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Pesar por el fallecimiento de Antonio Elio Brailovsky, escritor, académico y defensor del derecho ambiental y desarrollo humano

Con profunda tristeza despidieron al reconocido e histórico referente argentino de la ecología desde el campo de las ciencias sociales. Profesor Universitario, Licenciado en Economía, historiador, periodista y especialista en derecho ambiental. Fue un luchador comprometido con sus ideas e incansable. Además, uno de los más sostenidos impulsores de la Educación Ambiental en todos los ámbitos y niveles. Falleció a la edad de 76 años tras luchar contra un cáncer.

 

Por Patricia Escobar

@argentinaforest 

 

BUENOS AIRES (20/10/2022).- El escritor, ambientalista, economista y docente,  Antonio Elio Brailovsky, era uno de los máximos exponentes académicos e historiador del ecologismo argentino. Falleció en su casa en la ciudad de Pehuajó, a los 76 años de edad y tras batallar contra un cáncer.

Era Licenciado en Economía Política, especialista en Medio Ambiente y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad de Belgrano.

También se desempeñó como Profesor Invitado en las Universidades de Salta, La Plata, La Matanza, Río IV, Mar del Plata, San Martín y San Andrés en Argentina; en las Universidades Ezequiel Zamora, José Antonio Páez y Pedagógica de Maracay en Venezuela, y en las Universidades: Nacional Sedes Medellín y Maracay, Central de Bogotá y Surcolombiana de Colombia.

Brailovsky fue Convencional Constituyente de la Ciudad de Buenos Aires en 1996, rol desde el cual escribió los textos básicos para el capítulo ambiental de esa Constitución donde introdujo los temas ambientales en los artículos 26 a 30. Como Defensor Adjunto, estuvo a cargo de la primera Defensoría del Pueblo Ambiental del mundo en la Ciudad de Buenos Aires

En la cadena de mensajes de despedidas en las redes sociales lo definieron como un escritor brillante y un maestro único en su forma y dedicación para difundir y reflexionar sobre las problemáticas ambientales y la ética científica, con un estilo particular en su forma de comunicarlas en forma activa a la sociedad argentina y a través del arte.

Brailovsky fue profesor, economista, ocupó cargos públicos y realizó una gran trayectoria académica. Autor de libros que marcó el camino de varios profesionales del país y de diferentes disciplinas, como la obra “Memoria Verde. Historia ecológica de la Argentina”. “Historia ecológica de Iberoamérica” y también “Buenos Aires, ciudad inundable”, “Historia Ecológica de la Ciudad de Buenos Aires” y “Ésta, nuestra única Tierra” por mencionar solo algunos libros que integran su prolífica obra.

La Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lamentó profundamente el fallecimiento del compañero de la casa de la que era responsable del Observatorio Ambiental de esta Defensoría y ex Defensor del Pueblo Adjunto durante la gestión de Alicia Oliveira.

Brailovsky fue galardonado como Personalidad Destacada de la Ciencia por la Legislatura porteña.

Consultado sobre los principales problemas ambientales de Argentina, Brailovsky expresó: “El cambio climático es el resultado de que se hayan potenciado todos los errores cometidos por el ser humano y, en especial, los desmanejos vinculados con la utilización de los recursos hídricos. En Buenos Aires, no se puede admitir que sigan utilizando el Río de la Plata como tanque de agua e inodoro, a la vez. En el resto del país tenemos problemas por falta o por exceso, es decir, mala gestión del agua, partiendo de ideas como desarrollar countries sobre los humedales del río Luján, lo que se convierte en un acto criminal en la provincia de Buenos Aires”.

Despedidas en redes sociales

“Si alguien hizo algo por la divulgación nada banal de las cuestiones ambientales y su raigambre social ha sido él. Puedo decir con mucho orgullo que en más de un sentido lo considero mi maestro. Gracias por todo, Antonio”, expresó Sergio Federovisky.

