Análisis de Gustavo Braier |
El especialista atribuyó las diferencias en los cálculos acerca de la posible escasez de madera en la región a divergencias en las metodologías de cálculo. Según Braier, el problema en el futuro será encontrar inversionaes para industrializar la madera. Presentamos el estudio completo del consultor sobre «Evaluación de la oferta de madera de pino y araucaria en Misiones y NE de Corrientes».
Fuente: Misiones On Line
MISIONES(27/1/2005).- El consultor forestal Gustavo Braier dio a conocer un elaborado estudio sobre la oferta de madera en la región. Como respuesta a las objeciones planteadas oportunamente por el Ing. Ivo Gotz, actual consultor y ex Gerente Forestal de Pecom (hoy Petrobrás Energía), Braier indica que resulta imperante para el desarrollo del sector forestal que la discusión sobre el temido “apagón forestal” se plantee en el ámbito técnico real y con el mayor rigor científico. “Creo que un análisis mediante modelos y números nos va a permitir visualizar el nudo de la cuestión. Vamos a poder evitar caer en conceptos tan antagónicos como que no se puede ampliar Papel Misionero por falta de madera pulpable (tal como apareció en los medios estos días) o que vamos a necesitar una nueva planta de pulpa (como afirma Ivo Gotz). Vamos a evitar caer en discusiones teóricas acerca de si un aserradero grande puede ser más eficiente globalmente que uno chico (o mediano o mediano/grande). Vamos a poder ver qué invirtió cada uno en el sector y qué no invirtió. Vamos a poder ver qué precio ofreció un comprador y qué precios ofrecían otros”, señaló el consultor. “Una vez consensuado el modelo, sólo hay que incluir los datos que se consideren más convenientes. Si hubiese dudas respecto de los datos, se pueden hacer simulaciones. Todo ello, en forma objetiva y dando posibilidad de analizar las discrepancias en forma puntual”, consideró en su trabajo. En esta línea, Baier suministró un análisis realizado en junio de 2004 en el que se evalúa con alto grado de detalle y sólido respaldo estadístico la situación de la oferta de madera en la región. Allí hay superficies, tablas de crecimiento, supuestos explícitamente declarados, metodologías claramente descriptas y aptas para el análisis de este tipo de temas. A continuación se reproduce parte del trabajo difundido por Braier. subtitulo/Introducción del informe/subtitulo Durante la década de 1990 en la Argentina se ha comenzado a forestar a un ritmo sustancialmente superior al promedio de los años anteriores. Además, se cuenta con un instrumento legal, la Ley 25.080, que ha dado un marco de planeamiento para el sector y que ha planteado la continuidad de un régimen de incentivos que promueve que se mantenga el nivel de plantaciones actuales. Además, la presencia de inversores industriales en el área hizo que el precio de la madera haya tenido un comportamiento diferente al existente 15 años atrás, cuando no se clasificaba de acuerdo con su diámetro ni se abonaba un diferencial sustancial por esta característica. Por otro lado, el hecho de que a principios de la década de 1980 se hayan tenido bajos niveles de plantación, hace temer una baja importante en la oferta de madera, en especial para fines aserrables, que ponga en riesgo el desarrollo industrial de la región. Paradójicamente, unos años después, se teme que la oferta de madera sea demasiado alta y no haya suficiente demanda industrial regional para procesarla. subtitulo/Superficie forestada/subtitulo Puede observarse que las empresas grandes tienen una mayor preponderancia en las edades menores, dado que la conformación de cuencas por parte de los dos grupos provenientes de Chile comenzó a hacerse en el último decenio. Previamente, la participación de las empresas grandes es mucho menor. De acuerdo con esta división, en concordancia con los datos citados por el Ing. Götz, la propiedad es de 220.257 ha para los pequeños y me-dianos, y de 160.943 para los grandes, si se suman todas las edades. Una vez incluidas las superficies, entonces, se pasa a detallar el otro dato base de la oferta forestal: los crecimientos. Para las tablas de crecimiento se han considerado resultados obtenidos con el simulador realizado por el INTA bajo distintas hipótesis: pino reciente, Pino plantado hace catorce años o más y Araucaria. En el caso de los pinos, se han considerado dos raleos, a los 8 y a los 13 años. En el caso de las araucarias, se han incluido raleos a los 9, 13, 18 y 22 años. Las tablas de crecimiento han sido separadas por clase diamétrica. Las categorías consideradas fueron: pulpable (<16 cm), de 16 a 20 cm, de 20 a 25 cm, de 25 a 32 cm, de 32 a 40 cm y más de 40 cm. Esta última categoría es la que se ha considerado debobinable, aunque la de 32 a 40 cm también aporta material