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Las fabricas de compensados Guararapes y Sudati recibieron incentivos fiscales de Santa Catarina. En tanto, en Río Grande do Sul, el gobierno impulsa desde 2004 un Programa de Financiamiento Forestal Gaúcho (Proflora) logrando 120 mil hectáreas plantadas en dos años. Esta expansión atrajo tres grandes inversiones: Aracruz Celulose, que se va a instalar en la Grande Porto Alegre; a la sueco finlandesa Stora Enso y la Votorantim Celulosa e Papel. En tanto, debido a la poca tierra y falta de incentivo, los inversores «se alejan» del Estado de Paraná.
BRASIL (22/10/2007, Gazeta do Povo).- Cuando una compañía grande del sector de base forestal decide donde va a instalar su próxima unidad, considera cuatro aspectos: disponibilidad de tierras o forestación, productividad, infraestructura, y seguridad jurídica. Partiendo de esa premisa, la consultora paranaense STCP Ingeniería elaboró hace tres años un estudio para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y concluyó que Brasil es el país más atractivo de América del Sur, seguido por Chile, Uruguay y Argentina. Pero si el inversor usa el mismo razonamiento para definir que estado brasileño recibirá su dinero, es probable que elimine rápidamente la opción de Paraná. En la actualidad es el mayor productor de granos y destacado plantador de caña de azúcar, pero el estado no cuenta con grandes extensiones de tierra para el cultivo forestal, situación diferente en Río Grande do Sul donde se están instalando tres fábricas de celulosa. Otro problema es la cercanía: por consecuencia de la competencia con la agricultura, la tierra paranaense está entre las más caras del país. La productividad de las forestaciones no es problema en Paraná, pero tampoco lo es en la mayoría de los otros estados. Con clima favorable y alta tecnología, los pinos y eucaliptos plantados en el Brasil tienen una productividad muy superior a la de otros grandes plantadores. “En Río Grande do Sul, el rendimiento todavía es mas bajo que en el Paraná, pero eso puede se resuelto, sin grandes dificultades, con mejoramiento genético”, asegura Marco Tuoto, gerente de operaciones de la STCP, en el informe publicado semanas atrás en la Gazeta do Povo. En el plano de la infraestructura, el Estado de Paraná ofrece condiciones semejantes a las de la competencia. El verdadero problema está en la seguridad jurídica. “El inversor requiere la garantía de que las leyes serán cumplidas. El Paraná acostumbra a levantar obstáculos ambientales, y el gobernador Requiao no esconde su desprecio por la iniciativa privada”, opina un analista del mercado. Para Miguel Zattar, director de la Industrias João José Zattar, una de las mayores madereras del estado, todavía se sostiene un cierto preconcepto en relación al cultivo forestal, visto por algunos sectores como monocultivo perjudicial al medio ambiente. El presidente de la Asociación Paranaense de las Empresas de Base forestal (Apre), Roberto Gava, recuerda que, entre 2004 y 2005, el Instituto Ambiental del Paraná (IAP) suspendió por mas de seis meses la autorización para el plantío forestal, por cuestiones ambientales que solo fueron resueltas en la justicia. En cuanto a eso, dice Zattar, Santa Catarina desarrolla hace diez años polos forestales basados en el cultivo. En la región de Otacílio Costa, el área forestal plantada se duplico desde 1997, y hoy llega a 250 mil hectáreas, cerca del 40% del total cultivado en el estado. negrita/Inversiones/negrita Las empresas que anunciaron inversiones en Santa Catarina y en Rio Grande Do Sul tuvieron en cuenta los beneficios adicionales ofrecidos por los estados. Las fabricas de compensados Guararapes y Sudati recibieron incentivos fiscales de Santa Catarina. Incluidas en el programa Prodec, ellas no van a pagar impuestos (ICMS) en las compras realizadas dentro del estado, y las inversiones en unidades fabriles e importaciones tendrán incentivos. Además, los impuestos sobre las ventas solo serán pagados de cuatro a cinco años después, con descuentos de hasta el 40%. Entre ambas, tendrán una capacidad de 180 mil metros cúbicos por año, y va a costar entre R$ 60 millones y R$ 70 millones. En tanto, la firma Bernek Aglomerados va hacia la misma región, pero no revela en el municipio valores envueltos. En Rio Grande do Sul, el gobierno desarrolló en el 2004 un Programa de Financiamiento Forestal Gaúcho (Proflora), que otorga un plazo de pago de los empréstitos de 12 años, y el productor puede comenzar a pagar 8 años después de obtener el crédito. La meta de inducir el plantío de 120 mil hectáreas hasta el 2006 fue alcanzada: el estado plantó 35 mil hectáreas en el 2005 y 90 mil en el 2006. En año pasado, quedo atrás solo de Minas Gerais (145 mil hectáreas) en el ranking de nuevos plantíos. Esta expansión atrajo tres grandes inversiones: Aracruz Celuose, que se va a instalar en la Grande Porto Alegre, invirtiendo R$ 2.7 billones en la Fábrica, en el plantío y compras forestales; seguida por la sueco finlandesa “Stora Enso” (R$3 billones) y la “Votorantim Celulosa e Papel” (/R$ 3.7 billones). Las dos últimas se van a instalar en la mitad sur del Estado, no muy lejos de las fronteras con Uruguay y Argentina. Se estima que 40 mil empleos ya han sido creados. Las tres gigantes deben plantar 160 mil hectáreas de forestación comercial en 10 años. En ese período, contando con las nuevas plantaciones de otras empresas y las financiadas por el Proflora, el área cultivada en el Estado puede llegar a 1 millón de hectáreas, casi tres veces el área actual. cursiva/Más información en la edición especial de la Revista ArgentinaForestal.com Nº48/cursiva