Las entidades que conforman el Consejo Forestal Industrial Argentino (CONFIAR), participaron de una jornada estratégica dedicada a la foresto-industria en el marco de la Expo Rural 2024 este viernes. La muestra del campo organizada por la Sociedad Rural Argentina, entidad miembro de CONFIAR, fue el escenario para respaldar el RIGI impulsado por el gobierno de Javier Milei.
Fuente: Con información de FAIMA, ASORA, Ministerio de Producción de Corrientes y Bichos de Campo
BUENOS AIRES (20/7/2024).- ASORA, AFCP, AFoA, FAIMA y la Sociedad Rural Argentina se reunieron en La Rural de Palermo con el nuevo Secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, quien recientemente reemplazó a Fernando Vilella en el cargo. También asistieron el subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal, Manuel Chiappe, y la directora nacional de Producción Foresto Industrial, Sabina Vetter.
El encuentro fue este viernes 19 de julio, y durante la jornada, Vetter ofreció una conferencia sobre las oportunidades de la foresto-industria bajo el nuevo Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y participó en un panel que abordó la actividad y sus desafíos desde una perspectiva pública y privada. Además, se organizó un encuentro con la prensa especializada para discutir la actualidad del sector.
Paralelamente, en el marco de la 136° Exposición Rural 2024, se llevó a cabo el 1° Encuentro de Autoridades Foresto Industriales Provinciales en la sede de la Secretaría de Agricultura. Entre los temas tratados estuvieron la Mesa Nacional y Provincial de la Competitividad Foresto Industrial, el Plan Estratégico 2030 y las políticas de desarrollo del sector.
Vetter presentó datos oficiales del sector y destacó la urgencia de inversiones para procesar la materia prima disponible, especialmente en el aprovechamiento de biomasa forestal para la fabricación de celulosa, papel, tableros MDF y bioenergía. También mencionó la antigüedad de los bosques implantados, que han quedado «viejos» por la falta de inversiones industriales, una situación agravada por la errática política macroeconómica y el conflicto con la pastera Botnia en 2007.
“La actividad foresto-industrial tiene un gran potencial multiplicador por la importancia de cada uno de sus eslabones en la cadena productiva. Generamos viveros, propagación de material genético, producción de semillas y plantas de calidad. Argentina tiene una trayectoria de más de 40 años en mejoramiento genético”, afirmó Vetter.
Según cifras difundidas por Vetter, el país cuenta con 114 viveros relevados, 50,000 puestos de trabajo rurales asociados a esta actividad y una capacidad de producción de más de 100,000 millones de árboles para cultivo forestal. Sin embargo, esta capacidad se está utilizando solo al 50%. La superficie de plantación es de 1.200.000 hectáreas, de las cuales 900,000 se encuentran en Misiones, Corrientes y Entre Ríos. De esta superficie, 700.000 hectáreas están certificadas bajo algún sistema forestal sostenible, con un 65% destinado a la producción y un 35% a la conservación.
“El potencial de crecimiento en superficie forestal, sin competir con otros sectores productivos, ronda las 3.500.000 hectáreas”, señaló Vetter. No obstante, advirtió que el 24% de los árboles disponibles tiene más de 18 años y entre el 50% y el 70% tiene más de 7 años, lo que indica que están listos para cosechar.
Vetter enfatizó la necesidad de nuevas inversiones para procesar esta madera. “Tenemos casi 225 millones de metros cúbicos de madera en pie, esperando ser procesados. La naturaleza es generosa con Argentina, nos ofrece condiciones productivas excepcionales. Ahora necesitamos transformar este stock en valor agregado”, subrayó.
La funcionaria detalló que el 71% de la cosecha anual de rollos se destina a la transformación mecánica, casi un 20% a la transformación química de celulosa y papel, un 5% a la producción de bioenergía y un 3% a la exportación sin valor agregado.
Para atraer las inversiones necesarias, Vetter destacó la importancia de la estabilidad macroeconómica y la seguridad jurídica. “Contamos con herramientas que promueven la estabilidad para esta cadena, como el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), la seguridad jurídica con la derogación de tierras y la ley 25.080, que ofrece beneficios fiscales para productores”, explicó.
El RIGI tiene nueve objetivos fundamentales, entre ellos, incentivar grandes inversiones nacionales y extranjeras, promover el desarrollo económico, aumentar las exportaciones y crear empleo. Vetter concluyó subrayando la necesidad de cooperación entre el sector público y privado para el desarrollo de políticas efectivas.
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