Opiniòn |
Ing. Forestal
Juan Garibaldi
MISIONES (31/7/2008).-A esta altura este método de validación por parte de la sociedad de las actividades de una empresa es bastante conocido, mas aún en el sector forestal, aún así no esta suficientemente promocionado y explicado como creo que debiera estarlo. Este proceso tiene su origen un grupo de empresas forestales que acordaron en que hacía falta un sistema que pudiera en forma creíble identificar bosques bien manejados. Esto derivo en un mecanismo de mercado por el cual los consumidores pueden estar razonablemente seguros de que los productos forestales que compran provienen de bosques manejados en forma responsable (en un principio se habló de bosques manejados sustentablemente, pero asegurarse esto llevaría muchísimo tiempo, por ejemplo es imposible comprobar la sustentabilidad de cualquier manejo forestal en un horizonte de tiempo tan escueto como el que lleva FSC funcionando). El proceso de certificación de una empresa u operación forestal se basa en que otra empresa evalúa las normas de manejo de esta para asegurarse que cumple con una serie de principios y criterios definidos por el cuerpo deliberativo del FSC. Esta empresa se llama certificadora y su accionar esta constantemente auditado FSC la cual le puede retirar la licencia para emitir certificados si detecta irregularidades. Ahora viene lo bueno, el cuerpo deliberativo del FSC esta compuesto por tres cámaras conocidas como ambiental económica y social (en orden alfabético) todas con igual número de miembros y por consiguiente igual número de votos, inclusivo la participación es compartida entre hemisferios norte y sur, de modo que se asegure un proceso equilibrado y transparente de certificación. Lo más importante de todo esto es que, cuando una empresa quiere obtener el sello FSC, entre otras cosas, tiene que someterse a: “audiencias públicas” o sea mostrar toda la información, que no sea legalmente confidencial, sobre sus actividades a cualquier interesado que así lo pida; por ejemplo planes de desmonte o aprovechamiento, tipo e intensidad de uso de agroquímicos en plantaciones forestales y otros. Este es el punto, creo yo más importante de este proceso, debido a la importancia de la organización FSC y a la naturaleza de ella, es decir a la necesidad que tiene esta organización de tener credibilidad del público en general por sobre cualquier otra consideración, es que uno puede creerla razonablemente exenta de presiones corporativas de grandes empresas o de gobiernos en particular; por ello lo que hace este proceso en poner en la gente común la herramienta para acceder a una mejor calidad de vida tanto para aquellas personas ligadas a la actividad de la empresa por estar inmersos en su matriz productiva como para aquellas personas que se ven afectadas (positiva y negativamente) por las actividades de la misma. Solo falta participación, participación. Exigiendo que las empresas que quieran certificar cumplan con lo estipulado en los principios y criterios del FSC y los estándares emanados de estos, comunicándose con los auditores y con el mismo FSC cuando detectamos que no lo cumplen con lo que este exige, y también, cuando necesitemos productos forestales; buscar que estos estén certificados y tengan el sello FSC; si queremos ir más allá podemos participar pidiendo estándares mas altos para las operaciones certificadas; es decir este proceso otorga a quienes lo quieran el poder de decidir como queremos desarrollar nuestras industrias forestales; lleva tiempo y esfuerzo de lectura e interpretación pero es igual que la democracia, en la cual si nos limitamos a votar cada dos años y dejamos que nuestros a nuestros votados dirigentes sin la guía de nuestra participación y crítica constante tendremos los resultados que nos merecemos. Es decir tenemos una posibilidad abierta de hacer política, esa palabra tan denostada, que en verdad significa ocuparse de los asuntos públicos que nos afectan a todos y que todos tenemos el poder de mejorar.