Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y CONICET, integrado por María Isabel Delgado, Fernanda Julia Gaspari, Sebastián Besteiro, Lucía de Antueno, Evelin Gonzalez Fuentes, comparten los resultados de un trabajo sobre las amenazas de la erosión, a corto y largo plazo para los bosques y el funcionamiento de la cuenca hidrográfica.
La erosión hídrica superficial
Al hablar de erosión hídrica superficial, es preciso comprender la noción de “Cuenca Hidrográfica”, entendida como una unidad de manejo que brinda el ámbito para la planificación y gestión del desarrollo sostenible. Además, como unidad de organización y acción territorial, abarca todo el complejo biogeomorfológico y socioeconómico que se enfrenta ante los eventos degradativos tales como la erosión hídrica.
Por su parte, la erosión hídrica superficial, se entiende como el proceso de disgregación y transporte del suelo somero o superficial, producto de la fuerza del agua. Esto implica el desprendimiento,arrastre y transporte de sedimentos y sucede cuando las gotas de lluvia caen sobre un suelo con la suficiente energía para remover sus partículas, las cuales son liberadas y trasladadas por el escurrimiento superficial hacia los cursos de agua y/o zonas aledañas.
El ciclo completo culmina con el depósito de los materiales transportados por la corriente, en áreas de sedimentación, debido a que la capacidad de arrastre de las aguas se reduce hasta tal punto que no permite el flujo de las partículas de sedimentos, previamente incorporadas al mismo.
El proceso de erosión se ve fuertemente afectado por muchos factores, además de la energía de la precipitación. En zonas donde la cobertura vegetal está degradada y/o con cambio de uso del suelo (de bosque a agricultura, por ejemplo), la interacción entre el suelo y la producción / transporte de sedimentos es sumamente compleja.
Es importante mencionar que, las prácticas humanas como la tala de bosques, la agricultura intensiva, el sobrepastoreo, la quema, la minería y la urbanización desordenada, pueden inducir un proceso de erosión acelerado, que es más rápido y perjudicial en el tiempo.
Los cambios en el uso del suelo, a su vez, aumentan la sensibilidad de los paisajes a las perturbaciones, haciéndolos más vulnerables a fenómenos extremos. Algunos tipos de usos del suelo, como por ejemplo la presencia de cultivo bajo invernáculos en áreas hortícolas o bien las zonas urbanas densamente pobladas, debido a su efecto impermeable o semipermeable, contribuyen a generar más escorrentía y aumentar los caudales pico en arroyos o ríos cercanos, con el consiguiente aumento de la frecuencia de las inundaciones, de los procesos erosivos y, también, del transporte de algunos contaminantes lavados de esas tierras.
Por último, se considera que la erosión hídrica del suelo representa un peligro para la seguridad alimentaria e hídrica, tanto a nivel local, como regional o global, debido a que reduce la profundidad del suelo porpérdida de la capa superficial de materia orgánica y disminuye su capacidad para almacenar agua.
Al mismo tiempo, la producción y transporte de sedimentos que provoca la erosión,afecta negativamente a diversos parámetros de la cuenca hidrográfica, estimulando, entre otros efectos adversos, la disminución de la capacidad de almacenamiento de los embalses.
De acuerdo con Gaspariet al. (2013), los factores físicos que intervienen en la erosión hídrica son:
v Factores climáticos: la lluvia, con sus variaciones locales en cuanto a cantidad, intensidad y distribución, y la temperatura con su acción directa sobre las formas de vida.
v Factor de cobertura vegetal: la parte aérea de la cubierta vegetal herbácea, su follaje,el aspecto de la copa de los árboles, determinan la forma en la que se intercepta la lluvia, amortiguando la fuerza de impacto de las gotas sobre el suelo, contribuyendo a disminuir su energía cinética inicial. La hojarasca caída y las raíces de las plantas protegen el suelo y mejoran su estructura, la infiltración y la capacidad de retención de agua, además de retardar el escurrimiento (Figura 1).
v Factores edáficos: son los factores que caracterizan al suelo, como ser la textura (porcentaje de arena, limo y arcilla), la agregación del suelo, la permeabilidad del perfil, la humedad inicial del suelo y la pedregosidad superficial, son determinantes del control de la erosión hídrica superficial.
v Factores topográficos: la inclinación del terreno, es decir la pendiente, incide en la erosión debido a que las pérdidas de suelo son mucho mayores en territorios de pendiente abrupta e irregular (montañas, sierras). La longitud de la pendiente también toma notable relevancia en cuanto a la determinación de la pérdida de suelo en una ladera, porque cuanto más larga es se genera más arrastre de material. Por su parte, la orientación norte de las laderas favorece un mejor desarrollo de la cobertura vegetal.
