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La Red de Manejo del Fuego advierte sobre la urgencia de acciones preventivas para responder eficazmente a los incendios en Argentina

Los meses de primavera y verano serán de riesgo extremo en índices de peligro de propagación de incendios, y desde la Red de Manejo del Fuego Rural que protege más de 1,5 millones de hectáreas de predios privados en el país, se alerta sobre la necesidad de tomar medidas inmediatas para prevenir y responder eficazmente ante los incendios. La prevención, detección temprana y una coordinación eficiente son claves para evitar desastres como los recientes incendios en Córdoba y Corrientes.

 

Fuente: RMFR Delta-NEA 

 

BUENOS AIRES (2/10/2024).- Los incendios rurales en Argentina se han convertido en una amenaza creciente para los ecosistemas, comunidades y economías de las distintas regiones. Los incendios en Córdoba se lograron controlar y extinguir, por lo cual es el momento para reflexionar y, sobre todo, adelantarse en todo lo que se pueda hacer para estar preparados para posibles próximos sucesos.

Lamentablemente, cuando los incendios inician y, por las condiciones climáticas pronosticadas, es muy factible que se vuelvan catastróficos. Y en esa situación, la tendencia habitual es a buscar culpables y no evaluar sobre qué se pudo haber hecho para evitarlos y aprender de experiencias anteriores.

La Red de Manejo del Fuego Rural, conformada por nueve asociaciones que protegen más de 1,5 millones de hectáreas en la Mesopotamia y el Delta bonaerense, lanzó una fuerte advertencia a la comunidad y a las autoridades.

“Con el inicio de la temporada estival, es crucial implementar medidas inmediatas para prevenir y combatir los incendios”, remarca en un documento que dieron a conocer este martes 1 de octubre.

«Es importante dejar de buscar culpables y, en cambio, enfocarnos en lo que se pudo haber hecho para prevenir estos eventos catastróficos y aprender de la experiencia», señala el informe de la Red.

Entre las principales recomendaciones de acciones preventivas, señalan la construcción de cortafuegos, la limpieza de bordes de rutas y vías férreas, y la reducción de combustibles en áreas de riesgo. Estas tareas requieren la colaboración de diversas instituciones, como Vialidad Nacional y Provincial, Ferrocarriles y empresas privadas.

Medidas preventivas y planificación integral

Lo primero, es sin dudas, entender que hay que evitar los incendios y quemas en condiciones de alerta de alto riesgo o extremo.

La prevención tiene distintas dimensiones, que comienza con la sensibilización de la comunidad en conductas que eviten las igniciones (quema de basurales, fuegos en lugares no permitidos, colillas, etc.) y la alerta ante la presencia de focos de incendios.

Para una política de preparación, es imprescindible elaborar el perfil de riesgos para realizar la planificación de la temporada de incendios

La elaboración de un perfil de riesgos y la planificación de la temporada de incendios son pasos fundamentales. Esta planificación debe incluir evaluaciones específicas del ecosistema y del clima, y considerar factores históricos, como la estacionalidad y las causas de incendios previos.

“La Red de Manejo del Fuego recomienda acciones preventivas, como la construcción de cortafuegos, la limpieza de bordes de rutas y vías férreas, y la reducción de combustibles en áreas de riesgo. Estas tareas requieren la colaboración de diversas instituciones, como Vialidad Nacional y Provincial, Ferrocarriles y empresas privadas”, indicaron.

Por su lado, la elaboración del índice de riesgo de incendios diario permite determinar la probabilidad y severidad de los eventos y prever las acciones de respuesta rápida entre los distintos niveles de responsabilidad. Con los índices de peligrosidad de incendios muy altos o extremos se deberían reforzar las medidas de prevención y preparación para estar listos y evitar las situaciones catastróficas.

 

Tecnología y respuesta rápida: la clave para minimizar el daño

Si bien la prevención es esencial, la detección temprana es igualmente crucial para minimizar los daños cuando los incendios ocurren. Actualmente, la tecnología satelital permite detectar focos de incendios en menos de diez minutos. Complementada con cámaras terrestres equipadas con inteligencia artificial, esta tecnología puede detectar y alertar rápidamente sobre posibles amenazas.

Sin embargo, una detección rápida solo es efectiva si va acompañada de una respuesta inmediata. Los primeros en actuar son los bomberos locales y las brigadas privadas, quienes pueden evitar que un foco pequeño se convierta en un desastre.

