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El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, descartó que su país se comprometa a aceptar límites en las emisiones de dióxido de carbono y aseguró que se resistirá al acuerdo en materia climática que se discutirá esta semana, en el marco de la Cumbre de líderes de los ocho países más industrializados (G-8).
Fuente: Lignum
CHILE (5/7/2005).- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, descartó que su país se comprometa a aceptar límites en las emisiones de dióxido de carbono y aseguró que se resistirá al acuerdo en materia climática que se discutirá esta semana, en el marco de la Cumbre de líderes de los ocho países más industrializados (G-8). En declaraciones a la cadena de noticias británica ITV, el mandatario estadounidense afirmó que Washington no adoptará ningún nuevo pacto, al estilo del protocolo de Kioto (acuerdo internacional aprobado en Japón en 1997 que no ha sido ratificado por Estados Unidos), que limite emisiones de gas de efecto invernadero. Bush aseguró que si Estados Unidos hubiera ratificado dicho acuerdo, esto habría significado la “destrucción” de la economía estadounidense. Bush reconoció que el cambio climático “es un tema importante y a largo plazo al que tenemos que hacer frente”, pero dejó claro que la respuesta no puede ser los límites fijados multilateralmente. Por el contrario, el mandatario manifestó toda su disposición para discutir con sus colegas del G-8 la posibilidad de desarrollar nuevas tecnologías que permitan limitar el impacto del cambio climático sin que empresas e individuos vean reducido el suministro energético. En este sentido, Bush aseguró que Estados Unidos está invirtiendo en el desarrollo de técnicas y energías “limpias”, como secuestro de carbono en pozos subterráneos, los vehículos a base de hidrógeno y las estaciones energéticas con emisiones cero. El mandatario estadounidense señaló que Tony Blair, titular de turno del club de los países más ricos del mundo, no debe esperar ninguna concesión particular por el apoyo que le dio a Estados Unidos durante la guerra en Irak. El primer ministro británico “tomó por sí sólo sus decisiones sobre lo que era mejor para mantener la paz y vencer la guerra contra el terrorismo, así como hice yo», precisó. Fuente: América Economía
