La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) advierte sobre el impacto negativo que podría generar la importación masiva de viviendas prefabricadas desde China y Estados Unidos en la industria local de la madera y el mueble, ya que compiten en forma desleal con precios más bajos y no cumplen con las normativas técnicas establecidas en el mercado constructivo argentino.
Fuente: FAIMA
BUENOS AIRES (21/2/2025).- La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) expresó su preocupación ante la creciente oferta de viviendas prefabricadas importadas, señalando que esta situación representa una amenaza real para toda la cadena productiva de la construcción con madera y muebles en el país.
Para FAIMA, se trata de una real amenaza hacia la industria nacional de toda la cadena productiva de construcción con madera y muebles, producto de la importación de viviendas prefabricadas. “Es de vital importancia saber que este tipo de paquetes no cumplen con las normativas técnicas del mercado constructivo argentino”, denuncian.
Hace muchos años que desde la industria de la Madera y Mueble trabajan en el posicionamiento del material en Argentina. «Hoy, logramos un posicionamiento que ha cambiado radicalmente y nos encontramos en un proceso de crecimiento sostenido, a pesar de las dificultades que se presentan en el camino», indicaron en un reporte de prensa difundido por la entidad.
Comparado con 10 o 20 años atrás, se puede observar un cambio significativo en la demanda y en la oferta de construcciones con madera. De hecho, hace algunos años, la madera no era considerada un material de construcción relevante en Argentina y se utilizaba principalmente para elementos decorativos o en construcciones rurales.
Sin embargo, debido a la necesidad de construir viviendas más eficientes y sostenibles, la madera es que en la actualidad la construcción con madera es elegida por sobre otros materiales.
«La madera es una solución potente para la construcción y la arquitectura que permite satisfacer las necesidades de la bioeconomía. Sin dudas es el momento de avanzar hacia la tendencia internacional de la arquitectura sustentable en sus múltiples sistemas y con materiales con menos huella de carbono, que demandan menores recursos y que finalmente logran una vivienda con menor consumo de energía y más amigable con el medio ambiente», señalan desde FAIMA.
Impacto de las importaciones
En tal sentido, en los últimos meses la industria de la madera está frente a un contexto de importación abierto , en este caso, a la importación de viviendas prefabricadas desde China y Estados Unidos. Esto plantea un desafío significativo para la industria de la construcción argentina.
«En los últimos meses, han circulado informaciones sobre la posibilidad de adquirir casas prefabricadas a precios muy bajos en dólares, lo que ha generado preocupación en el sector local. Estas viviendas, en muchos casos, se comercializan como soluciones rápidas y económicas, pero su ingreso masivo al mercado nacional podría impactar negativamente en la industria de la construcción y en los miles de empleos que esta genera», indicaron.
Uno de los principales riesgos asociados a la importación de viviendas es la falta de garantías, especialmente sobre el cumplimiento con los reglamentos técnicos y normativas de seguridad vigentes en Argentina.
Exigen controles y certificaciones
FAIMA instó a las autoridades nacionales y provinciales a reforzar los mecanismos de control y certificación para evitar la competencia desleal y garantizar la seguridad de las viviendas comercializadas en el país. «Es fundamental que las viviendas importadas cumplan con los requerimientos del Instituto de Normalización y Certificación (IRAM) y los reglamentos del INTI, en aspectos como resistencia estructural, aislación térmica y seguridad contra incendios», remarcaron desde la entidad.
El sector de la construcción en Argentina es un motor clave del desarrollo económico y generador de empleo formal en todo el país. La producción nacional de viviendas prefabricadas ha logrado avances significativos en tecnología y eficiencia, ofreciendo soluciones habitacionales adaptadas a las necesidades climáticas y geográficas del territorio.
En este contexto, FAIMA insistió en la importancia de establecer normativas claras y su estricto cumplimiento, asegurando que cualquier vivienda, ya sea nacional o importada, garantice las condiciones necesarias de seguridad y bienestar para sus habitantes. «Solo con controles rigurosos se podrá evitar que la importación indiscriminada represente un riesgo para los consumidores y un golpe para la industria local», concluyeron.