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Competencias laborales : con la reducción de accidentes y avances en la profesionalización, se cumplen 20 años de transformación en el sector forestal argentino

El Programa de Competencias Laborales y Formación Continua del Sector Forestal y Madera de la Argentina cumplió en diciembre dos décadas de vigencia, consolidándose como un pilar en la profesionalización y resultados significativos en la reducción de la accidentabilidad laboral en la actividad, una de las de mayor riesgo a nivel país y mundial. Con 8.716 trabajadores certificados, 40 normas de competencia y 364 docentes formados, el programa ha transformado la industria con la normalización de roles, capacitaciones para mejorar la seguridad laboral y promover la sostenibilidad a partir del reconocimiento técnico, de oficios y saberes en la actividad rural e industrial.

 

Por Patricia Escobar

@argentinaforest 

 

BUENOS AIRES (11/12/2024).- El Programa de Certificación de Competencias Laborales celebra en diciembre dos décadas de logros, destacándose, entre sus principales impactos positivos, por reducir la accidentología en el sector forestal y foresto-industrial y por fomentar la formación continua de los trabajadores, un pilar para la sostenibilidad en Argentina.

Con cerca de 9.000 trabajadores evaluados, el Programa aportó en la transformación de la actividad forestal, marcando un antes y un después en la seguridad laboral y la profesionalización del sector al estandarizar determinados roles.

Impulsado por la Asociación Forestal Argentina (AFoA), la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) y el Ministerio de Trabajo de la Nación, este programa consolidó resultados positivos en su implementación a lo largo de estos 20 años pormejores prácticas laborales y su proceso de tecnificación .

El logro más destacado del programa es la significativa reducción de la accidentabilidad en el sector. En 2006, los índices marcaban 260 accidentes cada 1.000 trabajadores; para 2010, esta cifra se redujo a la mitad (130 por 1.000). En 2023, el índice descendió aún más, alcanzando solo 67 accidentes por cada 1.000 empleados. Estos números evidencian el impacto de la tecnificación y la adopción de mejores prácticas laborales promovidas a lo largo de dos décadas.

La actividad forestal, identificada por organizaciones internacionales como una de las más peligrosas del mundo, ha dado un giro significativo en Argentina gracias a la implementación del programa. Mientras que el sector aún enfrenta desafíos globales, como lo demuestran recientes informes que lo posicionan entre los trabajos con mayor cantidad de fatalidades a nivel mundial, el caso argentino demuestra que es posible avanzar hacia una actividad más segura y profesional.

Por otra parte, otro impacto positivo que brinda el programa es que a través de la evaluación de las competencias, el operario encuentra un reconocimiento de su experiencia laboral.  Una persona que recibe su certificación se siente reconocida y dignificada en sus conocimientos. Y quienes no son competentes aún, tienen un diagnóstico y la oportunidad de enfatizar la capacitación.

Además de lo mencionado, a través del Programa se han generado diversos impactos positivos que fortalecen el desarrollo del sector forestal y la profesionalización de sus trabajadores. Entre elos se puede mencionar:

  • Mayor empleabilidad: Los trabajadores certificados incrementan sus oportunidades laborales.
  • Dignificación y valorización: Se reconoce la experiencia laboral, mejorando la autoestima y el sentido de pertenencia de los trabajadores.
  • Conexión entre capacitación y producción: Se promueve la pertinencia y actualización al articular el sistema formal de capacitación con las necesidades del sector productivo.
  • Colaboración con el INET: Desarrollo de Figuras Formativas en el Nomenclador Nacional, integrando escuelas técnicas e Instituciones de Formación Profesional (IFP).
  • Formación continua mejorada: Implementación de prácticas formativas actualizadas en los espacios laborales.

Estos resultados son posibles gracias a un enfoque integral que conecta el diseño de normas de competencias con las necesidades reales del sector. Las normas, elaboradas con la participación de representantes del sector productivo, se convierten en currículos y materiales didácticos para la formación continua, y también se aplican en la formación docente. Además, se revisan y actualizan cada cinco años para garantizar su vigencia y efectividad.

Claudia Peirano y Misael Bustos

Reconocimientos al compromiso y la trayectoria

En el marco del Encuentro Anual Foresto-industrial 2024 de CONFIAR, realizado el miércoles 4 de diciembre en Buenos Aires, la AFoA y UATRE otorgaron reconocimientos para celebrar el trabajo continuo y los logros obtenidos.

Claudia Peirano, directora ejecutiva de AFoA y principal impulsora del Programa, subrayó su relevancia para el sector forestal: «Este programa ha sido fundamental para reducir los riesgos laborales y fortalecer la formación continua de los trabajadores, marcando dos décadas de impacto positivo en el desarrollo laboral y la sostenibilidad del sector».

