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Daniel Durán: «El futuro de las PyMEs madereras en Misiones dependerá de una integración cada vez mayor con las plantaciones y la cosecha para ser competitivas”

En una entrevista con el ingeniero forestal Daniel Durán, reconocido empresario y productor de la zona Norte, analizó la evolución del mercado foresto-industrial en el primer semestre de 2024. Durán comparte su visión sobre cómo este panorama impacta en la cadena productiva y sostiene que la mentalidad empresarial siempre busca nuevas inversiones. Ante la situación actual, considera que la industria tiende a concentrar todo, desde las plantaciones hasta la maquinaria para la cosecha, con el fin de optimizar costos y asegurar el abastecimiento futuro. «Este proceso ya está en marcha», afirma con convicción.

 

Por Patricia Escobar

@argentinaforest 

 

MISIONES (14/8/2024).- El ingeniero forestal Daniel Durán, propietario de Selva SRL, tiene más de 40 años de trayectoria en el negocio forestal de Misiones con elaboración, venta de rollos y distribución de rollizos de pino, eucalipto y araucarias con destino a aserrío y laminado, de plantaciones propias. Es miembro y socio fundador de la Asociación de Madereros, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (AMAYADAP) y es un referente del sector en la provincia y el país.

En una entrevista con ArgentinaForestal.com, Duran analizó la evolución del mercado forestal en el primer semestre del año y su impacto en la cadena productiva. También se refirió a los desafíos que se presentan en la actualidad y el escenario futuro para la actividad forestal en Misiones.

Con su visión experimentada, sostiene que aquellos con mentalidad empresarial o emprendedora están siempre enfocados en nuevas inversiones, pero advierte que en Misiones hay una decisión de impulsar políticas públicas anti-productiva, y reflexiona en que hay una falta de aporte técnico y científico de las instituciones que representan a los profesionales, como es el caso de la implementación de prohibición de uso del glifosato en Misiones.

Frente al escenario actual del negocio forestal en la provincia, prevé que la tendencia de las empresas a futuro será hacia una mayor concentración en la industria, abarcando tanto las plantaciones como la maquinaria para la cosecha, con el fin de optimizar costos y garantizar el abastecimiento futuro. «Este proceso ya está en marcha», afirma con convicción.

AF: ¿Cómo describiría el rendimiento económico del sector foresto-industrial durante el primer semestre del año?

Daniel Durán: Es difícil responder porque en el sector existen diferentes actores, como la industria y los proveedores de materia prima, que en muchos casos tienen objetivos opuestos. En general, el rendimiento fue aceptable a pesar de los grandes cambios y la inflación de los primeros meses.

La industria siempre presiona a la baja los precios de los rollos en todas sus dimensiones, desde el laminable hasta el pulpable, y el productor debe adaptarse para poder vender. Esto no solo ocurre en el sector forestal, sino en todas las actividades primarias que están alejadas de los mercados consumidores, donde los costos logísticos absorben gran parte de la rentabilidad. Misiones está a más de 1.000 km de los grandes centros urbanos y del puerto, lo que dificulta que los vendedores de rollos obtengan una buena rentabilidad.

En mi caso, hace varios años dejé de realizar servicios forestales. Prácticamente ya no hay inversores que decidan plantar debido a la baja rentabilidad del cultivo (pino o eucalipto). Las podas están en la misma situación, y la cosecha foresta es difícil a menos que seas una gran empresa.

Por ejemplo, un harvester cotizado recientemente, incluyendo impuestos y flete, cuesta entre USD 800.000 y 900.000, lo cual es imposible de amortizar, y no hay créditos disponibles para este nivel de equipamiento.

 

AF: ¿Qué factores han influido principalmente en el desempeño económico de su actividad de producción durante este semestre?

DD: El clima fue el factor principal. Llovió mucho este año, y si no se tiene plantaciones cerca de caminos asfaltados, es difícil transitar por los caminos de tierra. No debemos olvidar que los gobiernos provinciales y municipales hacen poco o nada por el mantenimiento de estos caminos rurales.

 

AF: ¿Hubo algún cambio significativo en los niveles de producción en comparación con el mismo período del año anterior en su industria?

