La conducción nacional de la Unión de Sindicatos de la Industria Maderera de la República Argentina cuestionó la postura de la Asociación de Madereros, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (AMAYADAP) de pretender separar a la Rama Aserrado del ajuste salarial en plena negociación paritaria con FAIMA, respaldó la gestión de los delegados misioneros y alertó por el riesgo de “pauperización del trabajador maderero”.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest
MISIONES (13/11/2025).- La Comisión Directiva de la Unión de Sindicatos de la Industria Maderera de la República Argentina (USIMRA) se reunió en la sede de Posadas este miércoles 12 de noviembre para celebrar su asamblea ordinaria anual, conforme al estatuto de la organización nacional que representa a los trabajadores del sector y sostiene la obra social de la actividad.
El encuentro fue encabezado por el secretario general, Jorge Gornatti, junto a Roberto Villalba (secretario adjunto), Fabián Esposito (tesorero), Ricardo Kupec (delegado de Corrientes) y los secretarios seccionales de Misiones, Domingo Paiva (Eldorado–Montecarlo) y Agustín Báez (Posadas).
Durante la asamblea se analizaron diversos puntos de preocupación vinculados al funcionamiento gremial y a la crítica situación económica que atraviesa la industria maderera, marcada por el desfinanciamiento progresivo de la obra social, el incumplimiento de aportes patronales, la «subdeclaración» de horas de trabajo, el aumento de los costos médicos y la parálisis en la generación de nuevos empleos en un contexto de recesión del mercado interno.

Paritarias en tensión y quiebre entre cámaras empresarias
Un punto central del debate en la asamblea fue la negociación paritaria abierta con la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), donde se produjo un fuerte contrapunto con los representantes de la Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (AMAYADAP), quienes manifestaron que no podrían otorgar nuevos aumentos salariales a la rama de aserrado —una de las más afectadas por la crisis— hasta el 31 de diciembre próximo, argumentando que “no están en condiciones de afrontar” nuevos incrementos.
La postura generó un clima de máxima tensión. El presidente de AMAYADAP, Enrique Bongers, declaró públicamente que las empresas de la cámara evalúan retirarse de la FAIMA por no sentirse representadas en la mesa paritaria. Bongers sostuvo que el sector enfrenta “una profunda crisis por la caída de ventas, el bajo consumo de productos forestales, el aumento de los costos de servicios y mano de obra, y la presión impositiva”, especialmente en Misiones.
“Queremos evitar cerrar empresas y sostener las fuentes de trabajo hasta que en 2026 mejore el escenario nacional y se avance en la reforma laboral que se está proponiendo en el Congreso”, expresó el dirigente empresario en medios locales y también en la reunión que mantuvo el viernes con representantes sindicales de la zona norte, Domingo Paiva y Jorge Ríos.
Ante esta posición, desde USIMRA respondieron con un duro documento y expresó su rechazo a la posición de la cámara misionera, a la que calificó de “inexplicable, antojadiza y provocativa”.
Expresaron que rechazan «enérgicamente esa iniciativa, del mismo modo que descalificamos la intencionalidad de pretender que no se ajusten los salarios de los trabajadores del sector».
Consideraron que los salarios de los trabajadores del sector desde hace muchos años se ubican por debajo de los umbrales de la línea de pobreza pese a los reclamos permanentes que la USIMRA hace ante FAIMA en las discusiones paritarias desde hace mucho tiempo.
«Pero pareciera que algún empresario, no conforme con estas condiciones de sus operarios, buscan que ingresen a la línea de la indigencia. En adelante esperamos que sus intenciones no sea avanzar hacia la pauperización del trabajador maderero», señalan en el documento.
“A estos señores feudales hay que apuntarle que además de la situación económica critica que ha llevado el gobierno nacional actual a la industria, los índices de inflación del INDEC han superado los incrementos salariales, por lo que no entendemos de donde sacan estas mentes empresariales que consideran excesivo los incrementos planteados, cuando la realidad mas cruda y contundente dice que el salario sigue perdiendo poder adquisitivo y que representa además una brutal variable de ajuste que recae sobre los trabajadores de la industria de la madera”, remarcaron.
Desde el sindicato cuestionaron la posición del empresariado maderero: «Con el hambre de los trabajadores no se salvaran las empresas, se equivocan quien piense así, plantean una mirada deshumanizada e insostenible en el mundo laboral actual», cuestionaron.
La USIMRA, en este contexto, ratificó todo lo actuado por sus delegados en Misiones. “Tienen el respaldo absoluto nuestros sindicalistas en sus reclamos y en el rechazo a las ultimas provocaciones innecesarias y extemporáneas como las que se plantea desde la cámara maderera misionera. Los trabajadores de la provincia tienen las mismas exigencias y necesidades alimentarias para ellos y sus familias, que el resto de los trabajadores del país», explicaron.
Consideraron una negativa «insensata de la AMAYADAP, a la que hay que agregar las declaraciones del presidente Enrique Bongers , quien pretende condicionar la mejora salarial al debate de una reforma laboral en el país que aún se desconoce de qué se trata o que alcance tiene, por lo tanto, todavía no existe. Esto plantea una mayor confusión, sus diferencias en las políticas internas con FAIMA , lo que a nuestro juicio debería ser un tema a dirimirse puertas adentro de esa institución».
«tanto empleadores como trabajadores están regidos por el Convenio Colectivo de Trabajo 335/75, y que, por lo tanto, la legislación obliga a respetar las paritarias nacionales”.
No es precisamente la posición de AMAYADAP un diálogo sereno, constructivo y responsable con la USIMRA estaría de acuerdo. «Para poder acordar debe primar una negociación de buena fe, no una imposición caprichosa o individual de una cámara donde más que las palabras antisonantes, hablan los hechos, a veces inconscientes puesto que en una negociación una de las partes expone que no tiene nada que discutir. Esta posición en realidad se transforma en una burla, una parodia y una pérdida de tiempo que abona innecesariamiente el inicio de un conflicto y una confrontación que desde USIMRA siempre hemos intentado evitar», señalaron.
Si bien expresaron que coinciden en la necesidad de restablecer un diálogo constructivo, sereno y responsable, tratando de evitar consecuentemente que escale la confrontación, desde el sindicato «exhortamos a los representantes empresarios paritarios a reanudar este diálogo, dejando de lado mezquindades y egoísmos, que atentan contra la posibilidad de analizar la cuestión de fondo y cristalizar un entendimiento», concluyeron.
Noticia relacionada



