Con base en el informe MapBiomas, el sitio especializado Mongabay publicó un artículo en el cual se analiza los mapas anuales de uso y cobertura del suelo de los diversos biomas que comparten características en flora y fauna, de América Latina e Indonesia. Brasil es el país con mayor cantidad de hectáreas deforestadas para la agricultura y pastizales. El estudio analiza cuatro biomas de este territorio: Amazonía, Bosque Atlántico, La Pampa y El Cerrado.
Fuente: Mongabay
LATINOAMÉRICA (17/2/2023).- En dos décadas, del 2000 al 2019, los cinco principales biomas de América del Sur perdieron 55 millones de hectáreas de bosque que ha sido reemplazado, principalmente, por mayores extensiones destinadas a la agricultura y pastizales para la ganadería, según revela el informe de MapBiomas -una iniciativa de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG)-.
Esta pérdida de bosque generó la emisión de 21.4 gigatoneladas de dióxido de carbono, influyendo en el incremento de los gases de efecto invernadero (GEI), una de las principales causas del calentamiento global.
Los expertos señalan que la forma más eficiente de conservar los bosques es declararlos área de protección y asegurar las tierras indígenas, ya que está demostrado que cuidan el territorio eficientemente.
El estudio, publicado por la plataforma MapBiomas en octubre 2022, analizó la cobertura y uso de suelo de los biomas de Amazonía, Chaco, Pampa, Bosque Atlántico y Cerrado localizados en territorios de Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guayana, Surinam, Guayana Francesa, Brasil, Uruguay, Argentina, Paraguay y Bolivia.
Los biomas deben ser vistos como “unidades de paisajes que comparten características similares en clima, flora y fauna” y no están determinados por fronteras políticas como los países, sino por regiones biogeográficas; son considerados pilares para el equilibrio de los ecosistemas, explica Juan Carlos Amilibia, integrante del equipo de Amazonía de la ONG Provita de Venezuela.
El informe fue presentado durante la Conferencia 27 de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) de 2022, realizada en Egipto entre el 6 y el 18 de noviembre, con la finalidad de señalar cuánta vegetación natural se ha perdido y qué significa esto en términos de gases de efecto invernadero para el cambio climático, explica a Mongabay Latam, Julia Zanin Shimbo, coordinadora científica de la iniciativa MapBiomas.
“Este documento fue para decir: ‘mira, tenemos distintos biomas en diferentes regiones. Todos han pasado por una gran pérdida de vegetación natural y ahora nosotros tenemos que hacer algo para revertir ese escenario’. El informe también sirve para saber cuánta de la vegetación natural no está protegida aún”, dice Zanin Shimbo.
Para determinar la cobertura y uso de la tierra, 140 científicos de 70 organizaciones de diez países, agrupadas en la red MapBiomas, analizaron las imágenes del satélite Landsat. Examinaron manualmente uno a uno los píxeles de cada imagen para determinar si en su interior había agricultura, pastizales, agua, bosque, formaciones no naturales o zonas inundables. Luego, la información fue procesada por algoritmos de aprendizaje automático de la plataforma Google Earth Engine.
Finalmente, todo esto se juntó en un único mapa que determinó la pérdida de 55 millones de hectáreas de vegetación natural en América del Sur en dos décadas.
Zanin explica que publicaron el cálculo en 20 años porque los cinco biomas poseen información para ese mismo periodo de tiempo, pese a que algunos, como la Amazonía, cuentan con un histórico más amplio pues posee datos desde hace 36 años atrás.

La deforestación, el tráfico de fauna silvestre la explotación ilegal de oro en ríos de la Amazonía por empresas chinas y el inicio de proyectos en áreas protegidas y territorios indígenas marcaron el año que termina. Foto: Miriam Jemio
La mayor pérdida en la Amazonía
Los cinco biomas estudiados en el informe representan el 73 % del territorio de América del Sur. Es decir, se analizaron los datos de cobertura y uso de suelo de 474 millones de hectáreas que involucran a 13 de los 14 países en esta parte del continente americano, con excepción de Chile.
