Según un reciente informe de la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (FAIMA), el sector de la madera y muebles de Argentina cierra el primer semestre con un balance negativo debido a una marcada recesión. La industria de la transformación mecánica de la madera, que abarca aserraderos, fabricación de muebles, tableros, construcción con madera y carpintería en obra, enfrenta severas dificultades.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest
BUENOS AIRES (27/7/2024).- La cadena productiva del sector Madera y Muebles está atravesando una recesión significativa, aunque con variaciones en la intensidad. «La severidad del impacto económico es un elemento común en toda la cadena», indicó la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (FAIMA), en un reporte de prensa difundido este viernes.
El aumento de los costos productivos, tanto por insumos como por servicios públicos, habría alcanzado un promedio del 500%, dificultando la transferencia de estos costos a precios en un contexto recesivo y afectando gravemente la rentabilidad de toda la cadena, señalaron.
La industria de la primera transformación, representada por los aserraderos, ha mostrado una disminución sostenida en su nivel de actividad, con una caída promedio del 20% en la producción interanual (mayo 2024/mayo 2023) según datos del INDEC.
«Las disminuciones son más pronunciadas en aserraderos pequeños y medianos, donde las caídas alcanzan el 40% de su capacidad instalada. A pesar de un comportamiento positivo a principios del año en el sector exportador, no se ha sostenido debido al atraso cambiario», agregaron desde FAIMA.
El impacto en la fabricación de muebles fue aún más severo en el primer semestre del año, con una disminución del 37% en la producción interanual, según el IPI del INDEC. Las PyMEs han sido las más afectadas, con caídas de producción de hasta el 60%.
Estas empresas, muchas de las cuales son generadoras de empleo en pueblos del interior del país, han reducido turnos de trabajo y, en algunos casos, niveles de empleo, afectando negativamente las economías regionales.
En la industria de tableros, la recesión también es evidente. Los tableros utilizados en la industria mueblera han visto una menor demanda debido a la caída en la producción de muebles, y los tableros vinculados a la construcción han experimentado una disminución en la actividad del 22% interanual (junio 2024/junio 2023) según el EMAE del INDEC.
La actividad de la construcción con madera y la carpintería en obra ha presentado caídas promedio del 30%.
EN otro fragmento del informe, FAIMA también expresó preocupación por la eliminación de reglamentos técnicos que aseguran la calidad y seguridad de productos en los sectores de construcción, madera y muebles. «Estos reglamentos son esenciales para garantizar la seguridad de los productos. Su eliminación podría permitir la entrada de productos importados de calidad inferior, poniendo en riesgo a los consumidores», advirtieron.
Alerta por reducción de la producción, altos costos y desempleo
La industria de la transformación mecánica de la madera está atravesando una recesión severa que afecta a todos los sectores de la cadena, desde los aserraderos hasta la construcción con madera. Las caídas en la producción, los altos costos productivos y la disminución en el empleo son problemas comunes que deben ser abordados con urgencia para evitar un mayor deterioro del sector.
“Es crucial implementar políticas que promuevan la reactivación económica, faciliten el acceso al financiamiento y mejoren las condiciones de competitividad de las empresas, especialmente las PyMEs, que son fundamentales para las economías regionales y sostener el empleo local”, consideraron finalmente desde FAIMA en el reporte de prensa que dieron a conocer este viernes sobre la situación económica sectorial, y que refuerza lo publicado por ArgentinaForestal.com sobre la crisis histórica que plantean desde las cámaras empresarias APICOFOM y AMAYADAP en Misiones.
Leer más: Misiones | Los PyMEs aserraderos operan al 40% de su capacidad, exportan sin márgenes de rentabilidad y las ventas cayeron en más de un 50% en el primer semestre del año
El reporte concluye con un llamado urgente a implementar políticas que promuevan la reactivación económica, faciliten el acceso al financiamiento y mejoren la competitividad de las empresas, especialmente las PyMEs. «Nuestro sector emplea a 60.000 personas de forma directa y a un número similar de forma indirecta. Su estabilidad y crecimiento son esenciales para el bienestar de nuestras comunidades», finalizó el documento de FAIMA, entidad que preside Mercedes Omeñuka.
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