Puede ser asumida también por el sector productivo, como lo hacen nuestros Consorcios de Manejo del Fuego Rural, con resultados excelentes.

Como ejemplo, en los incendios de Corrientes de 2022, que se quemaron más de 1 millón de hectáreas -que incluyeron unas 30.000 ha de plantaciones forestales- menos del 2% de la superficie bajo control del Consorcio Manejo del Fuego Virasoro fue afectada.

En ese momento, el consorcio extinguió – en promedio – 20 focos de incendios por día, detectados y apagados rápidamente.

Coordinación y capacitación: desafíos pendientes

Cuando un incendio se propaga más allá de los esfuerzos locales, la intervención de brigadas provinciales y nacionales es necesaria. Sin embargo, la coordinación entre estas entidades y la Ley 26815 de Manejo del Fuego, que otorga responsabilidad primaria a las provincias, sigue siendo un desafío. Según un informe reciente de la Auditoría General de la Nación (AGN), la implementación de políticas preventivas y de combate de incendios aún no se realiza de manera adecuada.

“Cuando el foco de incendio rural se propaga, actúan primero los bomberos locales y brigadas privadas, luego se suman las brigadas provinciales, y si se extiende, la provincia puede solicitar colaboración del SNMF o de otras provincias. En este caso, lo más relevante es la coordinación de recursos, de personal y mandos claros de acción. Por ello, es importante recordar que la Ley 26.815, de Presupuestos Mínimos en Manejo del Fuego da la responsabilidad primaria en la atención de los focos de incendios a las provincias y el Sistema Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) interviene solo ante pedido de la Provincia”, recordaron desde la Red.

Pero esta intervención se debería dar en el marco de una planificación previa que marca la Ley y que, lamentablemente, no se cumple, tal como se señaló en el informe de la Auditoría General de Nación (Resolución N°113/2023 – AGN 12.07.2023), que, entre otras identificó que no se realiza:

–           Elaboración del Plan Nacional de Manejo del Fuego en coordinación con las Jurisdicciones Provinciales y la APN.

–           Articulación en el ámbito del COFEMA de la implementación de políticas preventivas, el apoyo a las estrategias de manejo del fuego, la alerta anticipada y el combate rápido y eficaz de los incendios.

–           Conformación del Consejo Asesor integrado por los representantes de manejo del fuego de las jurisdicciones provinciales, APN y CABA.

–           Diseño de los planes regionales de manejo del fuego integrados por los planes locales.

“Estas políticas permitirían realizar las acciones de prevención mencionadas y de atención integral con una planificación y coordinación de recursos entre Nación, Provincias, Municipios, entidades (Vialidad, Ferrocarriles, etc.) y actores privados (como los Consorcios de Manejo del Fuego) que hoy no sucede”, cuestionaron desde la red privada de Manejo de Fuego.

La capacitación y certificación de los combatientes de incendios rurales también es una necesidad urgente. La certificación asegura que quienes están al frente de un incendio tengan las competencias necesarias para actuar de manera segura y eficiente. Sin embargo, este proceso se ha interrumpido desde 2020.

“En los países más avanzados en manejo del fuego es obligatorio que quien va al frente de un incendio esté Certificado en sus competencias con un estándar nacional para asegurar que todos tienen el mismo nivel de formación y actuación de manera segura. En el país está disponible el sistema de evaluación de combatientes de incendios en un programa de la Secretaría de Trabajo, Empleo y SS que ya tiene 20 años.  Esto permite evaluar y certificar a los combatientes de acuerdo a un estándar nacional que contempla tanto los elementos de seguridad personal y del entorno como los conocimientos y competencias para la acción”, indicaron en el comunicado.

En el sector privado – entre AFoA y UATRE – tienen el sistema disponible y desde la Red de Manejo del Fuego se está priorizando tanto la capacitación como en avanzar en la certificación de los combatientes de brigadas privadas y de bomberos locales, para un trabajo seguro y coordinado.

En este contexto, desde la Red de Manejo del Fuego Rural hacen un llamado a la acción para prevenir futuros incendios catastróficos.

La planificación integral, la coordinación interinstitucional y la capacitación de los combatientes son esenciales para proteger los ecosistemas, las áreas productivas y las comunidades.

Desde la red de consorcios estamos a disposición para colaborar en la región en donde estamos presentes para sumar en una atención integral de los incendios rurales. «Solo a través de la prevención y una planificación coordinada podremos reducir el riesgo de incendios devastadores», concluyeron.

 

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