Con visión estratégica, respaldo legal y apertura comercial, el carbono puede convertirse en el próximo complejo exportador argentino, generando divisas, desarrollo territorial y empleo sin deuda ni impacto ambiental negativo, aseveraron los panelistas invitados al encuentro sobre “Negocios para una Argentina que crece: forestoindustria y mercados de carbono” realizado este jueves en el marco de la Expo Rural 2025 en Buenos Aires. La jornada reunió a representantes del ámbito público y privado, cámaras empresarias, embajadas, organismos multilaterales y la sociedad civil.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest
Fotos: Gentileza Ministerio de Producción de Corrientes y Mesa Argentina de Carbono
BUENOS AIRES (25/7/2025).- En el marco de la 137ª edición de la Exposición Rural de Palermo, la Mesa Nacional de Carbono y la Comisión Forestal de la Sociedad Rural Argentina organizaron un evento que puso en agenda una de las mayores oportunidades productivas para el país: el mercado de carbono.
El encuentro, titulado “Negocios para una Argentina que crece: forestoindustria y mercados de carbono”, reunió a representantes del ámbito público y privado, cámaras empresarias, embajadas, organismos multilaterales y la sociedad civil.
Allí se presentó el Plan de Desarrollo del Sector Carbono, una propuesta que posiciona al carbono como un nuevo complejo exportador nacional, basado en el aprovechamiento sustentable del capital natural argentino.
“El carbono no es un pasivo ambiental: es un activo productivo”, afirmó Juan Pedro Cano, coordinador de la Mesa Argentina de Carbono. “Tenemos el potencial de liderar en la región y convertir al carbono en un motor económico federal”.
La iniciativa plantea que, con solo desarrollar proyectos en un 10% de la superficie agropecuaria y forestal, Argentina podría generar ingresos anuales de USD 460 millones por venta de créditos de carbono. Si la cobertura se amplía al 30%, los ingresos podrían superar los USD 2.300 millones, sin necesidad de inversión pública ni subsidios.
Además, se proyectan inversiones privadas por USD 2.200 millones hasta 2030 y la creación de más de 70.000 empleos directos e indirectos, en actividades como viveros, monitoreo, manejo forestal y certificación.
De esta forma, el evento abordó el estado de la foresto industria en el país y las oportunidades que abre la inserción en los mercados de carbono y fue un espacio oportuno para intercambiar ideas y fortalecer el camino hacia una producción sustentable.
La Mesa Argentina de Carbono lanzó el Plan de Desarrollo del Sector Carbono, posicionando la oportunidad que tiene el país en transformar su vasto capital natural y productivo en una fuente estratégica de generación de divisas, inversión, empleo y posicionamiento internacional.
Desde la Mesa se impulsa una estrategia integral para que el país lidere la oferta de créditos de carbono en la región y transformar así al carbono en un nuevo motor de desarrollo económico y federal.
Entre los disertantes, expusieron:
· Sabrina Vetter, Directora Nacional de Desarrollo Foresto Industrial, quien expondrá sobre el panorama actual del sector y los nuevos mercados.
· Federico Moyano, director ejecutivo de Prosustentia, presentará los distintos tipos de proyectos de carbono y el funcionamiento de los mercados.
· Juan Pedro Cano, coordinador de la Mesa Argentina de Carbono, compartirá el plan de desarrollo del sector carbono agropecuario y forestal.
· Manuel Frávega, del estudio Beccar Varela, explicará los marcos jurídicos y el proyecto de ley que busca regular la generación de créditos de carbono en el país.
Por el gobierno de Corrientes y del Ministerio de Producción, participó el secretario de Desarrollo Foresto-industrial, Luis Mestres. “Se destacó el potencial de Argentina y en particular de Corrientes como proveedor global y se compartieron avances en la generación de créditos de carbono y en el proyecto de ley específico”, resumió Mestres.
¿Qué es un crédito de carbono?
Un crédito representa la reducción o captura de una tonelada de CO₂ equivalente mediante proyectos certificados. Estos pueden estar vinculados a la producción forestal, agropecuaria, eficiencia energética, energías renovables o gestión de residuos.
Actualmente, Argentina solo puede operar en el Mercado Voluntario, donde los precios son hasta un 80% inferiores respecto a los Mercados de Cumplimiento (como los del Artículo 6 del Acuerdo de París). Esto limita la escala y rentabilidad de los proyectos.
“Necesitamos dos condiciones clave: seguridad jurídica y apertura comercial internacional”, explicó el abogado Manuel Frávega, del estudio Beccar Varela. “Una Ley Nacional puede destrabar el desarrollo del sector, como ya lo hicieron países como Brasil, Colombia, México y Paraguay”.
Un plan para un liderazgo regional
Con especial foco en el sector del carbono agropecuario y forestal, la Mesa Argentina de Carbono impulsa un plan que busca desbloquear entre USD 460 y 2.377 millones anuales en ingresos por la venta de créditos de carbono y USD 2.200 millones a 2030 en inversiones para el desarrollo e implementación de proyectos de carbono.
La propuesta no es restrictiva en cuanto a la producción, sino que ve a los proyectos de carbono como un complemento de la producción agropecuaria y forestal, generando financiamiento adicional.
Para generar créditos de carbono no se requiere de inversión o financiamiento público, pero sí se requiere que el Estado pueda garantizar las condiciones para que el sector se desarrolle, tal como sucede en los países vecinos y de la región.