Uno de los reconocimientos de CONFIAR fue entregado a Misael Bustos, coordinador del Programa desde sus inicios con destacada trayectoria en su desempeño y compromiso con las acciones propuestas.

“Uno de los puntos más complejos para llevar adelante el programa es la heterogeneidad y distribución geográfica de los trabajadores forestales. Se comenzó en la zona núcleo (Mesopotamia y Delta), para luego expandir a Patagonia norte, San Luis, Tierra del Fuego, Salta y Jujuy, entre otras. Para ello, se contó con el compromiso de muchas personas, pero destacamos especialmente las acciones de Misael Bustos con el reconocimiento otorgado, porque recorrió todo el país para llevar el sistema de evaluación y adaptarlo a los distintos ambientes”, indicó Peirano en la entrevista con ArgentinaForestal.com.

Por otra parte, en el evento se valoró el rol de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, representada en el evento por Eugenia Cortona, subsecretaria de Empleo, quien recibió un reconocimiento por el apoyo institucional de forma ininterrumpida, lo que permitió fortalecer la formación laboral de diferentes oficios de la actividad forestal y establecer las normas necesarias.

“La Secretaria de Trabajo de la Nación convirtió este programa en una política de Estado que se ha mantenido a pesar de los cambios de gobierno en estos 20 años. Es justamente esta continuidad lo que permite mostrar los resultados logrados. Los sistemas de formación continua y atención del riesgo laboral requieren tiempo”, sostuvo Peirano.

El éxito del programa también depende del compromiso de los trabajadores, quienes han mostrado disposición desde el inicio. “La certificación no solo valida sus conocimientos, sino que les ofrece reconocimiento y dignificación profesional. Incluso aquellos que no alcanzan la certificación obtienen un diagnóstico preciso para enfocar su capacitación y mejorar”, remarcó la directiva de AFoA.

En números, los resultados del programa

Desde su inicio en 2004, el Programa de Competencias Laborales, coordinado por la Subsecretaría de Empleo y Formación Laboral, fue un motor clave para el desarrollo de habilidades en el sector forestal argentino.

Uno de los principales indicadores del éxito del programa es su demanda sostenida por parte de empresas y trabajadores. En el sector forestal, algunas empresas ya exigen que el 100% de sus contratistas estén certificados.

Se mantiene una alta demanda por roles tradicionales, como motosierristas y combatientes de incendios, mientras que surgen nuevas necesidades, como operadores de motoguadaña y operarios de biodiversidad.

Actualmente, hay 17 roles normalizados en el sector forestal, cubriendo puestos claramente identificados y prioritarios para el sector productivo.

A través de los organismos, se evaluaron tres áreas sectoriales: Forestal, Forestal Manejo del Fuego, y Forestal Industria de la Madera. “En estos 20 años, se han certificado 8.716 trabajadores y desarrollado 40 normas de competencia que abarcan desde la silvicultura hasta la industria de la madera”, detalló Peirano.

  • Forestal : AFOA-UATRE:

Trabajadores certificados: 7.371.

Normas de competencia laboral: 19, que incluyen roles como motoserristas, plantadores y operadores de maquinaria.

Materiales didácticos: 15, diseñados para mejorar la capacitación técnica.

Diseños curriculares: 11, enfocados en habilidades clave como monitoreo sanitario y manejo de viveros.

Competencia Laboral: Aplicador de Agroquímicos, Aplicador de Productos Fitosanitarios, Despachador Forestal, Encargado de Cosecha Forestal, Encargado de Silvicultura, Inventariador Forestal, Motosierrista, Operador de Máquina de Extracción  y/o Carga, Operador de Motoguadaña, Operador de Resina. Operario de Chipeadora, Operario de Monitoreo y Manejo Integrado de Sanidad Forestal, Operario de Procesadora Forestal, Operario de Vivero Forestal, Operario/a de Biodiversidad, Plantador, Podador, Preparador de Agroquímicos, Preparador de Productos Fitosanitarios,

  • Forestal : Manejo del Fuego AFOA y SNMF

Trabajadores certificados: 953.

Normas de competencia laboral: 4, orientadas a combatir incendios forestales y liderar cuadrillas de trabajo.

Diseños curriculares: 4, que incluyen formación para motobombistas y combatientes de incendios.

  • Forestal : Industria de la Madera

Trabajadores certificados: 392.

Normas de competencia laboral: 17, que abarcan desde carpinteros y operadores de moldureras hasta supervisores de producción.

Materiales didácticos: 20, incluyendo recursos sobre prevención de riesgos y tratamiento de superficies.

Diseños curriculares: 12, centrados en procesos industriales como el secado y acabado de la madera.