Entre los principales efectos perjudiciales de la erosión hídrica superficial se destacan:
– in situ: disminución de la capacidad productiva del sitio erosionado debido a la pérdida de nutrientes de los primeros horizontes del suelo.En sitios con cobertura arbórea la erosión puede generar peligro de caída de los ejemplares al dejar las raíces descalzadas (Figura 2a y 2b).
– ex situ: efectos producidos fuera de las zonas donde se inició, comocontaminación de aguas superficiales (arroyos, ríos) con agroquímicos, desplazados por arrastre junto a las partículas de suelo, o lacolmatación de diques, lagos y lagunas, por exceso de material sólido transportado.
Situación en Argentina
Si bien en la Argentina se registró grandes avances en cuanto a la legislación vinculada a los recursos naturales, como por ejemplo a partir de la Ley de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo (Ley 8.912/1987), la Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos (Ley 26.331/2007), y la reciente Ley de Educación Ambiental Integral (Ley 27.621/2021), aún queda mucho camino por recorrer, tanto en el manejo y administración del territorio, así como en la formación de los ciudadanos en materia ambiental.
En relación con la pérdida de suelo, es el principal problema que arriesga la sostenibilidad.
Existen estudios, que, en 1988, estimaron que la superficie afectada era de 25 millones de hectáreas y en la actualidad, según el trabajo de Gaitán et al (2017), el 26 % del territorio argentino, equivalente a 72 millones de hectáreas, presenta niveles de erosión hídrica que superan las tasas tolerables, es decir, que afectan la salud de los ecosistemas, indicando un agravamiento de la situación erosiva.
La tasa promedio de erosión estimada fue de 6 tn/ha. año, representando una capa de suelo de 0,5 mm de espesor que se pierden anualmente. Este es un valor promedio, existiendo notables diferencias entre distintas regiones del país, asociadas al tipo de cobertura vegetal, el relieve, los tipos de suelo y las características climáticas.
La relación entre las áreas forestadas y la pérdida de suelo superficial
Las áreas con cobertura forestal desempeñan un papel muy importante en los procesos hidrológicos de las cuencas hidrográficas, contribuyendo a los servicios ambientales que se generan, tales como: el suministro de agua dulce, la regulación y protección del flujo del agua (Figura 3), la retención de sedimentos, el mantenimiento de la calidad del agua, el suministro de energía, la conservación de la biodiversidad,el turismo y la recreación.
Los árboles maduros regulan el flujo del agua y desempeñan un papel clave en la prevención de inundaciones y en lareducción de riesgos de desastres naturales. Un perennifolio o árbol de hoja verde todo el año, por ejemplo, puede interceptar más de 15000 litros de agua al año.
Además, se distingue el efecto benéfico de las raíces, que contribuyen a dar estructura al suelo, y, la estructura de su copa y la disposición de su follaje, disminuyen el impacto de la gota de lluvia sobre el suelo, reduciendo la erosión de la capa superficial, y la incidencia de la remoción en masa del material.
Los árboles en bosques y parques urbanos proporcionan infraestructura verde, logrando lidiar con las aguas pluviales en nuevas construcciones, y pueden utilizarse para solucionar problemas después de daños por inundaciones evitando recurrencias y, al mismo tiempo, favorece la biodiversidad.
Es decir, existe una contribución de los árboles y los parques urbanos para hacer las ciudades socioeconómica y ambientalmente más sostenibles, disminuyendo el poder erosivo sobre el suelo, y actuando como excelentes filtros para contaminantes urbanos y partículas finas, como polvo, suciedad o humo del aire atrapándolos sobre las hojas y la corteza.
Los árboles juegan un papel importante en el aumento de la biodiversidad urbana, proporcionando a las plantas y animales un hábitat, alimento, protección y sostén del suelo ante la erosión hídrica superficial.
