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Una caravana de unas 100 camionetas se detuvo en los caminos de las plantaciones de Lipsia el pasado viernes, donde alrededor de cuatrocientas personas participaron de la Jornada Técnica sobre Raleo en pinos taeda e híbrido, en dos ensayos.
Fuente: NEA RURAL
MISIONES(2/7/205).- Una caravana de unas 100 camionetas se detuvo en los caminos intestinos de Lipsia. Sus ocupantes, cuatrocientas personas, descendieron y se amontonaron alrededor del altavoz de los ingenieros del INTA, que presentaron ayer, viernes 1 de julio, una Jornada Técnica sobre Raleo en pinos taeda e híbrido, en dos ensayos. La primera parada, permitió a los disertantes explicar las conclusiones de un Ensayo de intensidad y oportunidad de raleo en una plantación de Pinus taeda origen Columbia, -de 5 años de edad-, sobre el crecimiento y la producción en una parcela instalada en 1992, -de 17 años de edad-, en el noroeste de Misiones. La densidad de plantación, de 2,4 por 2,4 metros, permitió 1736 plantas por hectárea. La segunda parada, en cambio, refirió un Ensayo de intensidad y oportunidad de raleo en una plantación de pino híbrido (Pinus elliotti variedad elliottii por Pinus caribaea variedad hondurensis) de 5 años de edad, con la idéntica densidad de plantación que el ensayo anterior. PARADA 1 El Ensayo en las plantaciones de taeda no observó diferencias significativas en los incrementos verificados en el volumen total. Dentro de una amplia gama de regímenes de manejo, el volumen total producido en una plantación es finalmente similar, y no es afectado por el grado de inversión, de intensidad. En cambio, en un tratamiento que posea menos del 50% de árboles que el caso “testigo”, si el volumen alcanzado con unos 400 árboles por hectárea se igualó estadísticamente a otro de 1027 árboles, es evidente que en aquél tratamiento el incremento por árbol fue mayor, formando madera de diámetros superiores, en menos período de tiempo. De igual modo, para los volúmenes a diferentes diámetros en punta fina, los tratamientos con intensidades de raleo fuertes (de un 66%), se diferenciaron significativamente y cada vez más en relación al testigo y a los demás tratamientos, cuanto mayor fue el diámetro en punta fina considerado. La intensidad ideal de raleo va a depender principalmente del destino de la madera a ser producida. Si la intención es producir el máximo de volumen sin exigencias de calidad y dimensiones de madera, deberán realizarse raleos más suaves o directamente no hacerlos, a partir del momento que se plante con un espaciamiento inicial, adecuado, o que se establezcan rotaciones más cortas. Cuando, sin embargo, además de la producción en volumen, se desea obtener madera de mayores diámetros (lo que es de extrema importancia cuando el objetivo es producir madera para aserradero o laminado), será preciso promover raleos un poco más fuertes, teniendo siempre el cuidado de mantener un perfecto equilibrio entre la calidad de la madera, el volumen producido y la capacidad de uso de la tierra (evitando que el terreno esa mal aprovechado debido a reducciones muy fuertes del número de árboles). El INTA sugirió también, -en el marco de sus conclusiones-, que la no aplicación de raleos o de raleos muy tardíos, debe ser empleado con cautela, ya que el exceso de competencia lateral enter los árboles de una plantación, trae como consecuencia el aumento de la relación altura/diámetro, acompañada de una reducción excesiva del área de copa y del clásico stress, aumentando la inestabilidad de la forestación frente a factores ambientales como el viento y los interminables insectos y microorganismos. (A propósito de los insectos, NEA RURAL fue testigo de una anécdota aparte que bien merece la pena sea publicada, y ocurrió cuando Patricio Zeni, -director de Zeni Forestal-, era entrevistado por Canal RURAL. Una mariposa y una docena de mosquitos se posaban constantemente en el rostro del director de la empresa forestal de capitales argentinos más grande radicada en Corrientes. Sin embargo, no consiguieron que Zeni abandonara sus palabras, ni siquiera cuando el micrófono del cronista intentó, -sin suerte-, espantarlas de la nariz del industrial. Espantado, en cambio, estaba el camarógrafo, que grabó con vergüenza cómo el micrófono golpeó al ilustre entreviStado en la cara, dos veces. ¿Lo pondrán en la tele? Quizá, el editor haga olvido aquél momento). PARADA 2 El raleo es una práctica recomendable cuando el objetivo es concentrar el crecimiento en los mejores árboles. Y para aprovechar los máximos incrementos que se registran a edades muy tempranas, -entre los 5 y 7 años-, es preciso que previo a los raleos se efectúe la primer apertura de la plantación. Los datos obtenidos en el Ensayo de raleo en parcelas de pinos híbridos, -que despertaron el asombro de los asistentes, cautivados por la “hermosura” de los árboles y la limpieza del terreno-, permitieron a los investigadores del INTA publicar los siguientes comentarios a los que accedió NEA RURAL: 1. Volumen total: el INTA encontró diferencias significativas en el volumen acumulado hasta los 9 años entre el “testigo” y los raleos suaves comparativamente con los raleos fuertes en LIPSIA. El incremento relativo en volumen fue inversamente proporcional a la densidad, tanto al pasar del quinto al séptimo año, como al hacerlo del séptimo al noveno año, aunque se observó que este último incremento fue menor al anterior. A los cinco años, híbridos sin raleo obtuvieron un volumen total de 157 m3; los Columbia, en cambio, 137 m3, una diferencia de 20 puntos que, cuatro años después, a los nueve años, se redujo a 3 años. No hay recetas sobre “cuándo y cómo ralear”, dijo el ingeniero Roberto Fernández, director de la EEA Montecarlo del INTA a NEA RURAL. Depende de los objetivos de producción de la empresa “pero como línea general se puede decir que si se busca maximizar volumen sin importar la calidad del producto obtenido y la sanidad de la plantación, sería recomendable no realizar raleos o practicar raleos suaves”. En cambio, si se desea obtener una mayor producción de madera de grandes dimensiones con destinos de aserrío grueso y/o laminable, entonces es necesario practicar raleos más fuertes, -cada 2 o 4 años-, partiendo desde edades tempranas. Para más información: contacto@nearural.com.ar