Empresas & Mercados |
MISIONES.- Luis Henn, propietario de la empresa, indicó que luego de muchos años de crisis en los que tuvo que vender gran parte de la empresa, el negocio vuelve a crecer. Exportan machimbre de primera a Brasil pero no quieren descuidar el mercado interno.
Fuente: Misiones On Line
MISIONES (18/11/2004).- Para algunos la convertivilidad sirvió para conocer el exterior o para comprar costosos bienes en cuotas, mientras que para muchos productores -especialmente los industriales – significó una “época negra” de la que muchos no lograron salir. Uno de las empresas que sí consiguió emerger de ese período signado por un escenario cambiario poco favorable para la producción y mucho menos favorable para la exportación, es la firma “Henter SA”, propiedad de Luis Henn. El dueño de la empresa radicada en Montecarlo y que fuera líder en la producción de machimbres, aseguró que durante los tiempos de crisis perdió alrededor de 7 millones de dólares y tuvo que desprenderse de buena parte de sus activos. Sin embargo el empresario reconoce que ahora “se ha dado vuelto la torta” y la firma ha vuelto a ser rentable”. Luis Henn participó recientemente de la Silvoargentina realizada en Posadas y en esa oportunidad dialogó con Misiones On Line y Radio A, a continuación se reproduce parte de ese diálogo. ¿Cuál es la situación actual de Henter? Volvimos a ganar dinero pero difícilmente recuperemos todo aquello que se perdió, ha sido tan enorme la pérdida que no nos va a alcanzar la vida para recuperar todo. Henter perdió millones de dólares y millones de dólares no son fáciles de ganar. El aparato productivo de Henter quedó muy dañado, ha suprimido todo su sector forestal, no tiene más camiones, no tiene más topadoras, tiene una sola motorastreadora, se perdió todo en la crisis. Tuve que cerrar obrajes, tuve que cerrar las sucursales de venta. Nosotros plantábamos los árboles, los cultivábamos, los procesábamos y hacíamos el terciado y se lo entregábamos al usuario en su carpintería, en su mueblería o donde fuere. Abarcábamos un proceso largo, por supuesto acumulábamos la rentabilidad de todo esto, la rentabilidad global de la empresa era muy interesante y eso nos permitió un crecimiento con inversiones importantes. Teníamos más o menos 780 hectáreas forestadas, con especies alternativas de alto valor y haciendo experiencias nuevas. Llegamos a tener 570 empleados, contando los obrajes. Después de la crisis nos quedamos, con 120 trabajadores, más de la mitad quedaron afuera. ¿Cuál fue su política con el personal durante la crisis? Nuestra política ha sido de no despedir gente en lo posible, el punto clave llegó cuando negociábamos con la gente del sindicato, le exponíamos, porque siempre teníamos sobre la mesa los problemas y decíamos una de dos, o despedimos, la tercera parte que eran alrededor de 60 ó 70 personas o trabajamos solamente tres días por semana, pero le dimos la opción a la gente. Los empleados eligieron la solidaridad y que no haya despidos y se aguantó 18 meses de trabajo, dos veces por semana, eso es altamente meritorio y demuestra una gran conciencia de nuestra gente. ¿Cuánta gente emplean hoy? Estamos en los 150 empleados, recuperamos un poco, pero lo que no pudimos recuperar todavía son los montes, los obrajes, los camiones. Teníamos 15 camiones para los obrajes, perdimos todos las unidades. Se tuvo que ir vendiendo, se tuvo que entregar, las topadoras, unas importadas de Italia, las devolvimos al banco. Una buena parte de la crisis que nosotros vivimos, no nos engañemos, es que el presupuesto que cuando asumió Menem era de 40 y pico mil millones, después se duplico el gasto público y se terminaron vendiendo las empresas del Estado. Existió una gran deformación y todos saben que el presupuesto nacional es soportado por la actividad privada, los productores, los industriales, obreros, trabajadores, por todos, y esa ha sido una carga muy grande y que terminó de llevar la crisis a su punto limite. ¿Exportan su producción? Ahora estamos exportando, a Brasil, parece mentira pero estamos vendiendo algo de terciado de pino de primera calidad. Ellos demandan un terciado libre de nudos, enteramente sana la cara pero lo estamos haciendo en forma limitada porque nosotros peleamos por nuestro mercado en su momento, peleamos contra la importación injusta, amparada en un cambio irreal y peleamos por nuestro mercado interno. Ahora falta mercadería en el mercado interno y no lo vamos a dejar desabastecido para vender a otro lado. Nos conviene, nosotros tenemos un poco mejor precio vendiendo afuera pero no nos interesa dejar el mercado interno. Es más nos interesa mucho porque sabemos que esta situación no va a ser eterna, en esta emergencia queremos demostrar que somos proveedores responsable de nuestro mercado.