Un estudio revela que el 95 % de las grandes urbes experimenta alteraciones drásticas en su clima, poniendo en riesgo el acceso al agua, la seguridad alimentaria y la infraestructura. Las ciudades más afectadas por estos cambios extremos incluyen Hangzhou (China), Yakarta (Indonesia) y Dallas (EE.UU.), donde la alternancia entre periodos secos y húmedos ha aumentado drásticamente en las últimas décadas. Otras metrópolis, como Madrid, El Cairo y Riad, han experimentado una transición sostenida hacia condiciones más áridas.
GRAN BRETAÑA (16/3/2025).- Un informe reciente de las universidades de Bristol y Cardiff advierte sobre el impacto del cambio climático en las ciudades más pobladas del mundo. El análisis, que evaluó 112 urbes, revela que el 95 % de ellas enfrenta una marcada tendencia hacia condiciones más secas o más húmedas, lo que agrava el riesgo de sequías e inundaciones, comprometiendo el acceso al agua potable, el saneamiento y la seguridad alimentaria.
El informe destaca que la crisis climática ya afecta a más de 4.400 millones de personas que habitan en entornos urbanos por la escasez de agua, según el estudio publicado por The Guardian.
«Nuestro estudio demuestra que el cambio climático es radicalmente diferente en todo el mundo», afirmó la profesora Katerina Michaelides, de la Universidad de Bristol (Reino Unido). Su coautor, el profesor Michael Singer, de la Universidad de Cardiff, describió este patrón como una « extrañeza global ».
“La mayoría de los lugares que analizamos están cambiando de alguna forma, pero de maneras que no siempre son predecibles”, dijo Singer. “Y dado que analizamos las ciudades más grandes del mundo, hay un número realmente significativo de personas involucradas”, agregó.
El informe analizó las 100 ciudades más pobladas, además de 12 seleccionadas, y descubrió que el 95 % de ellas mostraba una clara tendencia hacia un clima más húmedo o más seco.
El aumento de las temperaturas, impulsado por la contaminación por combustibles fósiles, puede exacerbar tanto las inundaciones como las sequías, ya que el aire más cálido puede absorber más vapor de agua. Esto significa que el aire puede absorber más agua del suelo durante los períodos cálidos y secos, pero también liberar aguaceros más intensos cuando llueve. «Lidiar con los cambios bruscos del clima en las ciudades es extremadamente difícil», afirmó Michaelides.
Sol Oyuela, directora ejecutiva de la ONG WaterAid, alertó sobre la inminencia de un «Día Cero» global, en el que la crisis del agua podría desencadenar una cadena de impactos en la alimentación, la salud, la energía y la seguridad.
«Es urgente tomar medidas colectivas para fortalecer la resiliencia de las comunidades y prepararlas para los desafíos del futuro», afirmó.
El informe también advierte que el rápido crecimiento poblacional y las infraestructuras obsoletas dificultan la adaptación de las ciudades al nuevo panorama climático.
En regiones como Nairobi, las oscilaciones entre sequías prolongadas y lluvias torrenciales han provocado la pérdida de cultivos, ganado e incluso han generado crisis sanitarias por la contaminación del agua.
Un desafío global sin soluciones inmediatas
El estudio concluye que los cambios climáticos extremos están ocurriendo a un ritmo impredecible y con impactos desiguales en todo el mundo. «La mayoría de los lugares que analizamos están transformándose de alguna forma, pero no siempre de manera predecible», explicó el profesor Michael Singer, coautor del estudio.
Frente a esta realidad, los expertos enfatizan la necesidad de fortalecer las políticas de adaptación climática, modernizar la infraestructura hídrica y reducir las emisiones de carbono para mitigar los efectos del calentamiento global en las ciudades.