Las áreas con cobertura arbórea favorecen el funcionamiento hidrológico a nivel de cuenca hidrográfica, pero, pueden verse amenazadas por el accionar antrópico, a través de la deforestación, el aprovechamiento de madera incontrolado, los cambios hacia sistemas agrícolas-ganaderos, la construcción de carreteras y caminos, la contaminación y la invasión de especies vegetales exóticas.
A su vez, los ejemplares arbóreos pueden ser afectados por múltiples factores naturales, entre los que se destacan las perturbaciones como incendios no intencionales, enfermedades y eventos climáticos extremos. Por ello, el ordenamiento del territorio y los árboles son una excelente defensa natural contra la erosión del suelo.
Equipo de investigadores: María Isabel Delgado, Fernanda Julia Gaspari, Sebastián Besteiro, Lucía de Antueno, Evelin Gonzalez Fuentes.
Conclusiones
Actualmente, en Argentina, así como en otras regiones del mundo, la erosión hídrica representa un gran riesgo, tanto desde la mirada de la productividad agrícola – ganadera -forestal, así como desde la sostenibilidad ambiental, debido a que al destruirse o deteriorarse el suelo se ve directamente afectada toda la fauna y flora asociada al mismo.
Por lo tanto, la erosión es una amenaza seria, a corto y largo plazo para los bosques y el funcionamiento de la cuenca hidrográfica, ya que, con el suelo degradado, la vegetación no puede crecer, por falta de sustrato y nutrientes. Luego de un deslizamiento de suelo se necesitan cientos de años para que se acumule el suficiente material que reemplace la anterior.
Las áreas forestadas, en su mayoría, tienden a disminuir la erosión hídrica superficial, debido a que en los terrenos con abundante vegetación la acción erosiva del agua disminuye, ya que las raíces ofrecen retención de las partículas del suelo y el follaje apacigua la velocidad del golpe de la gota de lluvia.
Si bien debe considerarse, que existirán diferencias en el comportamiento asociadas a la especie, como ser la estructura de copa y disposición foliar, sistema radical, edad, distanciamiento entre ejemplares, presencia de sotobosque, no existe duda sobre los beneficios brindados por los sistemas boscosos.
Otra ventana de discusión se abre al evaluar los beneficios de implantar especies arbóreas en sitios con otra vegetación nativa, como por ejemplo al forestar áreas de pastizal nativo. En esta ocasión se debe analizar, tanto los beneficios como los posibles perjuicios que conlleva esta acción,ya que, según la especie a forestar, y principalmente el manejo silvícola que se realice sobre la misma, la relación “costo/beneficio” puede llegar a ser desfavorable desde diversas perspectivas del control de la erosión hídrica superficial.
(*) Autoras:
María Isabel Delgado (1,2), Fernanda Julia Gaspari (1,3), Sebastián Besteiro (1,3), Lucía de Antueno (1,3), Evelin Gonzalez Fuentes (1,3).
1. Cátedra de Manejo de cuencas hidrográficas, Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales (UNLP). La Plata, Argentina.
2. División Ficología, Facultad de Ciencias Naturales y Museo (UNLP) CONICET. La Plata, Argentina.
3. Centro de Estudios Integrales de la Dinámica Exógena (CEIDE). UNLP-CICPBA. La Plata, Argentina
1. Cátedra de Manejo de cuencas hidrográficas, Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales (UNLP). La Plata, Argentina.
2. División Ficología, Facultad de Ciencias Naturales y Museo (UNLP) CONICET. La Plata, Argentina.
3. Centro de Estudios Integrales de la Dinámica Exógena (CEIDE). UNLP-CICPBA. La Plata, Argentina
Referencias bibliográficas
Gaitán, J., Navarro, M. F., Tenti Vuegen, L., Pizarro, M. J., Carfagno, P., Rigo, S. 2017. Estimación de la pérdida de suelo por erosión hídrica en la República Argentina. 1ª. ed. – Ediciones INTA. Buenos Aires, Argentina. 65p.
Gaspari, F.J, Rodríguez Vagaría, A.M., Senisterra, G.E., Delgado, M.I., Besteiro, S.I. 2013 .Elementos metodológicos para el manejo de cuencas hidrográficas, curso de manejo de cuencas hidrográficas. EDULP.
Este artículo forma parte del espacio mensual de la REDFOR.ar, en ArgentinaForestal.com, que busca divulgar y generar debate sobre la problemática forestal del país. Las opiniones pertenecen a los autores.