Tras un reclamo público de distintos sectores de la sociedad, el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales de Misiones emitió un comunicado para dar una respuesta oficial sobre el proceso de adaptación a la vida silvestre de la yaguareté Pará y sus dos cachorros: “Continúa el monitoreo satelital, se registra un patrón de desplazamiento normal de la hembra y una adecuada adaptación al entorno”, informaron. Aunque aclararon que el procedimiento no arrojó indicios sobre la presencia de las dos crías ya que este tipo de dispositivos solo puede ser colocado en animales adultos.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest
Fuente: Ministerio de Ecología de Misiones
MISIONES (2/12/2025).- La yaguareté “Pará”, capturada este año en Puerto Iguazú luego de múltiples denuncias por su presencia en zonas urbanas, fue liberada junto a sus dos crías en áreas naturales protegidas de la Reserva de Biósfera Yabotí, con el compromiso del gobierno provincial de realizar un acompañamiento a su adaptación y un seguimiento con monitoreo satelital.
Tras el reclamo de organizaciones, especialistas y la comunidad misionera por la falta de información respecto al monitoreo satelital, pidieron públicamente que se informe respecto a la evolución de su adaptación y el estado de los ejemplares, emblema de conservación de la biodiversidad en Misiones. En Chaco, en estos días desde Parques Nacionales impulsan una recompensa por datos de Acaí, una yaguareté también desaparecida en el Parque Nacional del Impenetrable.
Finalmente, la respuesta oficial del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales de Misiones se dio a conocer al cierre de la jornada de este lunes: “A poco más de un mes de la relocalización de la yaguareté “Pará” y sus cachorros, el monitoreo del grupo continúa siendo clave para evaluar su evolución en el nuevo entorno y acompañar el proceso de adaptación a la vida silvestre”, indicaron desde el organismo.
Señalaron que este período resulta determinante para que la hembra logre asentarse en el ambiente natural y pueda criar a sus crías en condiciones favorables.
Remarcaron en el reporte de prensa que “la traslocación fue una medida excepcional adoptada ante una situación crítica que ponía en riesgo la vida de la madre y sus cachorros, luego de constatar que otras alternativas de manejo no habían dado resultado. Ante este escenario, el traslado controlado del grupo familiar a un área más segura se estableció como la única opción viable para garantizar su supervivencia”.
Pará junto a sus dos cachorros fueron reinsertados en octubre en áreas naturales protegidas en óptimas condiciones de salud y con comportamiento acorde a la vida en libertad.
“El procedimiento constituyó una intervención inédita a nivel mundial, al tratarse de la traslocación de una hembra silvestre con crías desde un entorno de alto riesgo hacia otro ámbito natural, y fue diseñado bajo criterios técnicos especializados, ajustando cada etapa al comportamiento biológico de la especie con el objetivo de maximizar las posibilidades de adaptación en libertad”, indicaron desde Ecología.

“Fue una decisión consensuada”
Si bien la recomendación técnica fue que la familia se mantuviera en cautiverio, y la opción más segura para los especialistas era destinarla al proyecto de reintroducción de la especie que llevan adelante en el Iberá, Corrientes, una organización internacional que dispone de toda la infraestructura y conocimiento para ello, desde el organismo ambiental sostienen que la medida de liberarla “fue consensuada” por las distintas instituciones que integran la Subcomisión Selva Paranaense para la Conservación del Yaguareté, integrada por el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables, el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio), Proyecto Yaguareté (CeIBA-CONICET), la Fundación Azara, a través del Centro de Rescate y Conservación de Fauna Silvestre Güirá Oga, la Administración de Parques Nacionales y la Asociación Aves Argentinas.
Entre profesionales de todas estas instituciones habrían coincidido en que “la intervención era impostergable ante la gravedad del escenario y el alto riesgo que enfrentaba el ejemplar”.
Siguiendo los protocolos técnicos establecidos, las jaulas de transporte de la madre y sus crías fueron ubicadas de manera enfrentada para el reconocimiento mutuo. Luego del tiempo indicado, se procedió a la apertura para permitir la salida voluntaria de los animales.
Las cámaras trampa registraron la salida de la hembra, mientras que el egreso de los cachorros no fue detectado por el equipamiento. Cabe señalar que desde el inicio del operativo se priorizó minimizar la presencia humana en el área para no interferir en el proceso de adaptación.
Posteriormente, con el objetivo de obtener mayores precisiones, se realizó un rastrillaje en el sector de liberación con participación de guardaparques e integrantes del equipo de operaciones.
El procedimiento no arrojó indicios sobre la presencia de los cachorros en las inmediaciones ni signos de intervención de depredadores.

Desplazamiento normal y adaptación adecuada de Pará
“Durante los días posteriores se registraron nuevas detecciones mediante las cámaras trampa, que confirmaron un patrón de desplazamiento normal de la hembra y una adecuada adaptación al entorno”, informaron desde Ecología.
El monitoreo actual se realiza a través de un collar satelital colocado en el ejemplar adulto, que emite señales periódicas y permite conocer sus movimientos en el territorio.
Desde el organismo ambiental aclararon que “este tipo de dispositivos solo puede ser colocado en animales adultos, ya que los cachorros aún se encuentran en etapa de crecimiento. Por esta razón, no es posible determinar con certeza su situación actual. Hasta el momento no se dispone de registros directos que confirmen su localización, por lo que el seguimiento continúa enfocado en la hembra como principal referencia territorial y de comportamiento del grupo”, remarcaron.
Hacia fines de octubre se registraron desplazamientos variables de la hembra dentro y fuera del área de influencia inmediata de su sitio de liberación.
“Las lecturas posteriores del dispositivo indicaron una continuidad en sus movimientos dentro de ambientes compatibles con su comportamiento natural, sin registrarse situaciones que representen un riesgo adicional para el ejemplar ni alteraciones en su patrón esperado de adaptación. No obstante, con la información disponible hasta el momento, no existen elementos técnicos que indiquen que las crías no continúen su desarrollo en el ambiente natural, bajo las condiciones propias de la vida silvestre”, explicaron.
Actualmente, el área continúa bajo monitoreo permanente mediante patrullajes, cámaras trampa y recorridas técnicas que permiten mantener un seguimiento constante sin interferir en el desarrollo natural de la especie. En este contexto, el período posterior a la relocalización resulta determinante para que la hembra termine de adaptarse al nuevo entorno.
En este contexto, desde el Gobierno de Misiones a través del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables, reafirmaron su compromiso de trabajar de manera sostenida en la protección del yaguareté, una especie emblemática de la selva misionera y clave para el equilibrio del ecosistema.
“Los datos vinculados con el sitio de liberación y los registros obtenidos durante el operativo tienen carácter estrictamente confidencial y solo pueden difundirse conforme a los protocolos vigentes”, explicaron.
Esta recomendación a su vez es un llamado de atención para evitar difundir el destino preciso de la yaguareté en áreas de Yabotí. “La divulgación de información sensible puede comprometer los resultados del proceso de relocalización y poner en riesgo la supervivencia de los ejemplares”, indicaron desde Ecologia.
La experiencia reciente con la yaguareté “Açai” en el Parque Nacional El Impenetrable en Chaco, de quien aún no se tienen registros, refleja la vulnerabilidad de estos procesos y la importancia de respetar los tiempos naturales de la especie para favorecer una adaptación segura al ambiente, concluyeron.
Noticia relacionada



