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El rol esencial del arbolado urbano en Posadas: hacia una ciudad más verde y resiliente

En Posadas, el crecimiento urbano y la necesidad de enfrentar el cambio climático subrayan la importancia del arbolado urbano. El ingeniero forestal Nicolás Ocampo analiza en su columna de opinión los desafíos que enfrenta el arbolado de la ciudad y destaca la necesidad de una gestión sostenible que asegure una mejor calidad de vida y resiliencia climática.

 

MISIONES (16/11/2024).- En Posadas, el crecimiento urbano y la necesidad de enfrentar el cambio climático subrayan la importancia del arbolado urbano. El ingeniero forestal Nicolás Ocampo analiza en su columna de opinión los desafíos que enfrenta el arbolado de la ciudad y destaca la necesidad de una gestión sostenible que asegure una mejor calidad de vida y resiliencia climática.

El arbolado urbano desempeña un rol estratégico cada vez más fundamental en las ciudades de todo el mundo. Con más de la mitad de la población mundial viviendo en áreas urbanas y una proyección de que para 2050 esta cifra aumentará al 70%, la necesidad de ciudades verdes que promuevan calidad de vida y sostenibilidad es inminente.

En la ciudad de Posadas, capital de la provincia de Misiones, se ha visto un notable crecimiento en los últimos años, especialmente en infraestructura gris, gracias a iniciativas del sector público, acompañado por  el sector privado.

Por ejemplo, las obras de conducción de arroyos y el asfaltado de calles y avenidas han mejorado la calidad de vida de sus habitantes, promoviendo la inclusión social, la seguridad y una mayor conectividad.

Sin embargo, este desarrollo urbano trae consigo vulnerabilidades ambientales: las más notorias se perciben con las temperaturas extremas y las tormentas cada vez más espontáneas e intensas, generando sensaciones térmicas elevadas y daños a las obras civiles, respectivamente.

Pero sus efectos repercuten también en la contaminación atmosférica, hídrica y sonora, factores que inciden en la salud física y mental de la población, afectando directamente la calidad de vida.

ES INDISPENSABLE CONSTRUIR UNA CIUDAD PREPARADA PARA EL FUTURO, RESILIENTE Y AMBIENTALMENTE SANA. EN ESTE SENTIDO, EL ARBOLADO URBANO Y SU MANEJO ADECUADO SON PILARES  INALIENABLES QUE CONTRIBUYEN AL BIENESTAR SOCIAL.

Los árboles alineados en las veredas -los llamados «árboles de alineación»- enfrentan desafíos específicos, como el reducido espacio en cazuelas y la interferencia con cableados y tuberías, lo que obstaculiza su correcto desarrollo.

Recientemente, se realizó un diagnóstico sobre el estado de una pequeña sección de Posadas, específicamente en las primeras cinco cuadras de la calle Colón, revelando un arbolado urbano deteriorado: de 41 árboles en total (con potencial de 190), sólo el 18% está en muy buen estado, mientras que el 78% ha sido intervenido mediante poda, de los cuales solo el 8% presenta una poda adecuada.

Además, el 27% de estos árboles se encuentran en mal estado y con riesgo alto, requiriendo erradicación. Este diagnóstico preliminar plantea una situación preocupante y señala la necesidad de un análisis integral para la gestión sostenible del arbolado en toda la ciudad, con un posterior llamado a la acción.

Es común observar incorrectas intervenciones de poda en el arbolado urbano de Posadas, las cuales alteran la estructura y la identidad natural de los árboles, afectando tanto el paisaje como la durabilidad de los ejemplares.

Sumada a la problemática de la poda en la copa, también se observa que las plantaciones no contemplan, ni contemplaron, el espacio para el correcto desarrollo de las raíces según sus tamaños en edad adulta (magnitudes de los árboles). Esta situación lejos de adecuarse la ciudad a las necesidades de los árboles, se suele ver el corte raíces cuando construyen de veredas y caminos.

Todas estas prácticas, de gestión de copa y raíces, contribuyen a la vulnerabilidad del estado fitosanitario de los árboles, provocando que entren, en la mayoría de los casos, en un proceso de declinamiento irreversible, con su consecuente disminución en la prestación de servicios ambientales y elevando, al mismo tiempo, los riesgos en el medio urbano.

Vale aclarar que ambas son prácticas que se hacen hace muchísimos años, pudiéndose notar claramente, como ejemplo para cualquier observador, el tratamiento en los plátanos ubicados en la zona centro de la ciudad.

Tal como afirmó el ingeniero agrónomo Carlos Anaya, presidente de la Asociación Nacional de Arboricultura, “lo importante NO es la cantidad de árboles, sino la cantidad de hojas (canopia)”.

Para potenciar los servicios que ofrecen los árboles, es esencial priorizar su calidad sobre la cantidad, fomentar el sentido de pertenencia con el arbolado urbano y construir una ciudad saludable, permeable y preparada, para afrontar con mayor firmeza los efectos del cambio climático.

Si bien existen campañas para plantar árboles, es crucial entender que el éxito de estas iniciativas depende de una adecuada gestión integral.

En Posadas, existen fortalezas en la política de arbolado urbano, como la calidad y cantidad de árboles producidos, la mejora en las plantaciones en espacios verdes y bulevares, y la gestión de los restos de poda, esfuerzos que han sido posibles gracias a una buena voluntad política.

El principal reto reside en la conservación y manejo sostenible del arbolado existente. La poda debe realizarse según las necesidades específicas de cada árbol, evitando una poda sistemática que pueda comprometer su desarrollo.

Además, como premisa básica de la arboricultura, es fundamental la elección de las especies para los lugares correctos y proveer el espacio necesario para el crecimiento de las raíces, asegurando que puedan alcanzar su máximo potencial de crecimiento y beneficios ambientales.

Para lograr una gestión integral del arbolado urbano en Posadas, se necesita un ente regulador único, con los recursos y el personal adecuados, que se integre en los emprendimientos urbanísticos de la ciudad.

Es importante entender que cualquier transformación en el paisaje urbano debe equilibrar el impacto visual con los beneficios ambientales, sumando a la ciudadanía en la concienciación sobre la importancia de preservar el arbolado urbano y cuidar nuestro entorno natural.

 

 

(*) Por Nicolás Ocampo

Ingeniero Forestal. Matrícula CoIForM N° 302.

Consultor  Independiente.

Ex vicepresidente del Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones.

Socio 124 de la Asociación Nacional de Arboricultura

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