“Hoy nuestro plan abarca principalmente al sector agropecuario y forestal, pero nuestro objetivo es claro: poder ampliar el plan a todos los sectores que participan o podrían participar en la generación de créditos de carbono. Desde energía e industria hasta transporte, todo lo que pueda traccionar el desarrollo del carbono como sector productivo.” expresó Juan Pedro Cano, coordinador de la Mesa.
“A diferencia de lo que ocurre con los países vecinos y de la región, en Argentina aún hay muchas incertidumbres para que sea atractiva y confiable la generación de créditos de carbono. Asimismo, los créditos de carbono argentinos tienen un canal de venta muy acotado ya que por restricciones gubernamentales hoy solo es posible comercializar a través del Mercado Voluntario. Esto no solo hace que el crédito de carbono argentino se venda a precios un 80% más bajo que lo que se podría comercializar en Mercados de Cumplimiento, sino que restringe la posibilidad de desarrollar proyectos estratégicos y de alta escala por no ser viables con los precios del Mercado Voluntario” agregó.
Argentina ha participado, desde 2005, en los mercados de carbono. Hasta el año 2024, se han registrado poco más de 60 proyectos de carbono en total. Esto es casi ínfimo si se compara con la situación a nivel global y regional. A nivel global, existen más de 12.000 proyectos de captura y reducción de emisiones certificados y registrados bajo estándares internacionales.
Por su parte, en Latinoamérica y durante los últimos 5 años se formularon el 22% de los créditos de carbono emitidos en todo el mundo, siendo así la segunda región proveedora de reducciones de emisiones certificadas, especialmente por parte de proyectos en Colombia, Brasil y México. Estos países, como así también recientemente Paraguay, cuentan con normativa vigente o en desarrollo para brindar seguridad jurídica para el desarrollo de proyectos de carbono.
El Plan de Desarrollo del Sector Carbono establece dos hitos principales para generar condiciones diferenciales para que el sector del Carbono agropecuario y forestal se desarrolle en Argentina:
a) Dar mayor seguridad jurídica a los créditos de carbono.
Al no estar tipificado en las leyes, se debe dar certeza a la propiedad y a la naturaleza jurídica e impositiva de los créditos de carbono. Esto debe hacerse a través de una Ley Nacional para que sea aplicable en todo el país.
b) Abrir canales de venta internacionales.
Al permitir que los créditos de carbono argentinos se puedan comercializar en los Mercados de Cumplimiento internacionales, es posible lograr precios de venta 80% mayores. Para ello se deben generar acuerdos con países compradores de créditos de carbono, tal como ya lo han hecho otros países de la región.
Según las estimaciones y proyecciones hechas por la Mesa Argentina de Carbono, si en Argentina se generaran créditos de carbono en el 10% de las tierras agropecuarias y forestales del país, podría estimarse preliminarmente que su venta podría representar ingresos anuales por USD460 millones.
Si este cálculo se lleva al 30% de la superficie agropecuaria y forestal, representaría de USD 2.377 millones anuales. Estas estimaciones sólo incluyen a los sectores agropecuario y forestal, si se incluye a los sectores de energía, industria y transporte, el flujo económic o es aún mayor.
En este sentido, Argentina tiene un gran potencial de no solo cumplir sus compromisos internacionales mediante mecanismos trazables (muy útiles para cumplir con requerimientos de exportación a algunos mercados), sino también puede ser proveedor de reducciones de emisiones al mundo, generando así negocios complementarios para el sector agropecuario, la industria, las energías renovables y la foresto-industria, entre otros.

Las cinco prioridades
1) Una nueva economía basada en la naturaleza
El carbono no es un pasivo ambiental: es un activo productivo y exportador. A través de proyectos agropecuarios y forestales certificados, Argentina puede generar créditos de carbono de alta integridad con impacto económico real.
2) Divisas sin deuda ni subsidios
Bajo la situación actual, los ingresos e inversiones del sector Carbono no superan los USD 10 millones anuales. Si se brinda mayor seguridad jurídica a través de una ley específica, los ingresos podrían alcanzar los USD 460 millones al año. Si además se habilita la venta a los mercados internacionales de cumplimiento, esa cifra puede escalar a más de USD 2.300 millones anuales. Todo ello sin inversión pública.
3) Inversión verde en el territorio
Los proyectos no compiten con la producción agropecuaria o forestal: la complementan. Permiten nuevos ingresos sin cambiar el uso del suelo. Con este plan, se podrían movilizar entre USD 2.200 y 3.800 millones en inversiones privadas hacia regiones productivas, con beneficios ambientales y sociales tangibles.
4) Empleo con arraigo
Se estiman más de 70.000 nuevos empleos directos e indirectos en viveros, monitoreo, manejo forestal, certificación y tecnologías asociadas.
5) Trazabilidad para el comercio internacional
Frente a barreras como el CBAM europeo o las exigencias de trazabilidad en California, los mercados de carbono son clave para promover las exportaciones y evitar sobrecostos de hasta 4.000 millones de dólares anuales.
Con visión y decisión, Argentina puede liderar en América Latina la oferta de créditos de carbono confiables, de calidad y con impacto territorial. “No es un costo: es una palanca para el desarrollo federal, inclusivo y moderno. El carbono puede ser el próximo complejo exportador argentino”, sostienen los autores del plan. El momento es ahora. La ventana de oportunidad está abierta. Y el mundo está mirando.