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M2 x Naturaleza en Misiones: plantaron 4.000 árboles nativos para restaurar la selva misionera en la reserva privada Margay con enfoque regenerativo y sintrópico

Una actividad de restauración participativa con enfoque regenerativo se realizo del 12 al 14 de septiembre para contribuir con la restauración ecológica de 40.000 m2 en la Reserva Natural Margay, en El Soberbio, en zonas de amortiguación de la Reserva de Biosfera Yaboti. La acción se llevó adealnte con apoyo de SC Johnson y es impulsada por la Fundación Hábitat y Desarrollo.

Por Patricia Escobar

@argentinaforest 

Fuente: Fundación Hábitat y Desarrollo

 

MISIONES (23/9/2025).- En el marco de la campaña M2 x Naturaleza, impulsada por la Fundación Hábitat y Desarrollo, en alianza con La Ciudad Posible y la Reserva Natural Privada Margay, del 12 al 14 de septiembre se llevó adelante una acción para contribuir con la restauración ecológica de 40.000 m2 en la Reserva Margay en áreas de amortiguación en la Reserva de Biósfera Yabotí, con apoyo de SC Johnson.

La Reserva Natural es un área protegida de gestión privada de 65 hectáreas, inmersa en el área de amortiguación de la selva de Yabotí, que resguarda 250.000 hectáreas del último remanente de selva paranaense del planeta.

Margay está ubicada a 280 km de Posadas, 290 km de las Cataratas del Iguazú, 40 km de la zona urbana de El Soberbio, y a tan solo 67 km de los Saltos del Moconá.

Durante dos jornadas de trabajo colectivo, se plantaron 4.000 árboles nativos en un predio de 4 hectáreas degradadas, con el propósito de regenerar la selva misionera e inspirar nuevas formas de producir en armonía con la naturaleza.

Desde 2018, Margay impulsa un modelo de desarrollo regenerativo en el corazón de la selva misionera, integrando la producción de árboles nativos en el vivero forestal Kawsay; la restauración ecológica participativa, a través de la campaña M2 x Naturaleza; la educación ambiental y participación activa de visitantes mediante el lodge de turismo regenerativo; la producción de alimentos bajo monte en sistemas agroflorestales; y el impulso a la Escuela de Regeneración Camuatí, espacio formativo y comunitario en desarrollo.

 

La acción de plantación reciente fue realizada junto a un nutrido grupo de voluntarios, principalmente estudiantes de carreras vinculadas a la conservación – como la Tecnicatura Universitaria en Guardaparques – de la provincia de Misiones, referentes de SC Johnson, vecinas y vecinos de la comunidad local, y los equipos de la Fundación Hábitat y Desarrollo y la Reserva Margay.

Las jornadas contaron con instancias de formación sobre desarrollo regenerativo, restauración ecológica y agricultura sintrópica, para fomentar el diseño de sistemas que integren regeneración territorial con producción sostenible.

Plantaciones sintrópicas: restaurar y producir

La intervención se realizó bajo un enfoque sintrópico, integrando especies forestales – timbó, caña fístola, caroba, loro negro, palo rosa que se producen en el vivero Kawsay. También frutales nativas como pitanga, cerella, ubajay, araucaria; y productivas como yerba mate, cúrcuma, jengibre, mandioca, poroto, batata, y banana, todo para favorecer la regeneración del bosque nativo y, al mismo tiempo, producir alimentos con prácticas de bajo impacto.

Un ejemplo de esta sintropía son las parcelas productivas-regenerativas de yerba mate bajo monte, combinadas con especies frutales como pitanga, y árboles como la araucaria, fomentando la recuperación funcional del ecosistema.

Kawsay es un vivero y laboratorio de regeneración en el que producen entre 100.000 y 200.000 plantines de especies nativas al año, y germoplasma para restauración ecológica y arbolado urbano.

Desde el vivero, facilitan estrategias para restaurar ecosistemas degradados, recuperar la biodiversidad, mejorar la salud de las ciudades, y fortalecer nuestra resiliencia frente a la crisis climática. Además, parte de la reserva fue declarada como Área Productoras de Semillas de Especies Nativas (APSEN).

 

La Selva Paranaense, el ecosistema más biodiverso de Argentina en riesgo

La selva misionera o selva paranaense, forma parte del Bosque Atlántico del Alto Paraná, uno de los ecosistemas más biodiversos y amenazados del planeta.

Este bioma alberga el 52% de las especies nativas de flora y fauna de la Argentina en apenas el 1% del territorio nacional. Sin embargo, su riqueza biológica convive con una de las tasas de deforestación más altas de Sudamérica: desde 1900 se ha perdido más del 93% de su cobertura original.

La expansión de la frontera agropecuaria, los monocultivos, los incendios y la fragmentación del hábitat son las principales causas de degradación.

Por eso, cada acción de restauración contribuye a recuperar conectividad ecológica, proteger especies en riesgo y fortalecer la resiliencia del ecosistema.

 

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