En un mundo que afronta cada vez mayores amenazas, los bosques ofrecen soluciones a los desafíos mundiales. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que la innovación requiere de un entorno propicio, incluyendo políticas facilitadoras, asociaciones fuertes y transformadoras, inversiones, una cultura inclusiva abierta a nuevas ideas y la disposición a asumir riesgos calculados. Si bien la deforestación se ralentiza en algunos países, los bosques siguen bajo presión.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest
ROMA (23/7/2024).- La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicó el lunes su informe anual “El estado de los bosques del mundo 2024”, destacando la importancia de la innovación en el sector forestal para cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
El informe subraya que la innovación no solo es esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sino que también es un catalizador crucial para transformar los sistemas agroalimentarios hacia modelos más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles.
La FAO señala que la innovación requiere de un entorno propicio, incluyendo políticas facilitadoras, asociaciones fuertes y transformadoras, inversiones, una cultura inclusiva abierta a nuevas ideas y la disposición a asumir riesgos calculados. Este enfoque abarca desde la adopción de nuevas tecnologías hasta cambios en políticas y estructuras institucionales, así como nuevas formas de financiación para propietarios y gestores forestales.
El informe de 2024 presenta 18 estudios de casos de todo el mundo que muestran una amplia gama de innovaciones tecnológicas, sociales, políticas, institucionales y financieras en el sector forestal.
Estas innovaciones están siendo probadas y aplicadas en condiciones reales, destacando los obstáculos y facilitadores de la innovación, y proponiendo cinco medidas para empoderar a las personas a aplicar su creatividad en el sector forestal.
Desafíos y oportunidades
A pesar de la reducción de la deforestación en algunos países, el cambio climático sigue haciendo a los bosques más vulnerables a incendios forestales y plagas. Con una proyección de aumento significativo en la demanda de madera para 2050, y el uso de productos forestales no madereros por casi tres cuartas partes de la población mundial, la innovación en el sector es más necesaria que nunca.
Cuatro factores obstaculizan la innovación: la falta de una cultura de innovación, el riesgo, las limitaciones de capital y políticas y regulaciones desfavorables.
La FAO propone cinco medidas facilitadoras para ampliar la innovación responsable e inclusiva: aumentar la sensibilización, mejorar competencias y conocimientos en innovación, fomentar asociaciones transformadoras, garantizar financiación accesible y proporcionar un marco político y regulatorio incentivador.
Bosques: soluciones a desafíos globales
En un contexto de crecientes amenazas globales, los bosques ofrecen soluciones efectivas y rentables para las crisis climáticas y de biodiversidad. Los bosques pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante la detención de la deforestación y la degradación forestal, y la restauración de bosques y paisajes puede eliminar carbono de la atmósfera.
Además, los bosques ayudan a regular las precipitaciones y estabilizar climas locales, haciendo de ellos elementos esenciales para la adaptación al cambio climático y la resiliencia.
Los bosques también son cruciales para la biodiversidad, proporcionando hábitats para la mayoría de las especies terrestres, y contribuyen significativamente a la seguridad alimentaria y la nutrición humana. La agroforestería puede aumentar los ingresos de los agricultores, mejorar la productividad agrícola y la resiliencia de los sistemas de producción agropecuaria.
El informe de FAO concluye que, para alcanzar los ODS y enfrentar las amenazas globales, es esencial actuar con urgencia. Los bosques y los árboles no solo ayudan a mitigar el cambio climático y a conservar la biodiversidad, sino que también son fundamentales para la resiliencia de las comunidades y la seguridad alimentaria.
Los bosques albergan la mayor parte de la biodiversidad terrestre de la Tierra: por ejemplo, proporcionan hábitats para el 80 % de las especies de anfibios, el 75 % de las especies de aves y el 68 % de las especies de mamíferos.
Los bosques y los árboles hacen una importante contribución a la seguridad alimentaria y la nutrición humanas, y la agroforestería puede aumentar los ingresos de los agricultores y la resiliencia de los sistemas de producción agropecuaria y mejorar la productividad agrícola.
Los bosques también contribuyen de múltiples maneras a la resiliencia de las comunidades y los medios de vida frente a las amenazas y las crisis y a resolver las causas subyacentes de la inseguridad alimentaria, la malnutrición y la pobreza.
Son fuentes de combustible para cocinar, alimentos silvestres, forraje y materiales para refugios; conservan los recursos hídricos y proporcionan otros servicios ecosistémicos, así como amortiguan las condiciones meteorológicas extremas
Las medidas propuestas por la FAO en el informe anual buscan asegurar un futuro sostenible y resiliente, donde los bosques desempeñen un papel central en la solución de los desafíos globales.