“Era una persona comprometida, valiente y humilde, dispuesto a ayudar a los pueblos en su lucha por el respeto a la naturaleza”, lo describen desde la Fundación EcoSur.

“Desde FARN lamentamos el fallecimiento de Antonio Elio Brailovsky; escritor y un pionero activista ambiental en Argentina. Su compromiso con el derecho a un ambiente sano y su calidad humana nos seguirán inspirando en esta causa”, señalaron desde la Fundación Ambiente y  Recursos Naturales.

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“Lo conocimos en Tigre, cuando desde la Asamblea Delta y Río de la Plata comenzaban las primeras charlas públicas sobre humedales. Lo leímos, lo consultamos, lo escuchamos en entrevistas, disfrutamos sus entregas siempre vinculadas con obras de arte, siempre oportunas y situadas. Nos acompañará siempre! MAESTRO”. Así, con mayúsculas lo describen y despiden a través de cientos de mensajes en redes sociales.

“Triste saber que falleció Antonio Brailovsky, una referencia para todos en el movimiento ecologista argentino. Un gran intelectual. Lo recuerdo desde aquellas primeras redes y asambleas en los ’80”, expresó Juan Carlos Villalonga.

Además de desarrollar una mirada crítica lucida y muy informada sobre los procesos urbano-ambientales, uno de los escasísimos historiadores del ambiente en el ámbito nacional. Se acerco al análisis de los conflictos ambientales desde varias perspectivas incluidas el arte, la política, la gestión pública, la economía. Su trabajo es una manifestación clara de la interdisciplina que siempre reclamamos para comprender la crisis ecosocial, resumió Pablo Sessamo.

“Defensor incansable del patrimonio cultural y ambiental. Con él aprendí que el arte y la ciencia, la expresión racional y la expresión sensible, son dos facetas de la experiencia humana y seríamos incompletos si nos quedamos con solo una de ellas”, rescató Fernando Primo Forgioni.

La Asociación Argentina de Abogados  Ambientalistas lamentó “profundamente la partida de Antonio Elio Brailovsky, pionero y referente histórico del ecologismo argentino. Con la claridad de los grandes, señaló siempre que la falsa dicotomía economía/ecología se usaba para permitir atrocidades socioambientales en el Sur Global”, recordaron.

 

Cristina Area, Luis Mestres y Antonio Elio Brailovsky en uno de los seminarios sobre ambiente y las industrias de celulosa y papel. En la segunda foto, durante su viaje a Finlandia a una visita técnica.

En el sector forestal y foresto-industrial también dejó huellas

Antonio aportó su mirada crítica y sus conocimientos el debate ambiental por los desmontes y las pasteras, siempre buscando el compromiso de la producción y la necesidad de exigir las mejores tecnologías disponibles para su potencial instalación en la región. Dispuesto al diálogo y participación en seminarios y conferencias, fue un activo educador.

«Muchos forestales incorporamos la mirada ecologista con los libros del profesor Brailovsky», expresó el ingeniero forestal Fernando Dalla Tea.

Por su parte, la Dra. Cristina Area (IMAS-UNaM-CONICET) escribió una semblanza de despedida y reconocimiento. «Conocí a Antonio en junio de 2006, en plena crisis nacional por el desembarco de Botnia en Uruguay, ya que viajamos en un grupo a Finlandia a recorrer fábricas. De ese viaje también participó Gustavo Braier. De regreso, los tres participamos una serie de charlas en varias provincias relacionadas con la problemática ambiental, Antonio como ambientalista, Gustavo como especialista en Economía Forestal y, en mi caso, por la Industria de Pulpa y Papel», recordó.

En ese entonces, junto con un grupo de profesionales entusiastas decidieron que era importante mostrar una visión real de la foresto-industria, y así surgió la creación de la Fundación Ambiente y Desarrollo.

Antonio se destacó por su visión particular de la ecología, buscando siempre un compromiso con la producción.

