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El gobierno santafecino prohibió la tala rasa, el desmonte y la quema de bosques nativos o especies exóticas incorporadas al patrimonio natural por 180 días, plazo que podrá ser prorrogado por otros seis meses, según la ley que promulgó esta semana el gobernador Jorge Obeid.
Fuente: La Nación
SANTA FE (5/1/2004).- El gobierno santafecino prohibió la tala rasa, el desmonte y la quema de bosques nativos o especies exóticas incorporadas al patrimonio natural por 180 días, plazo que podrá ser prorrogado por otros seis meses, según la ley que promulgó esta semana el gobernador Jorge Obeid. «Los bosques nativos del norte de Santa Fe presentan diversos estados de conservación y son aprovechados con diferentes usos, desde los netamente forestales hasta aquellos sólo susceptibles de proveer material para combustible», sostuvo el secretario de Medio Ambiente, Marcelo Terenzio. Esta suspensión, según se aclaró, no incluye la actividad de subsistencia desarrollada por leñadores, que podrán continuar trabajando. La Secretaría de Medio Ambiente de la provincia está elaborando un mapa de bosques nativos y otro de riesgo forestal, identificando en cada caso la ubicación del predio, su superficie y la que ocupa el bosque nativo. También se actualizó el Registro de Bosques Nativos, mientras se programa un plan de manejo, conservación y explotación de recursos sustentables de los bosques nativos, la evaluación del impacto ambiental y el ecosistema. Biodiversidad Terenzio explicó que «resulta de vital importancia que tanto la población como la dirigencia política comprenda la dimensión del problema que representa la tala indiscriminada, porque el desmonte implica la pérdida de la biodiversidad, con lo que el ecosistema se torna vulnerable y, tal como ocurre con cualquier ser vivo, trae aparejado que al primer ataque que sufra un de-sequilibrio resulte devastador». Leyes y decretos anteriores declararon como zona de forestación a los departamentos Vera, General Obligado, 9 de Julio (extremo Norte) y San Javier (Noreste), fijando normas para la explotación de los bosques que se encuentran en terrenos privados. Los particulares deberán solicitar un permiso de desmonte, pero a la par un plan de trabajo y un estudio de impacto ambiental. Como medida punitoria, y sin perjuicio de las sanciones administrativas y penales que fijan las normas vigentes, se resolvió que quien infringiere lo dispuesto «estará obligado a recomponer, rehabilitar o mitigar el daño ocasionado». La ley que impide la tala rasa, el desmonte y la quema de bosques nativos o especies exóticas fue el resultado de las comprobaciones efectuadas en el norte provincial, donde desaparecieron entre 30.000 y 40.000 hectáreas de bosque nativo que se destinaron a la siembra de soja. Fuente: Diario La Nación Corresponsal, José E. Bordón