Competencias laborales: Afilador, Armador, Armador de Bastidor, Carpintero de Banco, Clasificador de Madera Estructural, Cortador de Placas y Tirantes, Cortador en Tapicería, Costurero en Tapiceria, Montador de Bastidor de Paneles, Oficial de Mantenimiento de Aserradero. (Mecanico, Hidráulico y Neumático / Eléctrico), Operador de Cámara de Secado de la Madera, Operador de Máquina Principal de Aserradero, Operador de Moldurera, Operario de Tratamiento y Acabado de Superficies, Supervisor de Montaje de Bastidor y Paneles, Supervisor de Producción, Tapicero.

El programa también ha formado a 212 evaluadores y 364 docentes, fortaleciendo la capacidad institucional en 22 entidades del sector. Estos esfuerzos no solo han incrementado la eficiencia y seguridad laboral, sino que han contribuido al manejo sostenible de los recursos forestales.

Si bien los logros son significativos, el programa enfrenta el desafío de ampliar su alcance, especialmente en las regiones más necesitadas. Asimismo, la rápida evolución tecnológica exige una actualización constante de las normativas y materiales de capacitación.

En sus 20 años, el Programa de Competencias Laborales ha marcado un antes y un después en el sector forestal argentino. Su impacto trasciende la profesionalización, fomentando un modelo industrial más sostenible y competitivo. Con una visión a futuro, el programa se consolida como un referente en la formación laboral y la gestión responsable de los recursos naturales.

“Este programa no solo mejora la profesionalización y eficiencia del sector, sino que también establece un modelo de desarrollo sostenible para trabajadores, empresas y la industria forestal en su conjunto”, concluyó Peirano.

La certificación de saberes y competencias no solo ha elevado la profesionalización de los trabajadores, sino que también ha generado inspiradoras historias de éxito que reflejan la transformación laboral y personal de sus beneficiarios.

Historias de transformación

El Programa de Competencias Laborales se ha convertido en estos 20 años en un pilar de cambio para operarios, empleadores e institutos de formación en el sector forestal y de la madera. La certificación de saberes y competencias no solo ha elevado la profesionalización de los trabajadores, sino que también ha generado inspiradoras historias de éxito que reflejan la transformación laboral y personal de sus beneficiarios.

Uno de los casos más destacados es el de los motosierristas experimentados, quienes tras obtener su certificación, lograron adaptarse a la tecnificación de la cosecha forestal, incorporándose al manejo de máquinas procesadoras.

En paralelo, muchos trabajadores que no accedieron a la tecnificación encontraron oportunidades laborales en zonas menos mecanizadas, como el Delta, la Patagonia y regiones de Corrientes y Entre Ríos, gracias a la validación formal de sus competencias.

Este programa también ha permitido una movilidad laboral ascendente. Un recorrido ejemplar es el de quienes pasaron de ser hacheros a motosierristas, de motosierristas a operadores de skidder, luego a operadores de procesadoras, y finalmente ocuparon roles como encargados de cosecha o supervisores en empresas líderes del sector.

En las comunidades guaraníes, el impacto fue igualmente notable. Los jóvenes evaluados para Operarios de Biodiversidad recibieron un reconocimiento formal de su saber ancestral, lo que no solo fortaleció su identidad cultural, sino que también amplió sus horizontes laborales.

Voces de los protagonistas

El impacto del programa se refleja en los testimonios de trabajadores como un motosierrista que compartió: «Uno nunca termina de aprender. Para mí fue importante saber dónde estaba parado. Certifiqué dos de tres competencias.»

Otro testimonio destaca el valor de la credencial: «Me hicieron tomar el mismo curso de capacitación tres veces. Ahora, con esta credencial, puedo demostrar lo que sé.»

Un aplicador de agroquímicos expresó: «Esto nos va a ayudar en la seguridad, en el manejo de productos y a no contaminar.»

Y un evaluador de motosierristas reconoció la importancia del programa en su trayectoria profesional: «Hacia el fin de mi carrera, este reconocimiento significa mi vida laboral.»

Desde la perspectiva de las empresas, el programa ha revelado áreas clave para mejorar.

Un jefe operativo comentó: «Detectamos que nuestro déficit en recursos humanos está en los mandos medios y jefes de operaciones.»

En tanto, un gerente de recursos humanos afirmó: «Reorganizamos la gestión y capacitación de recursos humanos a partir de las evaluaciones por competencias.»

Los beneficios también fueron tangibles para los empleados. Un supervisor relató: «Los muchachos celebraron la evaluación como si fuera un examen final aprobado. Los dejó muy motivados.»

Los institutos de formación también reconocieron el impacto del programa.

«Nos obliga a repensar toda nuestra oferta de capacitación para el trabajo,» dijo un directivo.

La demanda de cursos ha crecido y, con ella, el desafío de trasladar el enfoque de competencias a las aulas: «Estamos explicando el enfoque a los profesores de tecnicaturas para que lo incorporen en su enseñanza. No es fácil, pero es necesario.»

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