debobinable de menor rendimiento. En lo que hace a edades, se ha considerado sólo hasta los 30 años. Este número es adecuado para pino, pero puede ser insuficiente para araucaria. En la “Crecimiento de plantaciones...” se detalla año por año, y con detalle de volumen por clase diamétrica, lo obtenible por la tala rasa de pino a sus respectivas edades para plantaciones hechas antes de 1989; esto es, con clones más pobres que los actuales. Debe destacarse que el volumen obtenible de los raleos de estas plantaciones previas a 1989 es de 51 m3 scc pulpables en el año 8 y 85 m3 scc pulpables más 17 m3 scc de 16 a 20 cm en el año 13. subtitulo/Demanda de madera/subtitulo La tarea de proyectar la demanda de madera es especialmente difícil por el largo plazo que implica. Esta dificultad se magnifica en el caso de la Argentina, por las continuas modificaciones que sufre en sus políticas macroeconómicas y por estar, claramente, en un momento de posible cambio estructural en el sector forestal como resultado de las inversiones que pueden producirse. También se han abierto estos números por clases diamétricas, dado que en el trabajo original se incluían sólo tres categorías sin encontrarse un detalle de los diámetros que dividían estas categorías: pulpa, aserrío y debobinado. Pulpa fue trasladada en forma directa. Debobinado se ha distribuido un 50 por ciento para la categoría de más de 40 cm y otro tanto para la categoría de 32 a 40 cm de diámetro. Las cuatro intermedias fueron distribuidas en proporciones fijas de acuerdo con los siguientes porcentajes: 15% de 16 a 20 cm; 35% de 20 a 25 cm; 30% de 25 a 32 cm y 20% de 32 a 40 cm. Entonces, la categoría de 32 a 40 cm agrupa el 20% de la demanda de madera para aserrío y un 50% de la debobinable del trabajo citado. Los números originales del trabajo se incluyen en la Tabla “Demanda prevista de madera”. Debe señalarse, sin embargo, que no se considera adecuado hacer un ejercicio de proyección de demanda de madera sin consideración de la oferta, porque de no haber la suficiente cantidad de área forestada, tampoco puede haber una industria que la demande. Es decir, que se trata de un ejercicio teórico. subtitulo/Modelo/subtitulo Se ha desarrollado un modelo multiperiódico de programación lineal para treinta años que plantea como objetivo la maximización del ingreso de los plantadores en el largo plazo, teniendo en cuenta el objetivo de cumplir con una demanda de madera. Con este modelo se va a analizar el caso con cumplimiento de la demanda. Luego se ha realizado otro modelo, que es el que se utiliza para analizar el caso maximizando la oferta posible con un máximo de plantación anual de 40 mil ha., en el que el objetivo es el mismo que en el anterior, pero la limitación de cumplir con una demanda determinada se establece sólo para los primeros cinco años. Luego de cumplido ese período, y hasta la finalización del horizonte de planteamiento, se exige que la oferta maderera de un período sea superior a la del período precedente. Este hecho, junto con un límite de hectáreas a plantar por año, da el potencial de la región que, como se verá, abastece a la demanda prevista y exhibe un adicional importante. El desafío, entonces, es encontrar la demanda para esa mayor oferta. subtitulo/Conclusiones preliminares/subtitulo Las diferencias existentes en los cálculos acerca de la posible escasez de madera en la región están vinculadas, probablemente, a metodologías de cálculo y a los supuestos que ellas involucran. En este caso, se está tomando en cuenta que el promedio de edad de las plantaciones es alto, como consecuencia de que queda masa que no fue aprovechada en períodos anteriores. También se considera que los rendimientos de las plantaciones viejas (anteriores a 1989 en este modelo) tienen un rendimiento peor que las realizadas con posterioridad a ese año. Asimismo, se advierte que las proporciones de oferta entre las diferentes clases diamétricas, no sólo tiene que ser coherente con deseos industriales, sino también con realidades silviculturales. En este sentido, la demanda mayor incluida para el caso con cumplimiento de la demanda en diámetros de más de 32 cm, fuerza a una irreal sobreoferta en los diámetros menores. Con posterioridad, como se analiza en el caso maximizando la oferta posible con un máximo de plantación anual de 40 mil ha., se advierte que de mantenerse el nivel de plantaciones para la región, el real problema es falta de demanda industrial y no la sobra, lo que es dañino para el futuro de la región. En este sentido, la principal preocupación de las autoridades debiera ser conseguir inversores dispuestos a convertir ese importante recurso renovable generado por fondos públicos y privados en generador de riqueza, empleo y divisas para el país.