El lunes por la tarde, inició un gran incendio forestal en Texas, que continúa arrasando gran parte del territorio y hasta este jueves se mantiene fuera de control. El fuego continúa y afectó mayormente al condado de Hutchinson; ya consumió más de 370.000 hectáreas de tierra, según informes del Servicio Forestal de Texas. Hay una víctima fatal y daños materiales y ambientales incalculables.
Fuente: Con información de Misiones Online
ESTADOS UNIDOS (29/2/2024).- Un voraz incendio puso en peligro a las ciudades del Panhandle, llevando a los residentes a evacuar en masa. Las llamas se expandieron más allá de las fronteras de Texas, alcanzando incluso comunidades en Oklahoma, lo que provocó órdenes de evacuación también en esa zona.
Esta calamidad fue avivada por fuertes vientos, pastizales secos y temperaturas inusualmente cálidas, lo que provocó una serie de incendios forestales en Texas. Estos incendios han desencadenado evacuaciones, cortes de energía eléctrica para miles de personas y han obligado al cierre temporal de una instalación de armas nucleares.
El gobernador Greg Abbott declaró estado de desastre en 60 condados afectados. El incendio más grande, el fuego de Smokehouse Creek alcanzó proporciones históricas, convirtiéndose en el segundo incendio más grande en la historia del estado.
Las autoridades están lidiando con la magnitud del desastre, mientras se desconoce aún la causa del incendio, que destruyó áreas escasamente pobladas, principalmente dedicadas a la ganadería y la industria petrolera.
Por otra parte, se informó que una mujer de 83 años de la pequeña comunidad de Stinett era la única muerte confirmada, aunque las autoridades aún no habían hecho una búsqueda exhaustiva de víctimas y habían advertido de daños considerables en algunas poblaciones.
Aunque las previsiones meteorológicas ofrecen algo de esperanza con temperaturas más bajas, menos viento y la posibilidad de lluvia para el jueves, la situación sigue siendo desafiante en varios frentes. El incendio en el condado Hutchinson, conocido como el Smokehouse Creek Fire, aumentó su tamaño cinco veces desde su inicio el lunes, cubriendo casi 2.070 kilómetros cuadrados.
Las evacuaciones continúan en varias poblaciones, con funcionarios locales y regionales proporcionando actualizaciones en vivo a través de redes sociales para tranquilizar a los residentes preocupados. Se instó a la población a mantener sus dispositivos móviles listos para recibir alertas de emergencia y a estar preparados para evacuar de inmediato.
Se reportan daños significativos en un número desconocido de viviendas y otras estructuras. La planta de Pantex, ubicada al noreste de Amarillo, evacuó al personal no esencial como medida de precaución, aunque los bomberos permanecen en alerta ante cualquier eventualidad.
Esta planta, que históricamente fue clave en la producción y desmantelamiento de armas nucleares, reanudó sus operaciones normales durante el día, según un comunicado emitido en sus redes sociales.
La situación obligó a realizar evacuaciones adicionales en otras áreas cercanas a Amarillo, con autoridades de bomberos en Oklahoma también instando a la población a evacuar. En medio del caos, se dieron órdenes de evacuación en la pequeña ciudad de Fritch, en el condado Hutchinson, donde otro incendio ha cruzado una autopista, obligando a los residentes a buscar refugio urgente.
“Creo que el fuego crecerá antes de ser contenido del todo”, dijo Nim Kidd, jefe de la División de Manejo de Emergencias de Texas.
El incendio más grande registrado en el estado fue el de East Amarillo Complex en 2006, que calcinó unos 3.630 kilómetros cuadrados (1.400 millas) de tierras y dejó 13 muertos.