La deforestación se ralentiza en algunos países, pero los bosques siguen bajo presión
Aunque la deforestación está disminuyendo en varios países, los bosques continúan enfrentándose a una fuerte presión debido a factores de estrés relacionados con el clima y al aumento de la demanda de productos forestales.
Datos recientes muestran una reducción significativa de la deforestación en algunas regiones. En Indonesia, se estima que la deforestación disminuyó un 8,4 % entre 2021 y 2022, mientras que en la Amazonia Legal de Brasil la tasa de deforestación cayó un 50 % en 2023.
Además, la pérdida bruta mundial de manglares se redujo en un 23 % entre los periodos 2000-2010 y 2010-2020.
El cambio climático ha incrementado la vulnerabilidad de los bosques a factores de estrés abiótico y biótico, como incendios forestales y plagas. La frecuencia e intensidad de los incendios forestales está en aumento, y casi una cuarta parte de las emisiones globales de dióxido de carbono por incendios en 2021 provino de los bosques boreales.
En 2023, los incendios emitieron 6.687 megatoneladas de dióxido de carbono a nivel mundial, más del doble de las emisiones de la Unión Europea causadas por la quema de combustibles fósiles en el mismo año. En Estados Unidos, se prevé que 25 millones de hectáreas de bosques perderán más del 20 % del área basal de árboles hospederos debido a la acción de insectos y enfermedades para 2027.
La producción mundial de madera ha alcanzado cifras récord, con aproximadamente 4.000 millones de m³ anuales. En 2022, se extrajeron 2.040 millones de m³ de madera en rollo, un volumen similar al de 2021.
Además, se recolectaron 1.970 millones de m³ de madera para combustible, representando casi la mitad (49,4 %) del total de madera recolectada; en África, esta proporción alcanzó el 90 %.
Casi 6.000 millones de personas utilizan productos forestales no maderables, de las cuales 2.770 millones son usuarios rurales en el Sur global. En 2022, el comercio internacional de productos como piñones, hongos y trufas forestales sumó exportaciones por un valor de 1.800 millones de USD.
Las proyecciones hasta 2050 indican un aumento considerable en la demanda de madera, con un posible incremento del 49% en la demanda mundial de madera en rollo entre 2020 y 2050, impulsada principalmente por la demanda de madera industrial.
Sin embargo, esta proyección está sujeta a una considerable incertidumbre. La eficiencia en el uso de la madera ha mejorado un 15 % entre 1961 y 2022.
Para enfrentar el rápido cambio de las condiciones ambientales y las crecientes demandas sobre los bosques, se necesita más innovación en el sector forestal. Tres imperativos impulsarán esta innovación:
El aumento de los factores de estrés, como el cambio climático, que requerirá nuevos enfoques de gestión forestal.
El cambio hacia una bioeconomía, donde la madera será un insumo fundamental.
Las oportunidades ofrecidas por los productos forestales no madereros, que beneficiarán a miles de millones de pequeños productores.
La innovación será clave para asegurar la sostenibilidad y resiliencia de los bosques ante los desafíos futuros.
La innovación, un paso irreversible en el sector forestal
La innovación debe expandirse de manera responsable para maximizar las contribuciones del sector forestal en la transformación de los sistemas agroalimentarios y en la resolución de otros desafíos globales.
Para fomentar una innovación responsable e inclusiva que optimice las soluciones basadas en los bosques, se han identificado cinco medidas facilitadoras clave:
- Aumentar la conciencia y crear una cultura de innovación: Es esencial elevar la conciencia sobre la importancia de la innovación y cultivar una cultura que la fomente, promoviendo un cambio positivo en el sector forestal.
- Impulsar competencias y conocimientos: Es crucial desarrollar las competencias, capacidades y conocimientos necesarios para que las partes interesadas en el sector forestal puedan gestionar eficazmente la creación y adopción de innovaciones.
- Fomentar asociaciones transformadoras: La colaboración es fundamental para reducir el riesgo asociado a la innovación en el sector forestal, facilitar la transferencia de conocimientos y tecnología, y establecer salvaguardias adecuadas.
- Garantizar recursos financieros universales: Se debe asegurar el acceso a recursos financieros suficientes y universales para apoyar y fomentar las innovaciones en el sector forestal.
- Proporcionar un marco político incentivador: Es necesario establecer un marco político que ofrezca incentivos para las innovaciones en el sector forestal, promoviendo un entorno favorable para el desarrollo y la implementación de nuevas ideas.
Implementar estas medidas permitirá al sector forestal no solo adaptarse a los desafíos actuales, sino también desempeñar un papel crucial en la creación de un futuro más sostenible y resiliente.