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Aseguran que la tecnología y legislación vigente garantizan las condiciones de trabajo en la industria de celulosa y papel

Especialistas afirman que el proyecto de ley misionero carece de fundamentos técnicos y jurídicos

La iniciativa del diputado y gremialista Erico Alvarez, que pide declarar la “insalubridad laboral” en las fábricas papeleras y de pasta celulósica en Misiones, para recibir a cambio por cada hora trabajada la paga de una hora y media, carecería de sustento técnico y jurídico según diversos especialistas. En lugar de pretender mejoras laborales, el legislador intenta “canjear salud por más dinero”. Además, existen la legislación y las herramientas para establecer y limitar los impactos de esta industria para la salud de los trabajadores.

Por Patricia Escobar

MISIONES (17/1/2008).- Mientras el mundo, el país y la mayoría de las empresas de la industria de la celulosa, papel y cartón avanzan en inversiones que les permitan incorporar las mejores tecnologías disponibles para mitigar el impacto ambiental y mejorar las condiciones de Seguridad y Salud Ocupacional de sus trabajadores; en la provincia de Misiones el diputado y gremialista del rubro Erico Álvarez impulsa un proyecto de Ley para declarar la “Insalubridad Laboral” de esta actividad en todo el territorio provincial. Según prestigiosos especialistas en la materia consultados por Argentina Forestal.com, la cuestión de fondo es que el parlamentario provincial pretende canjear “salud por más dinero”, basándose en graves acusaciones en sus fundamentos que -anticipan -, carecen de sustento técnico y jurídico. La iniciativa de Álvarez –ex secretario general del Sindicato de Papel Misionero- presentada en la Cámara de Diputados el pasado 21 de diciembre abrirá el debate ante la sociedad sobre esta actividad en Misiones, ya que propone declarar “la insalubridad laboral de la industria productora de la Celulosa, Papel, Cartón, Pasta de Celulosa y Afines en todo el territorio de la provincia”, y solicita que “a partir de la entrada en vigencia de la presente ley , el personal que se desempeñe en establecimientos industriales productores instalados en Misiones cumplan una jornada laboral de 6 (seis) horas, con un máximo de 36 (treinta y seis) horas semanales”. Y que por cada hora trabajada, se abonará el equivalente de 1 hora y 33 minutos, de la remuneración percibida por hora con más sus adicionales, al momento del dictado de esta ley. El legislador asegura que la actividad “provoca en su proceso industrial un grave impacto en la salud de los trabajadores y el medio ambiente” y que “el trabajador papelero es víctima por partida doble de la acción contaminante de las empresas”. Pero su iniciativa no solamente es única en el país, sino en el mundo entero. negrita/Desarrollo de la industria en tecnología limpia/negrita Ninguna industria fue tan afectada por los movimientos sociales ambientales a tal grado, en tan corto tiempo y en una escala geográfica tan importante como la fabricación de pulpa y papel. Desde mediados de los años 80, los movimientos sociales ambientales han tenido una influencia profunda en este sector y en apenas algunos años, el pulpado y el blanqueo se han transformado en procesos mucho más «amistosos» ambientalmente. La Dra. María Cristina Area – que además de dirigir el Procyp-Unam es la coordinadora general de la Red Iberoamericana de Docencia e Investigación en Celulosa y Papel- relató que “ninguna industria ha sido tan afectada por los movimientos sociales ambientales a tal grado, en tan corto tiempo y en una escala geográfica tan importante como la fabricación de pulpa y papel”. Desde mediados de los años 80, los movimientos sociales ambientales han tenido una influencia profunda en la industria. “Pero en apenas algunos años, el pulpado y el blanqueo se han transformado en procesos mucho más amistosos ambientalmente”, aseguró. Remarcó que los fabricantes alrededor del mundo han gastado miles de millones de dólares para adoptar las nuevas tecnologías, modificar las antiguas y desarrollar innovaciones para resolver las demandas, expectativas, y regulaciones ambientales cada vez mayores. Millones de dólares adicionales se han invertido en investigación, desarrollo y prueba de nuevos procesos y tecnologías ambientalmente amistosos. “La transformación ha sido profunda aunque todavía incompleta. Esta industria nunca será igual. La construcción de nuevas fábricas de pulpa y papel sin cumplir los requisitos ambientales es impensable”, advirtió la especialista. negrita/Antecedentes/negrita La Organización Internacional del Trabajo (OIT), entidad que representa en el mundo la defensa de los sindicatos, no incluye al sector de la celulosa y papel entre las industrias que figuran en la categoría declaradas de «Insalubridad Laboral». En tanto, en Argentina, a través de la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación, se impulsa el Programa de Reconversión Productiva en la Industria de Celulosa y Papel (Pricepa) y se firmó el año pasado un acuerdo compromiso con la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel (AFCP). A partir de allí, se elaboró el Manual de Evaluación Técnica a responder por las empresas y de las Mejores Técnicas Disponibles (MTDs) para la esta industria en el país. El manual incluye las metas establecidas por el organismo nacional para la reconversión del sector, las que incluyen la reconversión del sistema de blanqueo a libre de cloro elemental (EFC), optimización del uso de agua, minimización de la carga contaminante de los efluentes líquidos y gaseosos. El trabajo iniciado contribuirá en el mediano y largo plazo, a la reconversión del total de las empresas de celulosa y papel del país. La empresa Alto Paraná SA, instalada en Puerto Esperanza, fue la primera en firmar este convenio y en 