Los ambientalistas uruguayos criticaron duramente a la CFI por fallas |
Los representantes de la Corporación Financiera Internacional (CFI) del Banco Mundial admitieron que su informe de impacto ambiental en torno a las dos plantas de celulosa que se instalarán en Fray Bentos tiene «debilidades» y puede ser «mejorable
Fuente: Diario El País
URUGUAY (17/2/2006).- Los representantes de la Corporación Financiera Internacional (CFI) del Banco Mundial admitieron que su informe de impacto ambiental en torno a las dos plantas de celulosa que se instalarán en Fray Bentos tiene «debilidades» y puede ser «mejorable». Las críticas de los grupos ambientalistas «llovieron» en la asamblea pública que el organismo realizó ayer en la Torre de los Profesionales. Incluso integrantes del movimiento Guayubira se retiraron indignados luego de intentar presentar su posición fuera de la agenda temática programada por los organizadores del evento. Los activistas del grupo que se opone a la instalación de las plantas permanecieron fuera del edificio en actitud de protesta, aunque representantes de la Red de ONGs ambientalistas del Uruguay se quedaron hasta el final de la reunión. Entre los aspectos que la CFI reconoció no haber estudiado con mayor profundidad, está el del impacto que tendrá la extensión de la forestación en zonas eminentemente ganaderas y en cultivos especializados como la apicultura. El próximo 24 de febrero un consultor independiente, contratado por el Banco Mundial, dará su dictamen sobre el informe final cuyo borrador fuera presentado por la CFI el pasado 19 de diciembre. Entre los asistentes a la asamblea consultiva se contó al intendente municipal de Río Negro, Omar Lafluf, y al ex ministro de Turismo colorado, Pedro Bordaberry. Este último reclamó en la reunión un mayor fortalecimiento técnico de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), organismo dependiente del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. IMPACTO. «Algunos de los impactos no se estudiaron con la profundidad que las ONGs exigían», reconoció Mauricio Athié, el experto que encabeza el grupo de estudio de la CFI, durante una rueda de prensa ofrecida al promediar la asamblea. Al abrir su exposición, Athié abundó sobre los capítulos más estudiados por la investigación, particularmente en el de impactos acumulados donde se señala la virtual «explosión» migratoria que experimentará Fray Bentos cuando las obras estén en marcha. Se estima que las dos plantas concentrarán un total de 7.000 trabajadores: «Fray Bentos va a tener que estar preparada para cuestiones de vivienda, salud, agua, alimentación, y seguridad». El informe estima que pasarán unos 580 camiones por día por las rutas 2 y 24 durante el período de construcción. En base a ello se prevé un aumento de los accidentes viales en la zona, un incremento importante de la emisiones vehiculares y mayor demanda de mantenimiento de la red vial. Sobre este último aspecto el intendente Omar Lafluf informó a la audiencia que se habían iniciado gestiones con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas para poner en marcha el sistema ferroviario como transporte de carga, de manera alternativa al uso de las rutas. Acerca de este capítulo del impacto, el ingeniero José Alberto Barreneche, consejero de la Cámara de la Construcción, reclamó la creación de un protocolo. «Movilizar a siete mil operarios implica toda una temática logística, y además se va a trabajar con gente que no tiene experiencia en tareas de montaje pesado», alertó el consejero. Su mayor preocupación radicó en la prevención de accidentes, aunque resaltó como positivo del proceso la transferencia de tecnología que tendrá el país y la capacitación en áreas especializadas para los trabajadores. En otro plano, hubo voces discordantes con el informe, aunque no necesariamente de personas opuestas a los emprendimientos. Tal fue el planteo de un productor rural de Young, el ingeniero agrónomo Rafael Secco, quien sostuvo que «el informe tiene miedo de decir que la forestación va a crecer, me parece muy mal que un informe tan serio no lo diga». Ambientalistas señalaron errores n El representante de la red de ONGs ambientalistas del Uruguay, Gerardo Onti, recriminó a la Corporación Financiera Internacional por no haberles consultado durante el proceso de elaboración del informe. «Nunca fuimos consultados, tampoco lo fue la Asociación Nacional de ONGs», se quejó Onti. Atribuyó este error a la consultora que el Banco Mundial contrató para organizar las audiencias públicas tanto en Uruguay como en Argentina. El ambientalista uruguayo señaló lo que consideró gruesos errores en el informe de impacto acumulado. «Un error bastante claro es confundir a la especie sábalo con una especie que es parienta de las sardinas», citó Onti a modo de ejemplo. También señaló como una carencia del informe el no haber establecido si Uruguay dejará de cobrar el Impuesto a la Renta a ambas empresas, por hallarse en Zona Franca, lo cual implicaría una pérdida que estimó entre los 30 y los 40 millones de dólares anuales de recaudación. Por último, Onti propuso que se creara una comisión mixta «integrada por actores sociales de los dos países» para realizar el monitoreo de ambas plantas una vez que estas estén funcionando.