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Crean fondo mundial para preservar bosques

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«El Forest Carbon Partnership Facility demuestra que el mundo se preocupa por el valor global de los bosques y está dispuesto a pagar por ellos”, dijo Robert B. Zoellick, presidente del Banco Mundial, quien lanzó la iniciativa durante las conversaciones sobre cambio climático de las Naciones Unidas que se realizan en Bali, Indonesia.

Fuente: Portal 7 días

WASHINGTON(13/12/2007).- Hace dos años, los países en desarrollo plantearon la siguiente pregunta en las conversaciones sobre cambio climático: ¿Por qué no podemos ganar dinero a cambio de conservar nuestros bosques en lugar de talarlos? Hoy estamos más cerca de esta respuesta con el lanzamiento del Fondo del Banco Mundial para reducir las emisiones de carbono mediante la protección de los bosques, el Forest Carbon Partnership Facility. Unas 30 naciones en desarrollo de África, América Latina y de la región de Asia Pacífico desean aprovechar los beneficios del primer mecanismo de financiamiento disponible para pagar a los países por conservar sus bosques tropicales. Nueve países industrializados, entre ellos Alemania (US$59 millones), Reino Unido (US$30 millones), los Países Bajos (US$22 millones), Australia y Japón (US$10 millones cada uno), Francia y Suiza (US$7 millones cada uno) y Dinamarca y Finlandia (US$5 millones cada uno) ya han comprometido fondos por US$155 millones para dar inicio a la iniciativa de 10 años de duración. Nature Conservancy , con sede en Estados Unidos, también se comprometió a aportar US$5 millones. “El Forest Carbon Partnership Facility demuestra que el mundo se preocupa por el valor global de los bosques y está dispuesto a pagar por ellos”, comenta Robert B. Zoellick, presidente del Banco Mundial, quien lanzó la iniciativa durante las conversaciones sobre cambio climático de las Naciones Unidas que se realizan en Bali, Indonesia. El Fondo consta de dos componentes: Un fondo para preparativos (Readiness Fund ) de US$100 millones, que entregará donaciones para ayudar a los países a crear sistemas y procesos que les permitan vigilar y administrar de manera creíble sus bosques. Además, varios países podrán vender créditos por la reducción de emisiones con cargo a un Fondo de carbono especial de US$200 millones financiado por los países más ricos, como asimismo por organizaciones y el sector privado. El objetivo fundamental del fondo es dar inicio a un mercado de reducción de las emisiones de carbono por medio de la protección de los bosques que incline el equilibrio económico a favor de la conservación forestal, señala Benoit Bosquet, especialista principal del Banco Mundial para la ordenación de los recursos naturales, quien dirigió la creación del fondo. Hoy, los países en desarrollo no pueden ofrecer créditos de emisión por evitar la deforestación y la degradación de sus bosques en el floreciente mercado de emisiones de dióxido de carbono que alcanza los US$30.000 millones y que se ha desarrollado en el marco del acuerdo del Protocolo de Kyoto. En este mercado, los países industrializados pueden compensar parte de sus emisiones de carbono mediante la compra de créditos de emisión a las naciones en desarrollo que patrocinan proyectos amigables con el medio ambiente. Muchos aspiran a que este tipo de créditos se incluya en un nuevo trato que reemplace el acuerdo para el primer período de compromisos del Protocolo de Kyoto que termina en 2012. “No podemos perder ni un día más cuando se trata de la protección del clima y de los bosques”, declara Heidemarie Wieczorek-Zeul, ministra de desarrollo de Alemania. “….La protección forestal deber ser una parte medular de cualquier futuro acuerdo sobre cambio climático”. Si consideramos que el mundo pierde hoy unas 13 millones de hectáreas de bosque todos los años (la superficie de Nicaragua o Grecia), hay un “enorme” potencial para la conservación compensada basada en la reducción de las emisiones de carbono mediante la conservación forestal, agrega Bosquet. Según el Banco, Indonesia, por ejemplo, podría recibir entre US$400 millones y US$2.000 millones anuales en el mercado de créditos por la reducción de emisiones debido a la conservación forestal. La deforestación, un