Una nueva investigación, liderada por World Wildlife Fund (WWF) con contribuciones del Instituto sobre el Medio Ambiente de University of Minnesota destaca los beneficios que muchas veces de la vida silvestre, y que son pasados por alto por la sociedad pero que juegan un apoyo vital al bienestar humano. El estudio destaca la importancia de la investigación inclusiva y las políticas de conservación para entender y proteger mejor la diversidad biológica del planeta. «La vida silvestre está en riesgo y urgen políticas para proteger los beneficios invisibles que sostienen nuestras sociedades», advierten los investigadores.
GLAND, Suiza (15 de enero de 2025).- Una nueva investigación liderada por WWF revela que los beneficios que la vida silvestre proporciona a nuestra vida cotidiana, y son vitales para las personas, están muy subrepresentados en los debates científicos y políticos. Esta omisión podría perjudicar el logro de los objetivos globales de conservación, explican los investigadores.
El estudio denominado Técnicos de la Naturaleza, fue publicado recientemente en el primer número de Nature Reviews Biodiversity, y demuestra que si bien el concepto de Contribuciones de la Naturaleza para la Gente (NCP, por sus siglas en inglés) está bien establecido en la ciencia, en el ámbito de los negocios y las políticas a menudo «suponen» que la protección de un hábitat o ecosistema preservará automáticamente los beneficios de los que dependen las personas. Esta suposición pasa por alto la importancia de las especies silvestres y la infinidad de funciones que desempeñan.
De las 18 categorías de NCP definidas por la Plataforma Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), se demostró que al menos 12 son sustentadas directamente por la vida silvestre.
Estas beneficios materiales que brindan, incluyen alimentos y medios de vida que dependen directamente de especies como la pesca o la caza, hasta valores inmateriales como el ecoturismo, usos medicinales y un sentido de identidad o bienestar.
La vida silvestre también desempeña papeles críticos en la regulación de los ecosistemas, como el control de las poblaciones de presas, la polinización de plantas, la dispersión de semillas y la reducción del riesgo de enfermedades, provenientes de animales como los tiburones, murciélagos, monos y buitres.
Todo esto es ilustrado en un informe que acompaña al documento, titulado Técnicos de la Naturaleza. “El último Informe Planeta Vivo de WWF demostró que las poblaciones de vertebrados monitoreadas se redujeron en un promedio del 73% desde 1970”, dijo Becky Chaplin-Kramer, científica líder de Biodiversidad para WWF y autora principal del documento.
Chaplin-Kramer es científica principal investigadora de IonE, con Colleen Miller, becaria postdoctoral de IonE en ecología del cambio global y ciencias de los datos, entre otros. En su estudio, explora cómo la vida silvestre contribuye a al menos 12 de las 18 categorías de contribuciones de la naturaleza a las personas (NCP) – desde la polinización y la producción de alimentos hasta la inspiración cultural y la regulación del ecosistema.
“Esta reducción mencionada demuestran una pérdida de diversidad genética que debilita la resiliencia de la vida silvestre frente al cambio climático, las enfermedades y la pérdida de hábitat. La disminución de la cantidad de individuos animales o vegetales puede alterar ecosistemas enteros, con consecuencias de gran alcance para las personas y las economías”, advierte la investigadora.
“Si las personas no reconocen el espectro completo de beneficios que la vida silvestre ofrece a nuestra sociedad, incluidos aquellos que a veces son “invisibles”, pueden pasar por alto las acciones necesarias para protegerla», señala Chaplin- Kramer
Seguido, agrega: «Tenemos que tener en cuenta los roles que desempeña la vida silvestre en los ecosistemas y su impacto de su disminución sobre el bienestar humano en las políticas y la gestión de la conservación”.
Un ejemplo bien conocido del impacto de la pérdida de especies es el caso de las nutrias marinas de América del Norte. El comercio de pieles del siglo XIX diezmó sus poblaciones, lo que provocó una explosión de erizos de mar, que destruyó los bosques de algas.
Esto tuvo consecuencias nefastas para las poblaciones de peces, las comunidades pesqueras locales y los ecosistemas costeros, haciendo que la zona fuera más vulnerable a las tormentas y la erosión y reduciendo los recursos disponibles para las comunidades indígenas que dependían de las algas.
“La pérdida a largo plazo de la vida silvestre provocará una disminución de sus contribuciones para la gente y, en última instancia, perjudicará su bienestar”, afirmó Nathan Bennett, líder global de Océanos para WWF y coautor del artículo.
“Esto es especialmente cierto para los pueblos indígenas y las comunidades que dependen en gran medida de la vida silvestre para obtener su sustento. La vida silvestre también puede respaldar los negocios y empleos del ecoturismo local”, agregó.
Robin Naidoo, científico líder de Vida Silvestre para WWF y coautor del artículo, explicó: “La vida silvestre ha sido la protagonista de obras de arte y música durante milenios, y cientos de productos y servicios se han inspirado en los sistemas eficientes de la naturaleza que evolucionaron durante miles de millones de años. Muchas comunidades indígenas incluso consideran a los animales como maestros importantes o hasta familia. El valor de la vida silvestre va más allá de métricas físicas como un kilogramo de carne o una tonelada de carbono almacenado. Es espiritual, y las experiencias con la vida silvestre pueden brindar a las personas mucho disfrute y conexión con la naturaleza”.
La investigación exige un mayor reconocimiento de las contribuciones de la vida silvestre en políticas globales de biodiversidad como el Marco Global de Biodiversidad Kunming Montreal.
Al conectar la vida silvestre con los beneficios que brinda, los encargados de formular políticas y los administradores de la vida silvestre pueden otorgar un mayor apoyo a los esfuerzos de conservación, asegurando que estos beneficios continúen.
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El estudio también destaca la existencia de brechas en el monitoreo y el modelo a gran escala, enfatizando que los avances en tecnología satelital, inteligencia artificial, ADN ambiental, detección acústica y ciencia ciudadana podrían mejorar la información y los datos, asegurando que los recursos de conservación se implementen de manera eficiente. Sin embargo, estos avances requieren una mayor inyección de fondos.
“Han pasado dos años desde la adopción del Marco Global de Biodiversidad y aún nos falta una ruta clara para movilizar los recursos necesarios para su implementación”, agregó Wendy Elliott, líder interina de Prácticas de Biodiversidad de WWF.
“En la sesión reanudada de la COP16 en Roma el mes próximo, las Partes deben recordar los enormes beneficios ‘invisibles’ de la vida silvestre que sustentan a nuestras sociedades, y los riesgos que enfrentamos si no se aborda la crisis de biodiversidad. Igualmente urgente es un acuerdo sobre un paquete financiero que satisfaga las necesidades inmediatas de los países para salvaguardar estos beneficios para las generaciones actuales y futuras”, concluyó