La tradicional empresa correntina avanza con una millonaria inversión para renovar por completo su planta foresto-industrial. La nueva línea europea, totalmente automatizada, elevará el rendimiento productivo y posicionará al aserradero entre los más modernos del país.
Fuente: Bichos de Campo
CORRIENTES (26/10/2025).- En Gobernador Virasoro, el Establecimiento Las Marías avanza en una inversión para la incorporación de maquinarias nueva al aserradero industrial, con una inversión de ocho millones de dólares destinada a modernizar la planta y fortalecer su unidad forestal, un negocio que comenzó hace más de medio siglo como diversificación productiva y hoy se consolida con identidad propia.
“Es una inversión bastante grande», confirmó Stuart Navajas, presidente del aserradero Forestal Las Marías en diálogo con Bichos de Campo. «Estamos hablando de unos ocho millones de dólares para montar una nueva línea muy automatizada. Calculamos operarla con diez personas por turno, contra las veinticinco actuales”.

Tecnología europea y salto en productividad
En el predio ya comenzaron los movimientos para instalar la nueva línea de aserrado, de origen europeo, equipada con escáneres tridimensionales que miden y posicionan los rollos con precisión milimétrica.
“Estimamos que el rendimiento aumentará un ocho por ciento. En una industria con márgenes tan ajustados, ese porcentaje marca una gran diferencia”, explicó Navajas.
Además, destacó la incorporación de un secadero continuo de última generación, único en el país. “Es un contraflow, se carga de ambos lados, y lo que sale seco se acondiciona con la madera verde que entra. Ganás en tiempo, volumen y calidad. La calidad de nuestra madera seca no la iguala nadie”, aseguró con orgullo.

Una tradición forestal de más de medio siglo
El área forestal de Las Marías nació en la década del 60, con la implantación de 500 hectáreas de pinos y eucaliptos. Hoy, el patrimonio forestal supera 6.700 hectáreas, con plantaciones de Pino taeda, Pino elliottii, híbridos y distintas especies de eucalipto.
El aserradero procesa parte de esa madera y produce alrededor de 70.000 metros cúbicos anuales, de los cuales el 70 % se exporta a destinos como China, Vietnam, Filipinas, Estados Unidos y Centroamérica. El resto abastece al mercado interno, que hoy atraviesa dificultades por la caída de la construcción y la obra pública.
“El problema que tenemos es la logística —admitió Navajas—. Traemos contenedores vacíos desde Buenos Aires, los cargamos acá y vuelven llenos. Son casi dos mil kilómetros de flete. Pagamos unos tres mil dólares por contenedor, mientras que llevarlo a Malasia cuesta apenas quinientos”.
La esperanza está puesta en el puerto de Ituzaingó, recientemente inaugurado. “Si logramos sacar la madera por ahí y reducir el costo a dos mil dólares, ganamos todos: la empresa y el productor forestal. Eso puede significar quinientos dólares más por hectárea”, estimó el empresario.

Sustentabilidad y visión de largo plazo
A pesar del contexto económico incierto, el plan de Las Marías se proyecta a largo plazo. La empresa cuenta con certificación FSC de manejo forestal responsable y trabaja bajo criterios ambientales y sociales que garantizan la sustentabilidad de la materia prima.
Los bosques se manejan con turnos de corta de entre 18 y 25 años, con mejoras genéticas, mecanización y control ambiental permanente.
“Es una inversión que nos va a poner a la altura de los mejores aserraderos del mundo —aseguró Navajas—. Y no exagero. El nivel de automatización que estamos trayendo no lo tiene nadie acá”.
Cuando se le menciona que el público suele asociar Las Marías sólo con la yerba mate, Navajas sonríe: “La unidad forestal es la parte no conocida de Las Marías. Queremos que se sepa que también hacemos madera, y la hacemos bien”.
Esa frase resume la nueva apuesta del grupo: dar visibilidad a su negocio forestal, duplicar la capacidad tecnológica de su planta y demostrar que en el mapa productivo de Corrientes, Las Marías no sólo cosecha hojas de yerba y té: también produce madera de alta calidad y valor agregado.