factor importante en el calentamiento global En la actualidad hay cada vez más pruebas de que la deforestación ocupa el segundo lugar después del uso de energía como causa del calentamiento global y representa cerca de 20% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero. El respaldo al sistema de pago global por los bosques ha ido aumentando a la par con la creciente información que se dispone al respecto. Sorprende saber que Indonesia, un país con gran densidad de bosques y anfitrión de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de este año, sea el tercer principal emisor de gases de efecto invernadero después de Estados Unidos y China. La principal causa es la deforestación, que al ritmo de unos dos millones de hectáreas cada año extrae o quema árboles maduros y convierte estas tierras en empresas agrícolas o plantaciones de aceite de palma. Se requieren medidas urgentes para revertir esta tendencia y conservar las superficies de bosque nativo que aún se mantienen en pie, según el influyente Informe Stern sobre la economía del cambio climático publicado el año pasado. El informe agrega que la comunidad internacional debe pagar a los países en desarrollo por conservar sus bosques y tomar en consideración las oportunidades económicas no percibidas y los costos de administrar y velar por el cumplimiento de la protección. El Informe Stern calcula que para los ocho países responsables del 70% de las emisiones por el uso del suelo (principalmente deforestación), el costo llegaría a los US$5.000 millones al año. Crear las condiciones necesarias El Forest Carbon Partnership Facility puede ayudar a crear las condiciones necesarias para el tipo de iniciativa a gran escala requerido para enfrentar el problema, ya que muestra un medio para lograrlo, afirma Bosquet.”Por ejemplo, con una combinación de detección a distancia y vigilancia en terreno, podemos determinar el monto de las reducciones de emisiones de carbono logradas” por la conservación de los bosques. Sin embargo, todavía quedan muchas dificultades por allanar, dice Bosquet, incluida la reestructuración y la planificación de los pagos de incentivos a fin de asegurar que las reducciones de las emisiones de dióxido de carbono se mantengan en el largo plazo. Otra dificultad que hay que solucionar se refiere a los derechos y la titularidad sobre la tierra, que son aspectos de vital importancia según el informe del Banco Mundial “¿Realidades antagónicas? Expansión agrícola, reducción de la pobreza y medio ambiente en los bosques tropicales” publicado en noviembre de 2006. “Según el diagnóstico realizado, el asunto se reduce a lograr un buen gobierno”, sostiene Ken Chomitz, autor principal. “Los bosques han sido causa de problemas históricos, porque hay conflictos profundamente arraigados en torno a los derechos sobre la tierra y los árboles. El programa de reducción de las emisiones de carbono mediante la protección de los bosques podría utilizar incentivos financieros, transparencia y seguimiento para mejorar el gobierno de los bosques”. El fondo probará experimentalmente diversas formas para reducir la deforestación y la degradación ajustándose a las circunstancias del respectivo país. Asimismo, se podría experimentar con diferentes tipos de intervenciones, desde reformas a las políticas públicas hasta inversiones en terreno, y recurrir a distintos modelos de incentivos. Se estima que el proceso implicará un alto nivel de consultas con la sociedad civil y las organizaciones de pueblos indígenas, comenta Bosquet, donde los gobiernos deberán garantizar que se hagan “consultas significativas” a los pueblos indígenas que dependen de los bosques y a otros habitantes de las selvas durante la redacción del plan que se aplicará en su país para reducir las emisiones de carbono producto de la deforestación y la degradación. Un objetivo importante es canalizar los pagos hacia donde más se necesiten, por ejemplo hacia los pobres cuyos medios de sustento están vinculados con los bosques. “Ello puede cambiar las alternativas económicas de las que disponen muchas personas que dependen de los bosques para su sustento, ya que ahora la conservación y no sólo la explotación de los bosques tendrá valor”, señala Zoellick.

Fuente: Portal 7 días

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