DD: Mi empresa viene manteniendo el mismo nivel de producción a lo largo de los años. El único mes complicado es enero, cuando muchas industrias cierran por vacaciones, pero generalmente en mi empresa no experimentamos caídas en la venta de rollos.

En cuanto al rollo pulpable, directamente lo dejamos en el suelo en el campo, por falta de rentabilidad. Además, estamos lejos de las fábricas, entre 50 y 100 km, y hay muy poco o ningún cupo para entregar a las mismas.

AF: ¿Cuáles fueron las principales tendencias en las ventas de rollos y en el servicio de cosecha forestal?

DD: Hay una gran demanda de materia prima por parte de los aserraderos para la exportación. En otros productos, hay una disminución, con algunas excepciones. Es crucial contar con buen material genético y buenos tratamientos silvícolas, como las podas. Estas no se pueden hacer de cualquier manera ni con cualquier herramienta; tienen un costo significativo que no todos están dispuestos a asumir.

Nosotros hemos realizado estas prácticas a lo largo de los años, y hoy vemos los resultados en la materia prima.

 

AF: ¿Cómo evolucionaron los costos internos y las importaciones de insumos necesarios para la producción?

DD: Los costos han seguido la inflación, afectando significativamente al sector, como a todos. En cuanto a las importaciones de repuestos, la situación fue, y sigue siendo, muy grave. Algunos proveedores han decidido dejar de importar a la provincia de Misiones debido a las dificultades que presenta la aduana interna.

 

AF: En este contexto, ¿qué expectativas económicas tiene para lo que resta de 2024?

DD: Creo que seguiremos vendiendo normalmente. En general, estamos vendiendo menos de lo que nos demandan, pero esto se debe a la situación climática.

 

AF: ¿Qué factores clave considera que deberían tenerse en cuenta para influir en el futuro cercano y reactivar el sector foresto-industrial, la principal actividad económica de la provincia?

DD: La unificación del tipo de cambio es lo más importante, pero nuestra provincia espanta inversiones. No hay duda de que el futuro forestal estará en Corrientes.

Inversiones y RIGI: “Misiones aún tiene un contexto de riesgo para proyectos forestales”

AF: Hace unos años, Ud. decidió realizar una inversión importante en nuevas unidades de transporte. ¿No están dadas las condiciones para proyectar nuevas inversiones en una PyME forestal?

DD: La persona con mentalidad empresarial siempre está pensando en nuevas inversiones. Una vez que adquieres una máquina para trabajar, debes saber que en algún momento necesitarás renovar ese equipo por algo mejor. Para que eso ocurra, deben existir créditos a largo plazo y a valores razonables, algo que es difícil en nuestro país. Además, casi toda la tecnología es importada y tiene costos muy altos. Creo que la tendencia será que la industria concentre todo, es decir, las plantaciones y las máquinas para realizar la cosecha. Esto ya está ocurriendo hoy en día.

 

AF: ¿Cómo considera que podría impactar la implementación del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) en las decisiones de nuevos proyectos en el sector de la provincia? ¿O tiene alguna expectativa con este régimen para atraer alguna gran industria en el sector en el país?

DD: Para nuestra provincia, alguien que traiga una gran inversión forestal tiene que ser un «kamikaze», a menos que sea amigo del poder.

Hay condiciones adversas aún en la provincia para este tipo de inversiones, sería una acción muy arriesgada, quien lo haga estaría dispuesto a asumir un gran riesgo o sería muy imprudente, o no le importaría las consecuencias.

Misiones es una provincia «anti-productiva», sistemáticamente pondrá todos los obstáculos posibles para un gran emprendimiento forestal o agrícola. En Corrientes, en cambio, es posible que se concreten algunos proyectos de grandes capitales, ya que tienen una mentalidad más proactiva hacia las inversiones.

De hecho, la provincia lleva años buscando estas inversiones y ya han logrado algunas, como el mega aserradero austriaco-belga Acon Timber, y hay otros proyectos en carpeta que se espera se concreten.

La política nacional, que no ofrece seguridad jurídica, ha sido un gran impedimento para estas inversiones en el país. Espero que eso cambie con el actual gobierno, que sin duda intenta mejorar el país, aunque el sector político se resista a perder privilegios y lo impida.

