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Travesía Capricornio | Caminantes de ProYungas avanzan entre encuentros, desafíos climáticos y aventuras en la ecorregión andina de Jujuy

La Travesía Capricornio, un recorrido de más de 3 mil kilómetros en total que atravesará seis provincias del norte argentino en 120 días caminando más del 50% del trayecto, ya transcurrió sus primeros 10 días por los rincones más remotos y fascinantes del norte argentino, desde la Puna hasta la Quebrada, en Jujuy.

 

Por Patricia Escobar

@argentinaforest 

JUJUY (16/5/2024).- Con más de 150 kilómetros recorridos en 10 días y atravesando once localidades de la provincia jujeña, la Travesía Capricornio organizada por la Fundación ProYungas, se ha propuesto visibilizar la riqueza natural, cultural y social de estos territorios del Gran Norte Argentino.

La actividad es desarrollada a través del Proyecto Impacto Verde, financiado por la Unión Europea, una iniciativa implementada por Redes Chaco y co-gestionada por un consorcio de organizaciones sociales con gran trayectoria en territorio.

Entre los grandes desafíos que se encontraron los caminantes en este primer tramo de la Travesía Capricornio, fue que la zona de la Puna se caracteriza por su ubicación a grandes altitudes, generalmente por encima de los 3500 metros sobre el nivel del mar, con picos que superan los 5.000 metros. Es una región de clima frío y seco, con temperaturas extremas que pueden variar significativamente entre el día y la noche.

En cuanto a la vegetación, es escasa y está adaptada a la aridez, con presencia de gramíneas, cactus y otras plantas de altura. Diferente a la vegetación de la zona Alto andino, que es más variada que en la Puna, con presencia de especies adaptadas a las condiciones de altura y con relieve más montañoso.

En la Quebrada, la topografía provoca un microclima más diverso, más templado y húmedo. Tiene esa región una vegetación más exuberante que en las zonas de mayor altitud, con la presencia de bosques de queñoa, alisos, cactus, y una gran variedad de flora adaptada a las condiciones de los valles y quebradas.

Sus paisajes pintorescos lo hacen inolvidables por su belleza escénica, con formaciones rocosas impresionantes y una rica biodiversidad que atrae a turistas y amantes de la naturaleza.

La ecorregión andina de Argentina ofrece esta diversidad de paisajes y ecosistemas únicos, desde las alturas áridas y escarpadas de la Puna, pasando por los valles y montañas del Altoandino, hasta las pintorescas quebradas de la región.

Una de las paradas para descansar fue en el pueblo de Huachichocana, hogar de comunidades indígenas con una historia ancestral que se refleja en sus tradiciones, rituales y artesanías. La cultura indígena está arraigada en la vida cotidiana de la ciudad, manifestándose en la música, la danza, la gastronomía y las festividades locales, como también en la tranquilidad de sus pobladores.

La principal habilidad es su trabajo artesanal, ya que producen una amplia variedad de artesanías como tejidos, cerámicas, tallados en madera y objetos decorativos. Estas artesanías son una expresión de la identidad cultural y el patrimonio de la región.

Se percibe la solidaridad, el apoyo mutuo y el sentido de pertenencia como valores importantes en la comunidad, que se manifiestan en actividades como las reuniones vecinales, las colaboraciones en proyectos comunitarios y el intercambio cultural entre generaciones.

Encuentros y conversaciones valiosas

Así, la primera etapa de esta odisea, que comenzó el 5 de mayo en Susques y finalizará en las majestuosas Cataratas del Iguazú, en Misiones, en aproximadamente 120 días, los sumergió en el mundo de la ecorregión de la Puna.

Viento, sol, ríos helados y empinadas subidas son solo algunos de las aventuras que enfrentadas por el equipo de la Fundación ProYungas, encabezado por Alejandro Brown, presidente de la organización. “Pero también han sido días de hermosos paisajes, de encuentros con comunidades locales y profunda reflexión sobre las realidades de estas regiones”, expresó en contacto con ArgentinaForestal.com

En estos primeros días, entre Susques y Tilcara, se han recorrido más de 3500 metros de altura y se han cruzado ríos helados a pie. Fueron 6 días transcurrido de un recorrido de 123 kilómetros, pasando por Mal Paso, Aguas Blancas, Salinas Grandes, Saladillo, Laguna Colorada y Huachichocana.

Pero más allá de los desafíos físicos que también debe manejar a sus 67 años, lo más gratificante para Brown fue el intercambio con la gente local, compartiendo anhelos, sueños y la vida cotidiana.

“Hemos logrado todas las noches compartir con la gente local, hermosas veladas con dueños de lugares, familias, hijos, y la verdad que uno se va con la idea de que hay en esta zona gente muy dispuesta al intercambio, a compartir sus deseos. Muchas veces, son muy distintos a lo que uno siente de cómo sería la gente en estos lugares tan apartados. Sin embargo, el hecho de llegar caminando, tranquilos, cansados, hablando en voz baja y escuchando de sus vidas y cotidianidad, creo fue la clave de esta interacción profunda y armoniosa que hemos logrado, y que deseábamos como equipo encontrar”, sostuvo Brown al compartir un breve relato de la experiencias en esta primera etapa del viaje iniciado.

La Travesía Capricornio no solo fortalece al equipo de caminantes, sino también al equipo de filmación que documenta esta experiencia única. Adaptándose a las cambiantes condiciones ambientales, todos se sumergen en un viaje de aprendizaje y descubrimiento.

Pero la Travesía Capricornio va más allá de la aventura. Es un viaje para conocer la realidad cultural y social de estas regiones. Durante estos primeros días, se ha puesto de manifiesto la preocupación de las comunidades locales por la actividad del litio, con temores sobre su impacto en el agua y la salud.

Brown destaca la importancia del diálogo y la generación de confianza como herramientas fundamentales para encontrar soluciones a estos desafíos. Más allá de las tecnologías, es necesario un contacto fluido entre todos los actores involucrados, buscando oportunidades para el desarrollo sostenible de estos territorios.

La extracción de litio requiere grandes cantidades de agua, lo que puede representar una amenaza para los recursos hídricos de la región. En un contexto donde el acceso al agua ya es un problema en muchas comunidades, la minería de litio puede exacerbar esta situación y generar tensiones sociales y políticas.

La Travesía Capricornio continúa su rumbo hacia nuevos horizontes, llevando consigo el compromiso de visibilizar, comprender y trabajar por la preservación de estos valiosos ecosistemas y culturas, ya que se trazó como meta un trayecto que atraviesa seis provincias y seis ecorregiones, desde la aridez de la Puna hasta la exuberante Selva Misionera.

 

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