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Para Rubén Kolln, titular de la Asociación Forestal Argentina, Región Nea, la venta al exterior continúa paralizada y los altos costos internos constituyen graves limitantes.
Fuente: Diario El Territorio
POSADAS(27/8/2009).- “Si bien salió publicado que habría una mejora de la demanda externa, por lo menos, en lo que respecta a nuestros asociados esta tendencia no se manifestó. Seguimos con la misma demanda que teníamos, que es realmente muy pobre y no vemos recuperación alguna”, señaló Rubén Kolln titular de la Asociación Forestal Argentina regional Nea (Afo-Nea). Así, la paralización de la foresto-industria inclusive llevó a que las madereras reduzcan su actividad o al cierre definitivo, ya que no sólo la exportación está parada sino también en el mercado interno las ventas cayeron en un 50 por ciento. negrita/Exportación nula/negrita “La exportación sigue paralizada, sin vislumbrar señas de que pueda reactivarse. Las madereras incluso están viendo la posibilidad de reducir su actividad para adecuarse al difícil momento que está viviendo el sector”, admitió Kolln. Asimismo, el gerente de la Asociación Maderera y Afines de Alto Paraná (Amayadap), Juan Pardal, ratificó que las exportaciones de la madera son nulas y que en el mercado interno las ventas cayeron en un 50 por ciento. negrita/Los inconvenientes/negrita Entre algunos motivos que agudizan la situación del sector en la provincia y el país, los altos costos internos y la burocracia siguen siendo señalados por el sector como una limitante que no permite la reactivación de la exportación de los productos argentinos. “Nuestra industria maderera exportadora debe asumir algunos costos como: Impuesto al cheque (1,2%), Ingresos brutos (2,5 %), Tasa Forestal (5%) y Retención de exportaciones (5% ó 10%). Por lo que estamos ante un gravamen directo sobre el bruto de la facturación que ningún otro país proveedor de estos productos tiene”, explicó un empresario local. “Sin duda, los altos costos constituyen una gran limitante para el sector. Los gastos de puerto se incrementaron en dólares, también están las Retenciones nacionales del 5% (maderas tratadas) y el 10% (maderas menos refinadas). Y si bien parece que son bajas, estos porcentajes son muchísimo para una actividad como la nuestra y nos afectan seriamente”, coincidió Kolln. Además, hay otros factores tributarios que los empresarios deben afrontar a la hora de comprar materias primas, maquinarias, pagar servicios y con pocas posibilidades de acceder a financiamientos locales. “Debemos agregar el 21% del IVA de la compra de insumos (materia prima, fletes, combustible, y demás elementos); el 27% del IVA sobre la electricidad, donde en cada factura existen un sinnúmero de recargos -llámense Coseno Phi o factor de potencia, impuestos municipales, porcentajes de diferentes índole- que elevan el costo real del consumo kW, en algunos casos al doble ó triple de su valor real”, enumeraron. Medidas que afectan a todos/negrita Las empresas están obligadas de este modo, para mantener cierta rentabilidad, a aumentar los precios del producto, lo que los pone en desventaja con los actuales precios internacionales. “Si bien en el caso de la retención de las exportaciones existe un reintegro de hasta un 3%, y en el caso del IVA hay reintegro del mismo, la realidad las condiciones tributarias son tan altas que la mayoría de las empresas tienen algún atraso fiscal lo que dificulta su reembolso. Por todos estos motivos están obligadas agregar al costo del producto y lo vuelven a precio muy elevado y poco competitivo”, explicó el mismo empresario. Otro factor que juega en contra de las exportadoras, es el llamado criterio de “opacidad fiscal”. Se trata de un operativo que puso bajo la lupa de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) a muchas empresas que negocian con países denominados paraísos fiscales, es decir, con cierta reticencia a dar información. “Están los reintegros del IVA que el Gobierno está demorando en devolver. Y hace pocos meses la Afip determinó un criterio de ‘Opacidad fiscal’. Esto frenó los reintegros del IVA a las industrias que exportan a países (uno es Uruguay) que caían en la duda”, sostuvo Kolln. De esta manera varias madereras se vieron perjudicadas, además de las que tienen mercados con estos países que figuran como paraísos fiscales. “Pero quienes realizaron las operaciones con empresas en otros países no considerados paraísos fiscales, igualmente sufrieron el bloqueo de sus trámites porque fueron considerados sospechosos”, indicó el dirigente.“Estos son algunos de los motivos por los cuales las exportaciones están en esta situación. Y a pesar de la crisis el consumo aunque en menor medida igual continúa, el mismo está siendo capitalizado por aquellos países que tienen mejores condiciones para proveerlo”, concluyó el maderero. negrita/Competencia insostenible/negrita Uno de los países más cercanos en donde no existen los impuestos, ni retenciones a los que están sometidas las industrias exportadoras argentinas es Brasil (como se detallara en una nota anterior publicada en este diario). Así, resultó que despachar un contenedor desde el puerto de Buenos Aires cuesta el doble que desde cualquier puerto de Brasil. “Los precios que ofrecen otros países por los mismos productos nos ponen una situación de desventaja. Es más, hoy deberíamos tener la posibilidad de exportar maderas a Brasil, ya que por el tipo de cambio nos favorecería mucho pero no podemos. Uno por la burocracia interna y dos, por los altos costos que debemos afrontar para hacerlo”, admitió Rubén Kolln, de Afoa Nea. Pero hay otros países que, si bien la crisis mundial les frenó las ventas, continúan funcionando y manteniendo altas sus exportaciones de madera. Incluso con un cambio alto están mejor posicionados. “Si en lugar del Brasil tenemos que referirnos a otros países exportadores de productos foresto industrializados, están Australia, Nueva Zelanda, Finlandia, Suecia, Noruega, y otras naciones de Europa del Este. Que cuando se inició la crisis, sus industrias se encontraban con un ritmo de producción muy alto que debieron modificar contando con grandes cantidades de stock”, explicó explicaron desde una firma exportadora en Posadas. Estos países fueron acompañados y estimulados por sus gobiernos para continuar con sus respectivos mercados y no abandonarlos a pesar de la baja en el consumo.“El sector forestal exportable podría aprovechar esta situación, de no ser por la cantidad de gravámenes que afronta. Y podría crear fuentes de trabajo genuina”, sostuvieron ayer. negrita/Un ejemplo más que claro/negrita Teniendo en cuenta las condiciones tributarias, los exportadores pueden llegar a deber más de 300 mil pesos, si por ejemplo, se tuviera que exportar entre 3 y 4 contenedores por mes. “Una empresa con todo en orden acumula un crédito fiscal de alrededor de 20 a 25 mil pesos por contenedor. Si exporta 3 ó 4 de estos por mes, en 90 días puede llegar a poseer un crédito fiscal en algunos casos más de 300 mil pesos”, ejemplificaron desde una empresa maderera misionera que coloca producción en el exterior.“Se trata de un costo muy elevado para una pequeña empresa (sin ‘espaldas financieras’), y que además no tiene posibilidades de tomar crédito alguno”, asumieron desde la misma. Y añadieron: “Lo del crédito y débito fiscal se implementó de esta manera porque algunas empresas a nivel nacional (muy pocas) usaron este sistema para evadir. Por eso se extendió este reglamento a todos los exportadores y se perjudica el accionar del trabajo genuino”