 

El impacto de la Ley de Biosumos

AF: ¿Y cuáles considera que fueron los principales desafíos o problemas enfrentados en la actividad foresto-industrial en este período, según su experiencia en el negocio?

DD: El principal problema fue la manera que se impulsó la prohibición del uso del glifosato. Esta medida, con prórroga o sin ella, ha alejado a los inversores. La imposición de un producto (Bioherb) prohibiendo otro (Glifosato) demuestra que el «negocio» está por encima de todo, incluso aunque esto esté envenenando, sin que lo sepan, a los pequeños productores de frutas y hortalizas, quienes utilizan un herbicida que en realidad no lo es, sino que tiene componentes de un insecticida que en altas dosis se aplica sobre los cultivos.

Lo más lamentable es que muchas organizaciones públicas y privadas profesionales, con su silencio, avalan esta situación, o peor aún, están de acuerdo. El caso más patético es el del Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones (COIFORM), al cual debo admitir que pertenecía.

 

AF: Recientemente solicitó la baja de su matrícula de Ingeniero Forestal, tras haberse jubilado en 2021. En su solicitud, acompañó esta decisión con una reflexión. ¿Fue esta decisión influenciada por una decepción hacia las expectativas que tenía de una institución que representa a los profesionales, especialmente en un momento donde se están tomando decisiones históricas en políticas públicas y donde las voces técnicas y científicas son tan necesarias en la provincia?

DD: Hace unos años, en la Zona Norte, se formó un grupo de «productores autoconvocados», que hoy en día cuenta con participantes de toda la provincia. Inicialmente, nos unimos por los robos de yerba y ganado, y luego comenzamos a preocuparnos por el mal estado de los caminos rurales.

Sin embargo, el tema que hoy nos une a todos, sin excepción, es el uso de agroquímicos y la legislación que prohibe el uso sin un reemplazo en el mercado internacional, nacional, y provincial. En particular el glifosato, que parece ser el único culpable señalado.

En Misiones, ya existe la Ley124 que prohíbe este fitosanitario en zonas urbanas, pero hay otros herbicidas similares que nadie controla ni menciona en los municipios.

Lo preocupante es que en los colegios profesionales, en la facultad, y en las instituciones de investigación, nadie habla sobre este tema; hay un silencio total. Ninguna de estas instituciones fue convocada para discutirlo, y mientras tanto, el gobierno provincial distribuye a los pequeños productores un llamado bioherbicida, que en realidad es un insecticida, no un herbicida. Este producto se está aplicando sobre cultivos que consumimos, como frutas y hortalizas.

Durante mi tiempo en el Colegio de Ingenieros Forestales, nunca se abordó este tema, a pesar de que varios funcionarios públicos también pertenecen a la institución. Nunca se debatió en un espacio técnico, aunque todos estaban al tanto. Recientemente, el gobierno provincial creó algo así como una certificación forestal, y también permisos para quemas controladas en tala rasa de pinares que nunca se aprueban, la Ley 124, entre otras regulaciones.

El sector agroforesto-industrial está siendo abrumado por regulaciones imposibles de cumplir, y no se discute con base técnica y científica. Si uno recorre rutas como la 17, la 20, o la 2, es evidente cómo el bosque nativo sigue desapareciendo: queman, talan, y no hay consecuencias. Pero se castiga a quienes intentan trabajar de manera responsable, a quienes están produciendo y pagando impuestos para que Posadas disfrute de una hermosa ciudad.

El debate técnico es responsabilidad de las instituciones que actúan en la provincia, y frente a lo que está sucediendo, nunca se produjo. Esto demuestra que obedecen a los mandatos gubernamentales, y por eso en mi renuncia mencioné que se trata de una «institución genuflexa».

También hago una autocrítica: hay muy poca participación en las comisiones directivas. Este es el resultado: quienes dejan espacios vacíos permiten que otros los ocupen, y el gobierno es muy astuto en ese sentido. Con todas estas medidas antiproductivas, las consecuencias se verán en el futuro: el interior se empobrecerá, la producción se concentrará en pocas manos, la tierra perderá su valor, los productores malvenderán sus chacras y se trasladarán a las zonas urbanas. ¿De qué vivirán los misioneros entonces? Definitivamente, es un mal negocio para Misiones.

 

 

 

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