Area destacó el acompañamiento activo del docente en las actividades de la Fundación, participando como conferencista. «También en el foro de Ambiente y Desarrollo, donde no dejaba pasar ningún tema de discusión, brindando su punto de vista en planteos sensatos y disruptivos, que inducían a la reflexión», remarcó.

Y un capítulo aparte eran sus boletines y sus libros. «Recibir periódicamente “Los ritmos de la naturaleza” era un placer, ya que el mensaje ecológico con su gráfica se acompañaba con la composición estética de alguna pintura alegórica con una prosa o poesía relacionada. También imperdibles son sus libros de historia ecológica que abarcan la Edad Media, Iberoamérica, la Ciudad de Buenos Aires, hasta la biblia, además de muchos otros», valoró Cristina.

 Antonio fue profesor universitario y una persona de “puertas abiertas”. Ponía su teléfono en el boletín y le pedía a la gente que se comunicara.

Conociendo su personalidad, y a título de homenaje, transcribió una reflexión suya acerca de la educación ambiental:

“Cristina, creo que el nivel donde más falta hace la educación ambiental es en el universitario de grado. Tenés arquitectura bioclimática solo como optativa en Arquitectura. Derecho Ambiental es optativa en casi todas las facultades de derecho. No obligatoria. Epidemiología ambiental casi no se enseña en medicina. Y, por supuesto, los agrónomos se reciben sin saber nada de toxicología de plaguicidas.No creo que los economistas salgan sabiendo algo de sustentabilidad. Los que son capaces de actuar significativamente sobre el ambiente son los profesionales. Y allí es donde es más débil la educación ambiental. Si no trabajamos sobre ese nivel, lo único que existirá será la separación de basura en las escuelas. Como las Universidades son autónomas, se podrían plantear convenios para incorporar el tema ambiental a los estudios de grado.”

2006. La obra de arte que acompaña esta entrega es el mural «La Conquista de la Energía», hecho por el mexicano José Chávez Morado en 1953, que refleja la idealización de la sociedad industrial, característica de ese momento. Representa a la especie humana y su situación antes y después del uso de las fuentes de energía. Al centro del mural está el aprovechamiento del fuego, hacia la izquierda la impotencia del hombre frente a la noche y los jaguares, y a la derecha la conquista de la energía atómica y la lucha para que ésta se utilice con fines pacíficos. El artista no podía imaginar que además de la bomba atómica, también las pequeñas pilas llegarían a ser una amenaza.
2008. La obra de arte que acompaña esta entrega es un detalle del cuadro “Incendio Forestal”, del italiano Piero di Cosimo, en el que se ve el espanto de los animales ante tanta irracionalidad.
2009. La obra de arte que acompaña esta entrega es «Un episodio de la fiebre amarilla», de Juan Manuel Blanes. La luz de la puerta recién abierta ilumina el cuerpo de la mujer, en un juego de contraluces que parece influido por Caravaggio, mientras el niño busca el pecho de la madre muerta.
2010. La obra de arte que acompaña esta entrega es: «Fábricas sobre el Riachuelo», de Alfredo Lazzari, que nos muestra el estado de contaminación de esa costa hace 90 años. De origen italiano, Lazzari es uno de los primeros artistas argentinos que incorpora el paisaje urbano como objeto de sus pinturas.
La imagen que acompaña esta entrega es una fotografía, tomada en 1891, de una fosa común a la que se arrojaron los restos de indígenas norteamericanos a los que se arrebataron sus tierras. Cuando hablamos de temas ambientales no nos estamos refiriendo sólo a los recursos naturales, sino también a los derechos humanos de las poblaciones vinculadas con esos recursos naturales. De eso trata el curso al que los estoy invitando

Antonio siempre acompañaba sus boletines  «Los Ritmos de la Naturaleza» con reflexiones basadas en la historia del arte o fotografías documentales que nos invitaban a pensar sobre las consecuencias ambientales y sociales de hechos de la humanidad. 

Buen viaje, estimado Profesor. Se lo extrañará! 

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