sus cuerpos, pero cada sexo mantiene una comunidad específica de especies fúngicas. Esta «vectorización selectiva» también se observa en la localización de ciertos hongos en áreas específicas del cuerpo del escarabajo, lo cual parece optimizar sus funciones dentro de la simbiosis.

 

Un aspecto fascinante de M. mutatus es la comunidad de hongos que habita en su sistema digestivo, conocida como micobiota intestinal. Esta micobiota no solo contribuye a la nutrición del escarabajo, sino que también le ofrece ventajas adicionales en su capacidad para adaptarse como plaga. Algunos de estos hongos ayudan en la síntesis de feromonas, compuestos que los escarabajos usan para comunicarse y atraer a sus parejas.

 

Además, la micobiota intestinal parecería brindarle al escarabajo cierta resistencia a enemigos naturales, como depredadores y parásitos, e incluso podría ayudarlo a tolerar ciertos pesticidas.

 

La opción silenciosa: Hongos antagonistas

Dada la importancia de los hongos simbiontes en el ciclo de vida de M. mutatus, se han desarrollado estrategias de control biológico basadas en hongos antagonistas, es decir, organismos capaces de inhibir o dificultar el crecimiento de los hongos que favorecen el desarrollo del escarabajo.

 

Estudios recientes han evaluado la efectividad de diversas especies de hongos en enfrentamientos con cepa antagonista -ensayos en cajas de cultivo con un antagonista vs cepa a controlar-, mostrando resultados prometedores que podrían emplearse para reducir las poblaciones de M. mutatus a través de esta interacción fúngica.

 

Entre los antagonistas evaluados, destaca una cepa de Trichoderma, aislada de la corteza de álamo, que demostró alta efectividad en pruebas de laboratorio para inhibir el crecimiento de hongos simbiontes asociados a M. mutatus.

 

Otro antagonista prometedor es Granulobasidium vellereum, una cepa endofítica extraída de plátano, que mostró una capacidad notable para inhibir varias especies clave de hongos relacionados con el escarabajo. Adicionalmente, se evaluó el efecto antagonista de únicamente los compuestos volátiles producidos por G. vellereum, los cuales ejercieron un efecto inhibitorio sobre el crecimiento de los hongos simbiontes, sugiriendo que podrían ser herramientas valiosas para el control biológico de esta plaga en diversos contextos.

 

En qué andamos y hacia dónde vamos…

La línea de investigación sobre interacciones fúngico-entomológicas seguirá avanzando en el estudio de los escarabajos de ambrosía, cuya actividad representa una amenaza creciente para el sector forestal.

 

Es en este contexto donde el estudio de los hongos asociados a los escarabajos de ambrosía se perfila como un foco crucial para el desarrollo de nuevas estrategias de manejo. Una comprensión más profunda de las relaciones simbióticas entre estos insectos y sus hongos simbiontes permitirá la creación de herramientas de manejo más efectivas y sostenibles, orientadas a la protección de los ecosistemas forestales y a la mitigación del impacto económico de estas plagas.

 

Una de las principales vías de propagación de M. mutatus es el comercio de productos de madera. La madera recién cortada y los embalajes no tratados correctamente representan un riesgo considerable, ya que pueden albergar insectos y hongos que, inadvertidamente, son transportados a nuevos territorios.

 

Para reducir este riesgo, se han implementado normativas internacionales, aunque estas medidas no siempre resultan efectivas. Esto es especialmente crítico en el caso de rollizos con corteza, un producto donde persisten importantes vacíos de conocimiento y que no recibe el mismo nivel de tratamiento que otros productos de madera.

 

Esta falta de conocimiento y de estudios específicosseñala la necesidad de desarrollar protocolos de tratamiento más rigurosos y específicos que han sido postergados debido a limitaciones de financiamiento y/o a la falta de previsión comercial.

 

Lo que hay que recordar

La capacidad de Megaplatypus mutatus para adaptarse a múltiples especies de árboles, colonizar árboles vivos y establecer relaciones simbióticas con hongos especializados representa un desafío creciente para el manejo forestal global.

 

Esta especie ha mostrado adaptabilidad en una amplia gama de ambientes, desde plantaciones de eucalipto y álamo en Argentina hasta bosques mixtos en Europa. Dado su impacto potencial en diferentes ecosistemas, el monitoreo continuo en estos y otros entornos forestales es esencial para una detección temprana y para evitar la expansión de la plaga.

 

La implementación de métodos de detección más eficientes y una mayor inversión en investigación permitirán no solo minimizar el riesgo de invasión en regiones no afectadas, sino también mitigar los posibles costos económicos y ambientales derivados de estas invasiones.

 

(*) Autores

Esteban Ceriani-Nakamurakare, Investigador CONICET, Docente Facultad de Agronomía, UBA. Contacto: cerianinaka@gmail.com

Carolina Robles, Investigadora Adjunta CONICET, Jefa de TP en DBBE, FCEN, UBA.

 

 

Este artículo forma parte del espacio mensual de la REDFOR.ar, en ArgentinaForestal.com, que busca divulgar y generar debate sobre la problemática forestal del país. Las opiniones pertenecen a los autores.

 

Artículos relacionados