2008 culminará el plan de inversión por 30 millones de dólares que permitirá significativas mejoras en la gestión ambiental de la planta, posicionándose entre las fábricas más modernas del país. También Papel Misionero presentó un proyecto en el marco del Pricepa, que está en etapa de revisión. No así, Benfide SA, la planta que funciona en Puerto Piray (ex PCP) que es la única en Argentina que utiliza la tecnología al sulfito y sobre la cual pesan multas, intimaciones y hasta clausuras, por el retraso en la inversión de una planta de tratamiento de efluentes tóxicos, arrojando los desechos a las aguas del Río Paraná. negrita/Exigencias internacionales/negrita De todas maneras, cabe agregar que cuando una empresa quiere demostrar su capacidad en el cumplimiento de requisitos de seguridad y salud laboral, busca la certificación en la norma OHSAS 18001. “Esta norma se está convirtiendo en un punto de referencia para todos los países que no disponen (o disponían) de reglamentos específicos de prevención de riesgos. Además empieza a ser un requisito ya establecido por algunas multinacionales, esto implica que se está convirtiendo en la referencia internacional sobre el tema”, explicaron a este medio la investigadora María Cristina Área (directora del Programa de Investigación de Celulosa y Papel de la FCEQyN-Unam) y el consultor forestal Gustavo Braier. Ante la consulta sobre los alcances del proyecto, los profesionales afirmaron que “Argentina tiene un enorme potencial foresto-industrial al igual que los países vecinos. Introducir en nuestras normas caracterizaciones que no tienen presencia en otros países del mundo nos hace diferentes. En este caso, creo que nos hace diferentes para mal. ¿Cuál es el mensaje que emitimos al decir que un sector industrial en particular, en la Argentina, es insalubre, mientras que en el resto del mundo no lo es?”, se preguntaron. “Estamos diciendo que el que quiere producir sucio venga acá, que será bienvenido, porque va a dar más puestos de trabajo que enfermen a la población. No es lo que yo quiero para mi país y mi provincia: quiero más trabajo digno y sano en empresas que usen las mejores tecnologías disponibles y que mejoren día a día”, expresaron. Asimismo, aclararon que las normas del Ministerio de Trabajo de la Nación, al reglamentar los derechos provinciales a declarar insalubres determinadas tareas, es muy explícita en escapar al capricho y al exigir estudios que demuestren la necesidad de declarar a la actividad insalubre.“No es cierto que en las condiciones actuales la industria de pulpa y papel pueda considerarse una industria insalubre”, afirmaron. Además, recalcaron que existen la legislación y las herramientas para establecer y limitar los impactos de esta industria para la salud de los trabajadores. “Las autoridades nacionales están realizando los controles para que lo dicho sea una realidad. Busquemos, en conjunto, mejorar la situación de nuestra sociedad y no buscar huecos que, pretendiendo mejorar nuestra imagen frente a colegas del sector, en realidad, los condenen a un futuro de mal ambiente laboral, peor remunerado y con menor demanda laboral”, consideraron los especialistas. Area y Braier analizaron en detalle el proyecto presentado por Erico Álvarez y desde el punto de vista de la investigación y profesional, marcaron su posición de que “bregamos por la incorporación a los procesos industriales de toda la tecnología disponible, de forma tal de mejorar, no sólo la eficiencia productiva y ecológica, sino también el bienestar de los trabajadores. Estamos convencidos, asimismo, que de este modo se mejora la rentabilidad en el largo plazo de cada empresa”, explicaron. “En este contexto, el presente proyecto de ley aparece en forma totalmente extemporánea, surgiendo en un momento en que la industria de pulpa y papel en el mundo y en el país, está realizando todas las acciones necesarias para transformarse en una industria más limpia. Asimismo, en ésta como en la mayoría de las industrias, la tendencia hacia la mecanización, la automatización y la operación remota, ha hecho disminuir todavía más la exposición de los trabajadores”, concluyeron. subtitulo/Inconstitucional/subtitulo Por otra parte, la legislación vigente marca que no existen insalubridades genéricas por actividad, sino lugares o condiciones de trabajo insalubre, declarados así por la autoridad de aplicación competente. Según los expertos, “el primer error en el que incurre el diputado Álvarez al presentar el proyecto, desde el punto de vista jurídico, es que el poder legislativo provincial no es autoridad de aplicación para decretar la insalubridad de una actividad. La autoridad de aplicación para declarar la insalubridad laboral es la autoridad administrativa laboral, a través de informes médicos técnicos. No existe actividad insalubre per se. Contrariando la historia y la actualidad laboral, se presenta un proyecto que sin ningún sustento técnico ni jurídico, pretende encuadrar toda una actividad como insalubre. La iniciativa no presenta ningún tipo de informe ni cumple con los procedimientos establecidos por una Ley Nacional (LCT) y Resoluciones que emanan del Ministerio de Trabajo de la Nación. Ante los fundamentos tan pobres y carentes de sustento jurídico y técnico, donde se observa que no se trata de toda la industria (sino de la ¿mayoría?) y que tampoco se puede hablar de todos los sectores (sino de ¿algunos?). Es decir, hay contradicción en la ley por cuanto declara la insalubridad de toda una industria pero reconoce (indirectamente) que no toda es nociva. Finalmente, en caso de aprobarse la ley, la misma sería inconstitucional ya que violaría principios tales como: igualdad ante la ley; violación al derecho de ejercer industria lícita; discriminación, etcétera”.

Por Patricia Escobar

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