Aumenta la demanda en el mercado internacional de productos certificados |
El Programa para el Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal (Programme of Edorsement of Forest Certification – PEFC) se posiciona en la actualidad como el principal sistema de certificación forestal en el mundo. Tiene presencia en 31 países de los cinco continentes, 22 sistemas aprobados, en donde el sistema es líder indiscutible con más de 204 millones de hectáreas de bosque certificado en todo el mundo a febrero del 2008.
Por Patricia Escobar
ARGENTINA (8/4/2008).- La perspectiva medioambiental es considerada cada vez más importante en la competitividad de las empresas del sector forestal, ya que se producido una creciente necesidad de suministrar al mercado internacional productos certificados, bajo los criterios e indicadores de la gestión forestal sostenible. El Programa para el Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal (Programme of Edorsement of Forest Certification – PEFC) se posiciona en la actualidad como el principal sistema de certificación forestal en el mundo, el cual aprueba los proyectos de certificación forestal desarrollados en países individuales. Tiene presencia en 31 países de los cinco continentes, 22 sistemas aprobados, en donde el sistema es líder indiscutible con más de 204 millones de hectáreas de bosque certificado en todo el mundo a febrero del 2008. Mientras que, su principal competidor, el FSC (Consejo de Administración Forestal, Forest Stewardship Council) cuenta con un poco más de 92 millones de hectáreas forestales certificadas en todo el mundo. Este sello es el único sistema que ha unificado principios y gobiernos mundiales. De esta manera, por el sistema paneuropeo sigue creciendo con su sello en países importantes en materia forestal, como Finlandia, Suecia, Francia, Alemania, Noruega, España y EEUU-Canadá (a través del sello SFI, homologado por PEFC). negrita/Certificación PEFC/negrita La certificación forestal acredita que los productos forestales proceden de bosques gestionados de forma sostenible, pero para poner en el producto final el sello PEFC, se tiene que certificar tanto la gestión del bosque del que procede la madera como todo el proceso de transformación desde el apeo del árbol hasta el producto final, es decir, la certificación de Cadena de Cadena. A este proceso de certificación voluntario se someten tanto los propietarios, como gestores e industrias de transformación con el fin de obtener una mejor gestión ambiental. Pero la presencia de la etiqueta PEFC también mejora la apreciación social del sector forestal y sus resultados económicos, en estos momentos en que la cultura medioambiental se ha extendido a la opinión pública, la Certificación en Cadena de Custodia se considera, en primer lugar, un compromiso ambiental por parte de la empresa, pero también responde a la demanda de sus clientes, y se considera como un tema de marketing y de posición de mercado. En Europa, el PEFC tiene presencia en 23 países y por este sistema se han certificado 54.376.769 hectáreas en los bosques europeos. cursiva/Cifras estadísticas de certificación PEFC al 2008/cursiva Canadá: 75.396.676 Suecia: 7.408.118 España: 1.075.744 Noruega: 7.537.102 Alemania: 7.299.254 Francia: 4.230.482 Finlandia: 20.719.735 Australia: 7.813.160 Austria: 3.960.200 Bélgica: 259.527 Chile: 1.700.284 Brasil: 973.830 República Checa: 1.849.754 Italia: 653.942 Luxemburgo: 25.869 Suiza: 410.544 subtitulo/Otros sistemas reconocidos/subtitulo Pero en el mercado se fueron consolidando con el correr de los años otros sistemas de certificación forestal en América, que incluyen FSC, la Iniciativa para el Desarrollo Forestal Sustentable (Sustainable Forestry Initiative – SFI) y la Asociación Canadiense de Normalización (Canadian Standards Association – CSA). En tanto, están funcionando muy bien en los mercados la Certificación Forestal (CertFor) en Chile y Certificação Florestal (CerFlor) en Brasil, las cuales están reconocidas por el PEFC, y tienen 1.7 millones has y 973.830 has inscriptas, respectivamente. Ambos sistemas son apoyados fuertemente por la industria forestal en cada país. Es requisito del PEFC que aquellos países que quieran adherir al sistema, cuenten con un programa nacional de Certificación Forestal. Chile y Brasil ya lo han alcanzado, en el caso de Uruguay, en 2007 logró ser país miembro del sistema paneuropeo, primer paso para avanzar en conseguir después la homologación del PEFC. subtitulo/Proceso nacional con IRAM/subtitulo En tanto, Argentina está aún en camino, dando pasos firmes por medio del Instituto Argentino de Normalización (IRAM) que está trabajando en el desarrollo de las normas técnicas de aplicación voluntaria que serán la base del Sistema Nacional de Certificación Forestal. Estas normas abarcan la gestión de plantaciones forestales y bosques nativos. “El objetivo del sistema es promover y difundir la gestión forestal sostenible de los bosques a través de la implementación de la certificación forestal. El sistema aun no esta constituido, para que esto suceda debe lograrse el consenso y compromiso de las partes: productores forestales y foresto industriales, representantes de autoridades de aplicación, empresarios, centros tecnológicos y académicos y otras partes interesadas”, explicó Florencia Chavat. Cuando IRAM comenzó el estudio de las normas del sistema se planteó la exigencia de que estas cumplieran con los requisitos de elaboración y contenidos técnicos pautados por PEFC, para que a futuro el esquema de certificación pueda obtener el reconocimiento mutuo con este programa global. “IRAM no puede impulsar el proceso de homologación del PEFC, este debe ser liderado por organizaciones referentes del sector forestal en donde participen activamente los productores forestales y este es uno de los requisitos claves PEFC al momento de armar el organismo administrador del sistema, como es el caso de la Corporación Cerfor en Chile. IRAM acompañaría y participaría desde su saber hacer: normalizar y participar en organismos de normalizacion internacionales”, indicó. El principal factor que les permitió a Chile y Brasil avanzar en esto fue que “lograron comprender en forma conjunta (cámaras, productores, organismos de gobierno, centros tecnológicos) las crecientes exigencias de sustentabilidad ambiental y social en los mercados globales. Otro factor decisivo es que detectaron prontamente herramientas de financiamiento internas y externas y generaron un plan de trabajo con objetivos definidos y plazos de tiempo acotados. Y finalmente la participación de las empresas forestales fue y es muy marcada”, subrayó Chavat. cursiva/Más información en la Revista ArgentinaForestal.com Nº53/cursiva