Julia Zanin Shimbo precisa que aún no se cuenta con un estudio que abarque a todas las naciones de América del Sur porque se trabajó con los datos que estaban disponibles hasta el 2021. Sin embargo, adelantó que en la próxima entrega de la serie de MapBiomas se presentará un informe detallado de toda la región sudamericana.
Según el análisis, Amazonía -el bosque tropical más grande del mundo, con más de 700 millones de hectáreas y con una de las más grandes diversidades en flora y fauna en el planeta- ha perdido 21.79 millones de hectáreas de bosque en 20 años y un 9.6 % si se comparan las imágenes satelitales de 2020 con las de 1985. La cifra es mayor a la pérdida que vivió ese territorio durante los siglos de colonialismo europeo, cuando perdió aproximadamente el 8 %.
Durante esos 36 años se generó el 27.4 % de dióxido de carbono emitido a la atmósfera, un grave peligro mundial al ser la Amazonía uno de los principales “reguladores climáticos del mundo”. Además, el informe destaca que el principal problema en los nueve países que conforman esta región es el incremento de áreas agrícolas.
Los demás biomas también importan
Si bien la región amazónica tiene la pérdida en hectáreas más grande en comparación con los otros biomas estudiados, aún conserva más del 80 % de su vegetación natural. En cambio, El Cerrado -sabana tropical de 191 millones de hectáreas, ubicada en territorios de Bolivia, Paraguay y, principalmente Brasil, en donde ocupa el 22 % del territorio- ha perdido el 21 % de su bosque natural en 36 años, desde 1985 hasta el 2021. En cifras, esto representa 27.9 millones de hectáreas.
“Creemos que la deforestación en la Amazonía afecta al cambio climático, pero también los otros biomas tienen un gran impacto. La depredación de El Cerrado, principalmente por el monocultivo de la soya, ha transformado las condiciones climáticas de Brasil”, explica la científica Zanin, quien participó en el análisis por parte del Instituto de Investigaciones Ambientales de la Amazonia (IPAM, por sus siglas en portugués).
La pérdida de bosque también es considerable en El Chaco. Ahí se han perdido 9.5 millones de hectáreas en tan sólo 21 años, entre el 2000 y el 2021. El cambio de uso de suelo en este bioma se dio principalmente de bosque a pastizales y agricultura.
El Gran Chaco, como también es conocido, es el bosque seco tropical más grande del mundo al ocupar 110 millones de hectáreas en Argentina, Paraguay, Brasil y Bolivia. La reducción del 10.6 % de su bosque generó la emisión de 3.8 gigatoneladas métricas de dióxido de carbono.
Además, estudios recientes demuestran que la deforestación está afectando seriamente a la biodiversidad, principalmente a los mamíferos.
En el caso del bioma Pampa, la situación es crítica pues perdió casi la mitad de sus pastizales naturales por cuenta de monocultivos y la selvicultura. Además, en este territorio compartido por Argentina, Uruguay y Brasil, apenas el 0.5 % del bioma hace parte de áreas protegidas. En 20 años este territorio ha perdido 8.5 millones de hectáreas, causando la emisión de 700 toneladas métricas de dióxido de carbono (MtCO2).
El Bosque Atlántico es considerado por los científicos como un “punto caliente” por la gran depredación para pastizales, agricultura, plantaciones forestales y ciudades que realiza el hombre. El bioma tiene 130 millones de hectáreas que van desde la costa atlántica de Brasil hasta el noreste de Argentina y el este de Paraguay. Dentro de este territorio habitan cerca de 148 millones de personas y se encuentran grandes ciudades como Río de Janeiro y Sao Paulo.
El estudio reveló que en 36 años, la Mata Atlántica, como también es conocido, perdió 6.6 millones de hectáreas y generó 3 gigatoneladas métricas de dióxido de carbono. Es decir, perdió el 11.3 % de su territorio que está conformado por vegetación secundaria (la original ya había sido deforestada en un período anterior).
Lea la nota completa publicada en Mongabay: https://es.mongabay.com/2023/02/america-del-sur-perdio-millones-de-hectareas-de-bosques-en-dos-decadas-informe/





