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EE. UU.: El Servicio Forestal propone un cambio en la gestión que aumentaría la tala en bosques nacionales hasta en un 200% para 2026

El Servicio Forestal de Estados Unidos publicó un borrador de la Declaración de Impacto Ambiental (DEIS, por sus siglas en inglés) que propone enmiendas al Plan Forestal del Noroeste (NWFP). Estas modificaciones podrían incrementar las cosechas anuales de madera en un 33%, e incluso superar el 200%, en los bosques nacionales de Oregón, Washington y el noroeste de California.

 

Fuente: AP, Service Forest USA, Oregon News

 

ESTADOS UNIDOS (24/11/2024) Las propuesta del Servicio Forestal de EEUU, tras un estudio de impacto ambiental dado a conocer el viernes, busca revisar el modelo de gestión forestal vigente desde 1994, planteando un manejo más activo de los bosques para prevenir incendios y revitalizar las economías rurales. Esta estrategia incluye la posibilidad de talar en rodales maduros y antiguos, lo que ha generado un intenso debate.

El NWFP fue diseñado durante la presidencia de Bill Clinton con el objetivo de proteger especies amenazadas, como el búho moteado del norte y el salmón coho, y de conservar los bosques primarios de la región.

La implementación del plan redujo significativamente la tala y fomentó la recuperación de ecosistemas. Sin embargo, también desencadenó un declive económico en las comunidades rurales, con el cierre de aserraderos y la pérdida de empleos en el sector maderero.

Hoy, el Servicio Forestal argumenta que el cambio climático y el aumento de incendios forestales exigen un enfoque diferente. Según un estudio preliminar, cortar más árboles, incluidos los de hasta 120 años de antigüedad, podría fortalecer la resiliencia de los bosques frente al fuego, al tiempo que se asegura un suministro más estable de madera.

Jacque Buchanan, forestal regional del Servicio Forestal, expresó: “Mucho ha cambiado en la sociedad y la ciencia desde que se creó el Plan Forestal del Noroeste. Estas enmiendas reflejan la necesidad de adaptar nuestras estrategias a los desafíos actuales”.

El informe estima que el volumen promedio anual de cosechas, actualmente de 445 millones de pies de tabla, podría aumentar significativamente, generando más empleos en la industria maderera. Al mismo tiempo, se busca fomentar condiciones que permitan el crecimiento de árboles más grandes y resistentes al fuego, eliminando especímenes más jóvenes que actúan como combustible en incendios intensos.

Sin embargo, esta propuesta ha despertado preocupación entre ambientalistas y científicos, ya que la tala de bosques maduros podría comprometer su capacidad para almacenar dióxido de carbono, un elemento crucial en la lucha contra el cambio climático. En paralelo, la administración Biden está impulsando medidas para proteger los árboles antiguos a nivel nacional debido a su papel fundamental en la captura de carbono.

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Un delicado balance entre conservación y desarrollo

El debate sobre el futuro de los bosques nacionales del noroeste del Pacífico pone de manifiesto la necesidad de encontrar un equilibrio entre la conservación de ecosistemas y el desarrollo económico. Mientras los funcionarios argumentan que un manejo forestal más activo puede reducir riesgos y revitalizar comunidades rurales, los defensores del medio ambiente advierten sobre las posibles consecuencias de alterar los hábitats y el almacenamiento de carbono.

El público podrá participar en el proceso de revisión del DEIS, que marcará el rumbo de la gestión forestal en las próximas décadas.

El plan propuesto también llama a una cooperación más estrecha entre el Servicio Forestal y las tribus nativas americanas para aprovechar el conocimiento tribal sobre la gestión forestal. Las tribus fueron excluidas cuando se redactó el plan de 1994.

Los ambientalistas recibieron la propuesta con escepticismo. El grupo Oregon Wild dijo que era “profundamente preocupante” que el Servicio Forestal publicara la propuesta justo antes de un cambio en las administraciones presidenciales.

“Parece que el Servicio Forestal quiere abandonar el propósito fundamental del Plan Forestal del Noroeste: proteger a peces y vida silvestre y los bosques maduros y antiguos que necesitan para sobrevivir”, dijo John Persell, abogado del grupo, en un comunicado.

Durante el primer mandato del ex presidente Donald Trump, los funcionarios de la administración buscaron abrir millones de acres de bosques en la costa oeste a nuevas talas al eliminar las protecciones del hábitat para el búho manchado en peligro. La medida fue opuesta por biólogos del gobierno y revertida bajo Biden.

Un estudio ambiental preliminar examinó varias alternativas potenciales, incluida dejar los componentes del plan existente en su lugar o cambiarlos para reducir o aumentar la tala.

Un representante de la industria maderera que copresidió un comité asesor sobre el Plan Forestal del Noroeste dijo que la propuesta resultó de discusiones entre los miembros del comité, el Servicio Forestal y otros. “Queremos ver un enfoque moderno para la gestión de bosques federales que nos proteja de incendios forestales catastróficos, reduzca el humo tóxico, involucre significativamente a las tribus y brinde beneficios a nuestras comunidades y trabajadores rurales”, dijo Travis Joseph, presidente del Consejo de Recursos Forestales de América.

La publicación de la propuesta da inicio a un período de comentarios públicos de 120 días. Se espera que la revisión ambiental del Servicio Forestal se complete para la próxima primavera y que se tome una decisión final a principios de 2026.

“Durante casi tres décadas, el Plan Forestal del Noroeste ha protegido la vida silvestre, el agua limpia y los bosques primarios del noroeste del Pacífico”, dijo Steve Pedery, director de conservación de Oregon Wild. “Es profundamente preocupante que el Servicio Forestal proponga cambios tan enormes a este plan vital de protección ambiental en este momento, justo antes de un cambio de administración presidencial”.

El foco de la preocupación de los ambientalistas en frente a la administración de Donald Trump, si implementará o no estas políticas.

“Independientemente de lo que uno piense sobre el contenido de las propuestas del Servicio Forestal hoy, la realidad es que el cronograma de la agencia garantiza que el plan final será escrito por la administración Trump”, dijo Pedery. “Cualquiera que valore el agua limpia, el salmón, la vida silvestre y los bosques antiguos debería estar alarmado por el peligroso proceso que ha iniciado el Servicio Forestal”.

“En las próximas semanas, analizaremos de cerca las propuestas del Servicio Forestal y trabajaremos para garantizar que el público esté plenamente consciente de sus implicaciones”, dijo, por su parte, Persell.

“También nos aseguraremos de que la agencia y la administración Trump obedezcan la ley y de que nuestros amados bosques primarios del noroeste del Pacífico estén protegidos para las generaciones futuras”, concluyó.

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